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Confesiones de Juni

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Aquellos lectores quienes han seguido mis relatos (al menos los pocos que quedan), podrán darse cuenta que los relatos son reflejo de mi forma de percibir y analizar las cosas. Mas no toman en cuenta la opinión o versión de terceras personas. Incluso en mi ultimo relato (perspectivas FINAL) comente sobre la posibilidad de convencer al tan afamado Kiwi a contarnos un poquito de su historia.

Finalmente lo convencí de que se tomara un tiempo para relatar un poco sobre el y que pasaba por su mente acerca de los eventos que ustedes pudieron leer en relatos anteriores. Por lo que invito a los lectores que están familiarizados con la historia, a leer este relatos. Y aquellos que son nuevos, los invito a que lean los relatos pasados para poder entender mejor la historia. (Si quieren)

Sin mas preámbulos, los dejo acá con el relato de Juni (como muchos lo conocen). También conocido como Kiwi.

Ray M. Müller

PD: Yo no he leído aun el relato de Kiwi, es mas. Lo leeré al mismo tiempo que lo leerán ustedes lectores. Lo que me causa cierta emoción pero a la vez nerviosismo.

——— INICIO: KIWI ———–

Bueno, pues finalmente me decidí a contar mi historia. Sinceramente no soy bueno para escribir mis anécdotas, ya que generalmente soy un poco distraído y tiendo a salirme mucho del tema. Por lo que la gente pueda sentirse a veces confundida con mi forma de expresar. Pero hare lo posible por mantenerme en línea de la historia. Ahh y para que sepan, al ser este espacio MIO. Si llevara sexo, sin importar la racha de castidad de Ray en sus últimos relatos. (sorry mi amor, yo se… pero ya sabes como soy).

Siempre admire la forma de escribir de mi rubio, si bien no es un ávido escrito. Es divertido leer sus comentarios y forma de expresar. Especialmente porque facilita la forma en que pueden ustedes imaginar como es el en realidad. Y se los garantizo, tal cual se lo imaginan en los relatos… así es el. Medio gruñón a veces, pero risueño a la vez (mezcla rara lo se), y sobre todo un topo tecnológico. Si bien a mi me gusta la tecnología y la disfruto, el es… muy superior en temas de este tipo. Por lo que siempre tengo a quien acudir cuando tengo problemas con cualquier aparato electrónico.

De cierta forma existe una dependencia mutua entre nosotros. Digamos, el rubio es particularmente científico/matemático. Es decir, para el todo tiene que haber explicación. Todo son algoritmos y ciencia. Aspecto muy particular en los ingenieros o estudiantes de la carrera.

Por mi lado, yo soy mas tirado a lo filosófico. Me encanta leer libros relacionados a la psicología y medicina. Especialmente lo relacionado a la mente criminal. Estudio derecho y psicología. Este ultimo de a pocos, porque es por puro interés/hobbie. Mas derecho es mi principal objetivo. Quizá sea porque tuve mucha influencia de mi padre, que es abogado.

En fin, al ser yo de pensamiento libre me gusta tener a alguien que sustente en materia científica un determinado tema. Ahí es donde entra mi rubio, mientras que el se apoya en mi para el campo de la creatividad. Gracias a esto, podemos desarrollar muy fácilmente conversaciones sin aburrirnos. Aspecto muy importante ya que tenemos una relación que lleva 7 años, donde 5 han sido los años que hemos vivido solos como pareja. Y créanme, que para vivir junto con tu pareja, la conversación es esencial. (Entre otras cosas divertidas por ahí… )

Ya conocen un poco al menos mi lado de intereses. Ahora voy a explicar un poco de mi, ya como persona. Quienes me conocen desde pequeño, saben que soy muy hiperactivo. Sencillamente no puedo estar tranquilo, siempre tengo que estar haciendo algo, lo que sea. Soy bastante social y extrovertido. Me gusta vacilar y salir a pasear siempre que se pueda con amigos y por supuesto con mi rubio.

A diferencia del rubio, yo no puedo decir que naci gay. Veran, esto es aun una interrogante que probablemente nunca podre responder bien. Muchos dicen, que se nace gay… otros dicen que se hacen. Tiendo a inclinarme por la idea de que se nace como tal, sin embargo mi historia me dicta algo diferente (he ahí el conflicto).

Me explico, desde muy muy pequeño fui bastante precoz. Y cuando digo bastante, no exagero. Realmente fui muy alborotado. Era 100% heterosexual. Los tipos no me llamaban la atención para nada. Es mas, me generaba un cierto repudio pensar que dos tipos pudieran estar juntos. No era homofóbico, simplemente no me gustaba la idea de que yo pudiera hacer algo asi. Por lo que mi atención se centro completamente en las mujeres. Me moria por ellas, especialmente las rubias. (Si yo se, tengo un cierto fetiche por el cabello rubio)Me derretían, me moria, iba al cielo y volvia a revivir. Las babas se me caian cuando veía a una de estas tipas pasar cerca mio o inclusive por televisión. Probablemente llegue a enamorarme de miles de mujeres durante mi vida heterosexual.

Mi forma de ser, social y extrovertida me impulso dramáticamente en la conquista de mujeres. Aparte de que, me considero un tipo guapo y en buena forma. Digo buena forma porque siempre fui un tipo delgado, de esos que comen como cerdos y no engordan. Sumado a que practico deportes también. En fin, conquistar mujeres para mi era muy natural. Recuerdo mi primera novia en 3 grado de escuela con quien tuve mi primer beso. Obviamente no llegamos a mas, pero era yo como el pervertido del grupo. Siempre viendo que compañera me gustaba mas para darle un beso. Por esta razón, fui probablemente la peor pesadilla de muchos padres de familia. No caben palabras para describir mi impulso heterosexual que sentía en ese entonces. Dicho sea de paso, el rubio y yo eramos compañeros de clase. Y siempre andaba con el y otros viendo que travesura podíamos hacer.

Gracias a esto me gane muchas peleas con las niñas de mi clase, pues desde entonces ya era medio perro. Si, lo admito. Era un perrazo.

Quiero hacer una aclaración muy importante aquí. Si bien yo era bastante precoz para ese entonces, nunca tuve un impulso sexual. Es decir, obviamente conocía el sexo y me llamaba la atención como a cualquier niño. Sin embargo, el placer que me generaban esas conquistas era precisamente eso… el placer de conquistar. Yo era feliz con el hecho de poder conquistar a las chicas y nada mas. Nunca intente desvestir a una ni nada por el estilo. Todo el asunto era el bendito beso nada mas.

Obviamente con los años, esas prioridades cambian. Sin embargo, a mis 11 o 12 años aproximadamente. Aun no me atrevía a tomar ese paso tan grande, es decir, tener sexo era una cuestión mas de cuidado y podía meterme en serios problemas. Pero al menos la idea ya estaba sembrada, era cuestión de tiempo para poder hacer algo.

Me gustaría decir que mi primera vez fue producto de una conquista. Pero no fue así, en realidad. Todo fue un periodo de vacaciones que tuve y aproveche pasarla donde mi primo (que tenia en ese entonces 22 años) que vivía en New York. El siempre fue el típico chico que figura como un ángel frente a los familiares, pero en secreto era una bestia para las fiestas y el alcohol. Incluso, vivía solo en un apartamento que alquilaba. Yo conocía su estilo de vida y pues tampoco era la primera vez que iba.

Recuerdo que fue una noche, estábamos tomando cerveza en su apartamento junto con varios de sus amigos. Y entre y una conversación, salió este tipo que nos conto que había ido recientemente a un nightclub (no diré su nombre) y que fue atendido por una chica asiática buenota, pequeña de estatura y que parecía como de 16. Pero que en realidad tenia 24. (Ya saben como son las chicas asiáticas). Y nos conto todo lo que le había hecho, sexo oral, anal, vaginal… en fin de todo. En la emoción de la conversación mas lo ebrios que estábamos, me dijo el tipo este que estaba apenas para mi. (pues tampoco es que sea muy alto que digamos) Que si me animaba.

Yo le dije que si, pero que probablemente se iría a molestar por mi edad. Incluso denunciarlos a ellos. Mi primo, retándonos a todos no dijo que ella a fin de cuentas se dedica al sexo. Que por dinero, podía hacer lo que le pidieran. Además, podían llamarla (ya que el amigo de mi primo portaba su numero de teléfono) para un servicio para ellos y que ahí aprovechaban para ofrecerle que me hiciera algo. No muy convencido de que el plan fuera a funcionar, acepte. Pero no me hice ilusiones, aunque admito que estaba nervioso.

Ya la llamaron y que supuestamente podía pero hasta después de las 11pm. Que salía de trabajar. Así que esperamos, mientras seguíamos tomando nuestras cervezas. Mucho de lo que se hablo fue de sexo, hasta que en una ocasión salió el tema mío de nuevo. Me dijo uno de los tipos que esa chica estaba apenas para mi, pues seguramente por mi pene no podía hacer mucho. Lo que me dio cólera, porque era completamente mentira. Siempre considere tener un pene grande para mi edad. Y a mis 12 años no seria diferente. Así que les dije que no sabían de lo que hablaban, nunca me habían visto nada y ya decían que era pequeño. Yo sabia que lo decían para molestar, pero sepan que yo estaba tomado y pues uno tiende a ser de “mecha corta” en cuanto al carácter. No recuerdo bien cuanto me media en ese entonces, no se, probablemente unos 15cm o mas erecto. Lo que si se, es que no estaba nada mal para mi edad.

La cosa es que llego la hora de la verdad, llego la tipa. Muy bien arreglada y todo. Y de verdad parecía una niña la chica esta. Obviamente, se le notaba el cuerpo desarrollado de una mujer, pero de baja estatura y la cara como si nunca hubiera crecido. Se le podía calcular por su cara unos 14 o 15 años. Yo veía desde lejos, medio de reojo por una puerta entre abierta. Estaba el amigo de mi primo conversando con ella. Preguntándole que si podía “hipotéticamente hablando” involucrar a un chico menor de edad. Ella por un momento se quedo pensativa, medio seria, quizá hasta un poco sorprendida. Y respondió que de que edad estaban hablando. A lo que respondió que unos 14 años “aproximadamente”. (para que no se oyera tan feo) Y respondió que si, que estaba bien. Pero que iba a cobrar el doble y por adelantado. El tipo no mas se sonrió y le dio el dinero.

En ese momento, no mas me dio como cierto nervios. Era mi primera vez, con una tipa prácticamente profesional en el oficio. Y por lo que me contaban los demás, toda una tigresa en la cama. Wow… nada mas pensaba.

Veo que le indican la habitación donde me encuentro yo, y la tipa sin pensarlo se dirige a la habitación. No pude hacer nada mas que esperar como idiota de pie frente a la cama con toda mi ropa puesta, no mas descalzo. Entro a la habitación y cerro la puerta. Y cuando me miro, me sonrió y se dio una pequeña risa mientras se tapaba la boca diciendo “oh my god, you’re just a child!! You’re not 14!!… this is so wrong hahaha how old are you boy?”… “13” (mentira, pero no quería extinguir mi oportunidad de perder mi virginidad)… “haha ok ok, wow haha… you’re cute though. Come here, its ok… “

Se acerco a mi y me abrazo por la cintura. Mientras que con su otra mano, se acomodaba su largo cabello y acercaba sus pechos a mi. Nos pegamos bastante y seguidamente me tiro a la cama. Ella de pie comenzó a bailarme en las piernas. Recuerdo como si fuera ayer, ver la forma tan desinhibida y natural en que se acariciaba sus pechos, su trasero y en ocasiones hasta su vagina por debajo de su vestido negro corto. Yo me sentía en el cielo, que mujer mas increíble, pensé. Y era toda para mi. Curiosamente yo no poseía ningún control sobre ella, ella era la que mandaba. Mientras se desvestía lentamente, me pregunto si era mi primera vez, a lo que respondí que si. Ella riendo, no mas parecía que se excitaba mas.

Obviamente mi pantalón exhibía una erección de campeonato. Lo que ella noto muy rápidamente y me empezó a tocar por encima. Y a quitarme la camiseta. Finalmente me quito el pantalón y quedando solo en bóxer, comenzó a tocarme el pene y testículos por fuera de este. Se notaba que le gustaba su oficio, incluso llego a decirme “well well, seems like you are not a little boy down here” mientras que con su mano acariciaba todo el paquete.

Acto seguido, se puso encima mío con su vestido hacia arriba. Dejando al descubierto su vagina y trasero. Mientras comenzaba a besarme (cosa que era lo único que yo podía hacer bien en ese entonces) y agarrando mis manos las puso en su trasero. Ahora iba en serio la cosa. Pues su vagina rosaba fuertemente con mi erección, que aun se ocultaba bajo el bóxer.

Después de un rato de estar así, no mas fue bajando por mi cuello lamiéndome y besando. Hasta llegar a mi pecho y abdomen mientras me acariciaba las piernas. Yo como siempre, boca arriba, acostado en la orilla de la cama. Con mis rodillas flexionadas al borde de esta. Hasta llegar a mi erección. Yo usaba de esos boxers flojos que tienen un botón adelante. Por lo que ella aprovecho para desabrochar el botón y sacar mi pene por la abertura. Y sin pensarlo dos veces, me la empezó a lamer como si fuera un helado. Acto seguido a mis testículos. En cuestión de segundos esa mujer devoraba mi pene como nunca en mi vida lo habían hecho. Increíble sensación me hizo ver las estrellas, instintivamente empecé a gemir como loco. Mis movimientos iban al son de su mamada, todo por instinto. Al ratito de estar chupando como loca, me quito todo el bóxer y me indico que me hiciera mas arriba de la cama. Para podernos acostar bien. A lo que cumplí inmediatamente mientras me tocaba mi pene esperando a su regreso.

Ella termino de quitarse su vestido, pudiendo ver yo un cuerpo impresionante. Era perfecto. Casi parecía que la habían editado con photoshop. Esta vez, me abrió la piernas y comenzó a masturbarme mientras me chupaba los testículos. Todo esto mientras me volvía a ver con una mirada penetrante. Como si telepáticamente me estuviera diciendo “te voy a hacer eyacular como nunca en tu vida lo has hecho”.

No estuvo mucho rato así, hasta que finalmente paro y me dijo “are you ready?”, yo no podía articular ninguna palabra. Estaba como en otra dimensión. Ya no eran nervios, era un completo éxtasis lo que sentía. Mi silencio fue un si para ella, a lo que segundos después procedió a hacerse para atrás. Y con sus pies proceder a masturbarme, la habilidad de sus pies era increíble. Me atrevo a decir, que era mucho mejor que con sus manos. Esto mientras buscaba algo en su bolso, un condón. Habilidosamente lo abrió y se acerco de nuevo a mi… y me lo puso delicadamente. Le dio una lamida mas a mis testículos y se puso sobre mi… esta vez con su mano dirigiendo la punta de mi pene hacia su vagina. Que segundos después termino por metérsela toda. Ya estaba, mi virginidad en manos de una asiática profesional en el oficio mas viejo de la historia de la humanidad: la prostitución. Pero vaya que estaba siendo un buen polvo. Tampoco es que tenia un punto de comparación pero no podía ser malo, en lo absoluto!!!

Me estuvo cabalgando aproximadamente unos 5min, cuando en eso paro y me comenzó a dar consejos para poder durar en el sexo. Consejos que agradezco mucho que me los dijera, pues hoy en día los sigo aplicando y son esenciales para cuando voy a tener sexo y pueda durar bastante. Esa noche, evidentemente no los aplique dado mi naturaleza de novato. Ya que no mas 2 min después de darme los consejos. Eyacule de una forma increíble. Técnicamente dentro de ella, pero obviamente no porque tenia condón. Ella no mas, gemía y me acariciaba todo. Sus movimientos se volvieron lentos hasta que finalmente paro. Me volvió a ver, me sonrió y nos volvimos a besar.

Segundos después, se aparto de mi y me quito el condón. En mi vida había visto que tuviera una eyaculación tan grande como esa, obviamente ya me había masturbado y todo. Pero jamás me había salido tanto semen como esa noche. Quede bastante satisfecho la verdad. Y lo mejor de todo, es que no estaba cansado. Mi pene, era evidente que no tenia intenciones de bajar esa erección. Por lo que ella no mas se reía mientras me veía y me masturbaba. Estuvo haciéndome varias preguntas banales, todo sin dejar de masturbarme y tocarme los testículos. Hasta que de un pronto a otro, no mas bajo y comenzó a chuparme el pene increíblemente. Nuevamente estaba yo con los ojos cerrados, pero esta vez agarre un poco mas de iniciativa y tome su cabeza. Al ratito paro y me dijo que me tenia una sorpresa, que no se lo dijera a nadie. Le pregunte que era, pero no me dijo nada y siguió chupándome sabroso.

Así estuvimos tal vez unos 10min, cuando sentí los deseos de venirme otra vez. Le dije que estaba a punto, pero no me hacia caso. Seguía chupándome como loca, sin despegarse de mi pene y mis testículos. Finalmente intensifico sus mamadas, ya no eran amables ni cariñosas, estaba frente a una mamada clásica de película porno. Hasta que eyacule nuevamente, pero esta vez en su boca. Ella supo de inmediato y paro su faena, pero sin sacarse el pene de la boca. Al contrario, sus labios se cerraron mas para no dejar caer el semen que salía a montones de mi pene. Estoy seguro que tuvo que haber sido una eyaculación similar a la anterior, y si no, al menos muy parecida. Porque no dejaba de sentir como salía y salía semen.

Esta mujer, me volvió a ver. Retiro su boca y pude observar como una substancia blanca inundaba su interior. A lo que acto seguido procedió a tragarse. Yo me quede sin habla, ella no mas me sonrió y me dijo que nunca antes había hecho esto a un cliente. Por temor a contagiarse de algo. Pero que yo le agradaba bastante y que por ser mi primera vez era muy poco probable que tuviera algo con que contagiarla. Y que esa era su sorpresa, pero que no le contara a nadie. No mas quede tendido en esa cama, absolutamente satisfecho. Me sentía pleno, contento. Me sentía todo un hombre.

Relato esta encuentro heterosexual en un relato gay porque estoy seguro que ustedes ya sabrán como termino todo a fin de cuentas. Pero también porque quería darles a saber, como este evento cambio mi vida. Para bien y para mal a su vez.

Gracias a esta mujer, tuve la suficiente confianza para poder tener sexo. Ya sabia lo que era y como hacerlo. O al menos, tenia en mente los consejos sobre como durar mas de los 20min que generalmente dura el sexo promedio. Así que en mi estaba el reto de poder aplicarlos y ver como podía ser yo un profesional en el arte de coger. Como todo lo relacionado a mis conquistas, el sexo tenia que ser lo mejor de lo mejor. Ya no iba con la mentalidad de besar a la chica guapa, ahora iba apostándole todo y tratar de repetir aquella experiencia que tuve con esa mujer. Con cuanta chica pudiera conquistar.

Hablamos de otros tiempos, a los 12-13 años, las chicas ya están un poquito mas desarrolladas y empiezan en su etapa de descubrimiento. Me convertí en un verdadero adicto al sexo. Mis primeras conquistas después de este encuentro no tuve éxito, mas fue cuestión de un par de semanas, hasta que por fin pude cogerme a una compañera de clase. Y así fui cambiando de pareja como cambiaba de bóxer. Yo no me bastaba el reto de conquista, ahora quería llevarlas a la cama y comérmelas todas. Estaba hecho una bestia imparable.

Esto me causo muchísimos problemas. Celos, infidelidad y promiscuidad sobraban. Llegue incluso a hacer mucho alarde sobre el tamaño de mi pene (que repito, hoy en día sigo sintiéndome muy orgulloso de el) y tal descaro llamo la atención de gente mucho mayor que yo. No hablamos de márgenes de edad grandes, hablo de chicas de 15, 16 y 17 años. Quienes de una u otra forma, me caían como moscas. En casi todo lado y en cualquier lugar podía tener sexo. Es increíble la cantidad de veces que me llegue a acostar con varias chicas. Fuera ya a la salida del colegio, en fiestas privadas y visitas regulares a casas ajenas.

Todo esto a vista y paciencia de mi mejor amigo Ray. Siempre supe que el era bastante retraído en cuanto a relaciones se trataba. Notaba que no sentía mucha atracción por las mujeres, pero no le di mayor importancia porque yo me consideraba en ese entonces como en las grandes ligas. Y no podía esperar que otro chico fuera tan abierto al tema. Si debo admitir algo, y probablemente solo lo he dicho una vez… mi amigo Ray siempre fue un chico bonito. Es decir, si bien yo era heterosexual si podía darme cuenta cuando un chico era bonito o no. Eso no hace a nadie gay. Pues lo mismo hacen las mujeres al hablar de otras y decir que son guapas y blah blah. Ray era un chico muy bonito, de esos que podías poner a todos los chicos de la clase en fila y el primer que te llamaba la atención era el de forma automática. No fallaba. Era el típico chico que recibía halagos de las otras madres al decir que niño mas bonito.

Un chico rubio, pero no de esos rubios incandescentes. Sino de ese rubio oscurito bien bonito. Una cara preciosa, como aniñada, delgadito, muy bonito cuerpo, bajito y una sonrisa lindísima que le podía sacar el suspiro a mas de una. Supe de mas de una chica que estaba enamorada de el, pero el nunca hacia nada. De cierta forma me enojaba, pero bueno. No me importo tanto. Y conste, nunca vi a Ray con ojos de deseo o de ningún sentimiento homosexual. Para nada. Nada mas lo veía como mi mejor amigo que pues contaba con muy bonitos atributos.

Después de cierto tiempo, especialmente después de los deportes. Podía notar como alguien mirándome al cambiarme. Es decir, si hubiera sido una mujer probablemente no me hubiera importado. Es mas, muy probablemente hasta le enseñaría el paquete sin temor alguno. (Si, soy medio exhibicionista. No me avergüenza decirlo) Pero me sentía particularmente acosado al saber que se trataban de miradas de un chico. En mas de una ocasión vi a mi mejor amigo Ray observándome bien mientras me cambiaba. Me parecía extraño, así que me apartaba o simplemente entraba en una etapa de negación. O sea, pensaba en mi mismo… es Ray… pfff no puede ser gay, jamás.

Nunca le di importancia al tema, y nunca lo discutí con el. Solo en una o dos ocasiones lo sorprendí al preguntarle que si le gustaba lo que miraba. A lo que solamente me reía y apartaba la mirada. Pero en plan de broma. Hasta que me un día me dijo que sentía cierta atracción por mi, pero no se si fue por mi estado de negación o que, pero no le di mucha importancia. Pensé que seria porque nunca había estado con una chica y pues se sentía algo disperso que se yo. El punto es que no paso a mas esa confesión.

Recuerdo, haber estado en una relación con una chica. Era alemana, rubia castaña, preciosa. Pensé por un instante que seria “mi chica” y probablemente con la única con quien tendría una relación de verdad, fuera del sexo. Que dicho sea de paso, nunca me dejo tener sexo con ella. Muy raro en mi, pues era del que si la chica no me dejaba tener sexo sencillamente la apartaba. Pero esta no, esta era una chica con principios. Preciosa chica… divina. Me volvía loco. Sin duda no merecía estar con un asqueroso como yo. Pero había algo en ella, especial. La atracción sin duda era mutua, por alguna razón. Pensé por un momento que era por nuestro físico. Pero sin duda, nos llegamos a enamorar uno del otro. Desesperado, intente en mas de una ocasión tocarla o acostarme con ella. Y nunca me dejo la cabrona. Repito, que fue una cabrona porque me tenia loco. El punto es que fue la relación mas larga que tuve, hasta que llego la desgracia. Su familia se iba del país de vuelta para Alemania. Eso me destruyo por completo, por primera vez llore por una mujer.

El único que consoló mi tristeza fue mi querido amigo Ray. Que nunca fallaba para animarme. Sin duda este chico era especial en mi vida, pero jamás me imagine cuanto…

Al rato, me hice de otra “novia”, como les dije, nunca me costo. Ella era mayor que yo, pero no me importaba. A fin de cuentas lo que quería era un buen polvo cuando yo quisiera. Y además era rubia, así que mejor. A la vez, notaba como Ray empezaba a disgustarse mas seguido conmigo. Pensé que se debía a mi comportamiento tan errático y que seguramente le decía cosas inapropiadas. Pero nunca toque el tema.

Una fiesta grande se celebro en la casa de un amigo. Su casa era grande, lo suficientemente grande como para poner música a todo volumen y hacer una fogata sin que sus padres se molestaran. Obviamente había alcohol, varias parejas se avistaban. Por supuesto que yo llevaba a mi novia de juguete. Y Ray estaba sin pareja, pero tomaba mas de la cuenta. Le notaba algo disgustado, especialmente conmigo. No entendía porque. Hacia días que se comportaba bien feo conmigo.

Seguí en lo mío, hasta que de la nada vi a Ray a la par mía. Tocándome el hombro, bien serio y me dijo que tenia algo importante que hablar conmigo. Adicionalmente note su aliento a alcohol, este chico había tomado bastante. Pude notar que me llevaba a un lugar bien alejado del resto, a una parte algo oscura.

Yo estaba también algo tomado, así que no recuerdo bien lo primero que me dijo. Y solo llegue a sentir como se abalanzaba sobre mi a darme un beso. Un beso en la boca, al que yo sorprendentemente le correspondí de la misma forma. Al menos por un breve instante, antes de darme cuenta de quien había estado besando era a mi mejor amigo Ray. Me dio una sensación de asco y enojo, pero extrañamente sentí el deseo de mas. Me había gustado… así que lo volví a besar. Esta vez mas apasionado. Y en ese preciso momento, sentí algo que jamás en mi vida había sentido. Una corriente eléctrica que viajo desde mis labios hasta la punta de mis pies. Wow… que es esto?! Que acabo de sentir??

El pánico y el terror se apodero de mi en ese momento… silenciosamente. No podía creer lo que había experimentado, probablemente el mejor beso que jamás me habían dado. No se si fue porque estaba borracho o que… pero en ese momento. Como que me sentí sobrio de nuevo. Poco sabia que ese beso, era el beso que iba a marcar mi vida para siempre. Y que fue la prueba definitiva de que esa era… “mi persona”. En ese momento, no pensé eso, no hay palabras que puedan describir la diarrea de emociones que tuve en ese momento. Solo atine a dirigirnos hacia donde estaba el grupo.

La mirada de Ray era como de pena, como si algo malo hubiera hecho. Yo no lo veía mal, lo veía con otros ojos. No puedo decir que era con ojos de deseo, sino como de confusión. No entendía que me había pasado.

Seguí la noche con mi pseudo novia, quien irónicamente me pidió que me acostara con ella (ella estaba ebria). Y por primera vez en mi vida… rechace la oportunidad. No me sentía con ánimos de tener sexo ni nada. A lo mucho creo que la bese y no lo podía creer… ya no era lo mismo. Que putas me estaba pasando? Ella se enojo y me empezó a decir que si acaso no le gustaba o que… a lo que respondí mandándola a la mierda. Garrafal error haber hecho eso, pues sabia que esta mujer era terrible. De esas mujeres neuróticas. Aparte de que era mas grande que yo y me podía moler a golpes. Por lo que vi con suerte el hecho de que solo me propinara una cachetada que creo que de haberle dado otro ángulo me arranca por lo menos un diente. Lo se porque hasta el cuello me dolió. No era mi primera cachetada, pero sin duda la primera que casi me quiebra el cuello.

Al día siguiente ya no era el mismo. Lo que paso a ser una vida llena de tetas y vaginas… ahora solo me pasaba por la mente Ray. Su linda sonrisa, su cuerpito precioso… pero que estoy diciendo?! No puede ser, me hice gay??!! No no, jamás!! Ese día batalle por recuperar mis emociones, me logre hacer de una chica que sabia estaba enamorada de mi. Así que decidí terminar el trabajo y ver que tal, esa misma tarde mientras la besaba. Me di cuenta que definitivamente ya no era lo mismo, los besos me sabían a nada. Ya no despertaban en mi ese deseo de algo mas allá… por un lado sentí que debía desahogar esto que sentía. Tenia que ver que hacia, por lo que decidí verme con Ray. Yo iba mentalizado de hablar seriamente, incluso hacerme el enojado e indignado. Pero en el instante que entre en ese cuarto, cambie por completo en cuestión de fracción de segundo. Me derretí al verlo y me sentí como en paz… ya hasta se me había olvidado para que había ido. Nunca me costo conversar con Ray, a fin de cuentas lo conozco desde que tengo uso de razón. Pero esa vez, no pude decirle nada de lo que había pasado… y nos volvimos a dar otro beso. Esa electricidad viajo de nuevo por mi cuerpo, me sentí liberado. Ese beso sin duda me llego a lo mas profundo.

Conversamos del tema. Por primera vez di rienda suelta a lo que sentía y pude articular mis emociones. Confesé sentirme enamorado de el, a lo que el simplemente sonrió y me abrazo. A fin de cuentas, tampoco es que fuera un chico feo. O sea, yo podre tener lo mío. Pero Ray es sin duda mucho mas guapo que yo. Quizá por eso es que en múltiples ocasiones llegue a pensar si había sido eso lo que me tenia enganchado de el. Su apariencia. Pero pronto me iría a dar cuenta de eso de la peor forma posible y que hasta la fecha no me atrevería a volver a intentar… creo que a los seguidores de los relatos pasados sabrán a lo que me refiero.

En fin, ese día no se que me paso. Pero todo en el me pareció divino. Quise probar pro primera vez lo que seria estar con un chico. Instintivamente empezamos con un juego de caricias. (Bueno en mi ya no era tanto instinto, ya sabia lo que hacia, pero no con un hombre). Pero Ray lo hacia muy bien. Llegue incluso a pensar que ya lo había hecho anteriormente.

El resto, pues ustedes ya lo saben. Creo que esta explícitamente escrito en el relato de Ray. Para quienes no, pues no entrare en lujo y detalle. Pero esa vez fue la primera vez que recibí sexo oral de parte de un chico. Es increíble la forma en que Ray devoraba mi pene ese día. Nada que envidiarle a las chicas que me lo habían practicado a mi. Pude incluso llegar a conocer una faceta bien oculta de Ray que jamás había visto. Su fascinación por los testículos. (Comprobable hoy en día)

Obviamente ese día fue la primera vez que chupe un pene. Si me hubieran dicho que dentro de un tiempo iba a estarle chupando un pene a un chico, probablemente le hubiera escupido la cara. Pero ni yo mismo me lo creí cuando en ese momento me vi frente a frente con sus testículos en mi nariz. Devorando cada centímetro de carne que entraba a mi boca ese día. Y lo mas curioso de todo es que… me estaba gustando.

Estas sesiones se repitieron varias veces. Hasta un punto que considere ser bisexual. (quería sentirme heterosexual aun)… pero que va, las mujeres ya no provocaban en mi ningún deseo. Ray y yo tuvimos una especie de relación, éramos novios pero a la vez no. No se si me explico, no se si fue por mi estado defensivo… no lo se. El punto es que todo era nuevo para mi. Y de pronto me sentí como empezando de cero. Además, nota curiosa. No sentía atracción por otro chico que no fuera Ray. Es decir, me considere gay… pero por ningún otro chico que no fuera el. Entonces? Como es la cosa?

Esta relación escalo a escenarios un poco mas atrevidos, quizá influenciados por mi adicción al sexo. De alguna forma tenia que soltar la presa que me andaba. Y fue en un viaje a la provincia de Guanacaste. En la propiedad de mi tío, que cuenta con buena privacidad. Nuevamente, ustedes saben lo que paso ahí. Por primera vez en meses, tuve la oportunidad de nuevamente poder sentir la sensación de penetrar a alguien. Solo que esta vez, era un chico. Y lo admito, me encanto que me penetraran a mi también. Al principio quizá no fue la experiencia mas placentera. Pero sin duda le fui agarrando el gusto. De todas formas, si bien somos el rubio y yo bastante versátiles en cuanto al sexo. Nuestra posición dominante generalmente es mía siendo activo y el pasivo. No por ninguna razón en particular, o sea yo también puedo ser penetrado en cualquier momento. Solo que ambos tenemos nuestros roles favoritos.

Esto se extendió por buen rato. Prácticamente cogíamos y nos chupábamos a diario. Los que han tenido la oportunidad de tener sexo a esas edades, saben que siempre es buen momento. Siempre hay energías… siempre hay de todo.

En cuanto a que tan bien congeniábamos como pareja. Todo iba de lujo. En términos personales, nuestra personalidad si bien muy diferente. Se lograba una armonía muy bonita. El es de carácter fuerte y yo mas suave. Yo soy en ocasiones dominante y el mas sumiso. Y viceversa. Congeniábamos tan bien que nos hizo conocer cosas uno del otro que jamás hubiéramos podido conocer de no ser porque éramos novios. Pues una cosa es conocer a tu amigo en plan de amistad y otra es conocer a tu novio.

Y pues para los curiosos (a fin de cuentas se que estoy escribiendo para un sitio de relatos eróticos). Pues si, sexualmente congeniamos muy bien. Ya admití ser un adicto al sexo, pero sobre todo al sexo oral. En planes simples, y para que no haya espacio a malas interpretaciones. Y conste que lo digo de forma general, de forma puramente representativa (aclaro para que después el rubio no me reclame nada)… si no me la chupas, no te la meto. Así de fácil!!

Creo que me di a entender no? Así de serio es mi afición al sexo oral. Lo bueno es que al rubio le encanta mamar y a mi que me la mamen. (Seamos sinceros, a quien no?) Y el ya sabe que yo soy así.

Es mas, fui bastante exigente en tiempos cuando todo estaba de cabeza con Ray. Precisamente cuando me hice de novio con Erick (si has llegado a este punto sin entender una sola palabra de lo que digo, mejor ponte a leer los relatos pasados. Me da muchísima tigra explicar todo. Especialmente porque además, no son recuerdos gratos).

Ahora porque hablo de la relación que hay entre Erick y mi afición por el sexo oral? Bueno, de antemano les explico un poco de Erick. Pude notar que no se habla mucho de el. Pero en su momento fue una persona bastante especial para mi. Lo sigue siendo pues, pero el tiempo se ha encargado de enrumbarnos por caminos diferentes nada mas.

Como sabrán, Erick fue mi novio cuando tuve mis problemas con Ray por buen tiempo. El fue quien me sostuvo cuando no tenia cerca de mi rubio divino. Este chico es tico, sin embargo brota descendencia italiana hasta por las orejas. No voy a negarlo, Erick es un chico GUAPO. Si, con letra mayúscula y todo. Pelo negro, corto, una cara de galán impresionante y un cuerpazo envidiable. Hasta yo le envidiaba su cuerpo, un chico que sin duda sabe cuidarse. Le encanta la descarga de adrenalina al practicar siempre deportes que involucren velocidad y cierta dosis de peligro. Sea ya practicando wind surf en el lago arenal de costa rica hasta practicar en carreras en el autódromo la guacima.

Este chico, tiene la dicha de vivir como un rey. Su padre esta asquerosamente podrido en dinero. Lo que además lo convierte en un chico de papi y mami. (Sorry Erick si lees esto, no es nada personal. Pero sabes que es verdad). Al principio cuando lo conocí, yo no sabia nada de esto. Y fue con el desarrollar de nuestra relación que me entere del cuantioso numero de privilegios que gozaba. En fin, un chico simpático pero con su dosis infaltable de arrogancia. Aun así, llegue a conocerlo muy bien e incluso podría decir que me enamore de el y el de mi. (Ya se que les dije que el sexo oral y Erick y blah blah… espérense desesperados!! Déjenme terminar mi historia primero)

Eso si, me tope con un chico hermético sexualmente hablando. Oh por dios!! No puede ser!! El estaba apenas experimentando todo esto de ser gay y así. Recientemente se que había tenido una relación con una chica. Muy guapa por cierto. Y no quería llevar las cosas muy “rápido”. A lo mucho un par de besos. Al principio yo accedí a este jueguito. No me malinterpreten, yo amaba a este cabrón. Solo que a veces me sacaba de quicio.

Especialmente pues a los meses de nuestra relación. No sabia lo que era verlo sin boxers y francamente eso me impacientaba. Hasta que una vez se me hizo y finalmente pudimos practicarnos sexo oral. (espérense… todavía no)

Sexo oral ya fue toda una odisea, un verdadero logro. Llegue incluso a sentirme orgulloso. Me costo arduamente entender como era posible que Erick fuera capaz de mantenerse mentalmente estable al estar en un poco besuqueo sin camisa y en boxers en la noche, solos… y que no se diera ni mierda mas!! O sea por dios, tengo mis limites señores y señoras!!! Y este es un de ellos!! Desesperante!!!

En especial porque quizá nunca lo comente, pero yo no me masturbe desde la vez que tuve mi primera experiencia sexual. Bueno quizá una o dos veces, pero me sirvió de confirmación de que masturbarme se me hacia muy sin gracia. Y nunca lo hice mas. Me desahogaba con el sexo y mamadas que tenia en mis conquistas. Y esta época con Erick, no era excepción. Así que se podrán imaginar como sufría en el baño en la casa de Erick, al decirme que no era el “tiempo” aun. Hijo de su re puta madre… decía yo en mi mente.

Pero ya no!! Me sentía como el ganador de un premio Nobel. Por fin podía descargar algo de mi con Erick. Y conste que dije “algo” pues “técnicamente” si tuve que violar mi pacto de no masturbarme como en 3 ocasiones. Les explico bien… (aquí empieza… desesperados) Si bien Erick ya había accedido a practicar sexo oral, no quería que le eyaculara en la boca y menos aun tragar semen. Por lo que me advertía que le avisara cuando estaba a punto de hacerlo para poder observar. Pero hasta ahí! O sea, me la mamaba bien rico, porque eso si sabia hacer muy bien. Mamaba espectacular. Pero al sacársela de la boca para regarme, tenia que forzadamente masturbarme para venirme. Por eso digo que “técnicamente” viole mi pacto de no masturbación. Pero bueno, era eso o nada. Yo si en cambio me atrevía a tragarme su semen.

Eso lo hice en 3 ocasiones, al menos que pueda recordar. Dichosamente la tercera me dejo regarme en su pecho, ya eso fue un pequeño premio para mi. (Si yo se, soy bastante morboso. Así soy)

Para la 4 ocasión me canse de ese jueguito. Y decidí hacer trampa, así que me senté en un sillón que tenia el en su cuarto, desnudo con el pene bien erecto y piernas abiertas. Y lo invite a que me la chupara. (Que dicho sea de paso, no podía metérsela toda a la boca, pero no importa). El se acerco, desnudo también. Y empezó a descubrir el glande (siempre fue su fetiche, chupar el glande) y a chuparlo. Para al ratito empezar a comerse todo el pene (no todo, al menos lo mas que podía) mientras que sus dos manos se apoyaban en cada una de mis piernas. Para luego de un ratito, empezar a abrirse campo entre el sillón y agarrarme las nalgas. Yo puedo aguantar bastante una mamada, me encanta ver como me la chupan. Sobre todo si hacen gemidos, pero bueno. La cosa es que me la estaba chupando muy bien, como siempre. Pero esta vez decidí no avisarle cuando iba a eyacular. Sin embargo también se que el no es nada tonto, y sabia que yo me regaba después de 25-30min. Por lo que esta vez lo iba a hacer en menos de 20min para no causar sospecha.

Ya con plan en mano, o debería decir… en el pene? Simplemente me extendí bien en el sillón y le agarre su cabeza que subía y bajaba. Acariciándole el pelo y en ocasiones intentar que se comiera mas mi pene. Incluso en una se me fue un poco la mano y se quejo. Pero no paso a mas, siguió chupando como todo un campeón.

Incluso, algo con que no contaba que hiciera. Se saco el pene de la boca y empezó a chuparme los testículos. Uno por uno y después juntos. Así estuvo buen rato. Que dicho sea de paso me dijo que ya era hora de que me afeitara un poco el vello, y si tenia razón. Generalmente suelo mantener mi zona pélvica y testículos con poco o nada de vello. Pero esa vez me había descuidado un poco. En fin, cero importancia.

Cuando finalmente se incorporo a chuparme de nuevo el pene, me decidí que me iba a regar. Así que como que desconecte mi piloto automático de aguante y me deje llevar. No dure mas de 2min en esa posición, cuando sentí la inminente eyaculación. De forma que me quede callado y sostuve la cabeza de Erick de bajada.

Me vine como siempre, riquísimo. Y sentía los chorros de semen que salían de mi pene dentro de la boca de mi amante. Quien a los pocos segundos se percato del cuerpo extraño que había en su boca y de inmediato se retiro y empezó a escupir. Cuando finalmente se repuso me dijo que era un idiota jajaja. Sinceramente pensé que se iba a poner bravísimo, pero no. Solo puso su cara de disgusto y me dijo que ahora me tocaba a mi. A lo que accedí a hacer de inmediato. A diferencia de el, yo no tengo problema para tragar semen. Así que no me puede hacer nada para vengarse. Se la chupe, y con todo gusto. Incluso hasta repetí la faena que me hizo a mi en los testículos. Quedo fascinado. Como el tiende a cuidar mas de su cuerpo, me garantice un área totalmente libre de vellos. Eso me encanta.

No tocamos el tema sobre mi semen en su boca. Todo transcurrió normal. Al día siguiente, el vino a mi casa. Y me empezó a besar. Por alguna razón andaba bien caliente y quería desahogarse. Y yo con todo gusto. Eso si, le pregunte si le había gustado el semen, por lo menos lo poco que sin duda se que involuntariamente trago. Y nada mas me sonrió y me dijo… “no estaba mal”. Le pregunte si lo quería de nuevo… y me dijo que si. Yo por dentro estaba como SCOREEEEEEE YOU BITCH!!!! (como gesto de alegría nada mas, no porque mamara como tal).

Me tomo segundos quitarme absolutamente toda la ropa de la emoción. Si, así de alegre me pone que me practiquen sexo oral. Todas y cada una de las mamadas son como si fuera mi primera vez, no me canso.

Al ser muy reciente el asunto, no estaba muy erecto que digamos. Pero nada que una boca ansiosa no pudiera arreglar. Con solo quitarse su camisa y poder apreciar su precioso pecho y abdomen (puede ver como ya estoy abiertamente gay). Se agacho donde yo estaba y se metió mi pene flácido. Horas antes me había quitado ya los vellos, por lo que Erick se estaba dando un buen gusto. Mientras que yo de pie era testigo de cómo se intentaba tragar todo mi pene.

Esta vez dure lo que tenia que durar, como siempre lo hago. Y finalmente pude sentir sin remordimiento o preocupación de nada… eyacular libremente en la boca de este chico. Quien esta vez aguanto como buen campeón, haciendo uno que otro gesto de disgusto, pero valiente. No se retiro esta vez, aunque si se le escapo un poco de semen por los labios que rodeaban mi tronco. Para que finalmente se tragara todo poco a poco. No dijo nada, por tragarse lo que tenia en la boca. Me limpio nuevamente el pene de los residuos de semen que habían quedado. Que muy bien se trago también.

Me sentí muy bien por eso. De cierta forma hasta orgulloso. Esa confianza me permitió preguntarle sobre el próximo paso… le dije que cuando podía cogérmelo. A lo que me dijo así sin mas, que después… porque no tenia condones. Su respuesta me sorprendió, no pensé que fuera así de rápido. Pero para su desgracia (en caso de que hubiera tenido intenciones de eludirme) le dije… acá tengo condones. Que tan mal me conoces…

Atrapado en su propia mentira, me dijo que después. Que prometía dejarse, pero después. Le pregunte que cuando… y solo me dijo que ahorita no porque yo acababa de venirme. A lo que le respondo que eso ni siquiera es un problema, en momentos puedo estar erecto de nuevo. Se quedo en silencio y me dijo que tenia cierto temor. Ya tuvimos una platica ahí medio personal, hasta que finalmente lo convencí de tener sexo de verdad.

Comprendo que estaba un poco nervioso, seria su primera vez. Pero le prometí que todo estaría bien. Irónica situación dada la contrastante mamada que me dio media hora antes. En fin, lo puse en 4 en la cama. Con las piernas semi abiertas. Me di un gustazo tremendo viendo sus perfectas nalgas y piernas y contorno de espalda… que me entraron unas ganas feroces por comerme ese ano. (definitivamente soy gay gente, no se porque hay gente que dice que no con semejantes acto)

Inmediatamente hubo reacción de Erick ante mi feroz intrusión de lengua en su ano. Fue un gemido, pero sin duda lo estaba volviendo loco por la forma en que se movía, quizá involuntariamente. Hasta llegue sacarle unas palabras que recuerdo como si fuera ayer “oh por dios… ahh que delicia”. Acto seguido le metí 2 dedos delicadamente, a lo que no hubo absolutamente ninguna queja. A pesar de ser su primera vez se estaba comportando muy bien. Estaba siempre acostumbrado a escuchar quejas cuando quería penetrar a alguien por detrás. (Si hablo de las mujeres con quienes me acostaba) Pero Erick, no decía nada. Al contrario, solo gemidos. Decidí hacerle sentir mas placer al coger su pene y masturbarlo un poco mientras que con mi otra mano trabajaba su ano.

No pensé que fuera necesario tomar mucho tiempo, dada la buena respuesta de Erick ante objetos extraños en su esfínter. Así que decido ponerme bien de pie y dirigir mi potente erección hacia su ano, cuando en eso me dice que si me puse el condón… oh por dios, te tragaste mi semen!!!! Pensé… pero simplemente me limite a dirigirme donde tenia los condones y coger uno. Ya me lo puse en frente de Erick para que lo viera y dejara de joderme. Y nuevamente me puse detrás suyo, dirigí mi pene hacia su ano y empecé con un movimiento circular a meterle la punta. Pensé que me iba a tomar mas trabajo meterle el pene, dado que por experiencia se que una cosa son los dedos y otra cosa es el pene. Todo esta en la mente, la mujer u hombre se acostumbra por un instante a tus dedos… pero al saber que viene el pene como que se ponen tensos. No se, como que piensan que les vas a meter un reactor nuclear en el ano. Haciendo el trabajo mas difícil. Pero esta vez no, entre muy rico. Sin mucha oposición. Ya iba por la mitad del pene y constantemente veía la respuesta de Erick. Le dije que si quería abrirse las nalgas el mismo para que se sintiera mejor (mentira, no tiene ningún efecto mas que mental. es que me encanta ver esa escena) a lo que accedió de inmediato. Yo fascinado ver como se abría sus nalgas para mi, de inmediato comencé a meterle mas y mas mi pene. Hasta finalmente llegar hasta el fondo.

Me sorprendí bastante, porque mínimo espere que me parara o empezara a quejarse. Pero no, lo tenia bien ensartado y cero quejas. Por la confianza que me inspiro mi amante, decidí tratarlo como si ya hubiera sido cogido varias veces. Quería que sintiera una verdadera cogida. De forma que le abrí mas las piernas e inmediatamente empecé a bombearle ese ano. Mi forma de coger consta básicamente de sacar lo mas que pueda el pene para volverlo a meter hasta el fondo. Teniendo el suficiente cuidado de no sacar al punto de que tenga que usar mi mano para volverla a meter. Esto mientras que aprovechando mi tipo de erección recta, decido elevarme de tal forma que ingrese inclinada hacia abajo con un ligero movimiento circular a medio entrar. Con el tiempo aprendí esto y me di cuenta de que vuelve loco a cualquiera. Si no, que lo diga el rubio y las mujeres con quienes practique este movimiento.

También soy de contacto físico, por lo que nalguear y acariciar son algunos de mis fuertes. No hace falta decir que Erick estaba gimiendo como loco, incluso tuve que taparle la boca porque no sabia quien podía estar cerca. Así estuve buen rato bombeando ese delicioso ano, aprovechándome además de cuanto rincón mis manos pudieran encontrar en ese exquisito y perfecto cuerpo de atleta.

Decidí rápidamente cambiar de posición, le di vuelta bruscamente y pude ver su cara de lujuria. Este chico estaba en las nubes, no abrió sus ojos mientras lo movía, estirando sus piernas a mas no poder y yo en medio con mi pene a reventar de lo excitado que estaba sobre sus testículos. Finalmente, cogí de nuevo mi pene y se lo inserte de una vez en su ano hasta el fondo. Lo bombeaba frenéticamente a mas no poder, llevaba buen rato de no coger así de sabroso. Sudaba como cerdo e incluso perdí mi control sobre mis propios gemidos. El cansancio era tremendo, pero no me importaba. Tenia que darle con todo a este chico tan rico. Incluso, era tanta la excitación que tenia… que considere seriamente una violación a mi código de ética personal. No eyacular en ese ano tan sabroso. Es decir, técnicamente si iba a eyacular dentro de el. Pero en un condón a fin y al cabo. Por lo que aprovechando su estado de éxtasis, me acerque a el para besarlo apasionadamente mientras le bombeaba sabroso. Y le pregunte que si me dejaba quitarme el condón… a lo que me respondió de inmediato que si. Creo que ni lo pensó, simplemente reacciono.

Inmediatamente saque mi pene y me deshice rápidamente del condón que tenia puesto. Para segundos después volvérselo a meter hasta el fondo y reanudar el bombeo. No pasaron mas de 3min cuando Erick empezó a gemir mas fuerte y a retorcer su cuerpo. Se estaba viniendo… pude apreciar en primera fila como de su pene salían chorros de semen que iban a dar a su mejilla, pecho y poco a poco conforme perdía presión caían sobre su abdomen. Esto ya fue demasiado para mi, creo que ni teniendo la concentración de buddha podía evitar que mi eyaculación fuera muy pronto. Semejante escena me marco un limite de segundos para venirme… creo que no dure ni 20 segundos cuando sentí que mi pene estaba a punto de eyacular.

Simplemente se la deje ir de a fondo y me quede ahí. Soltando cualquier cantidad de semen dentro del ano de mi amante. Estoy seguro que tuvo que haber sido una cantidad monstruosa, porque pocas son las veces que estoy así de excitado. Mi marca oficial de distancia de eyaculación es de aproximadamente 1,5 metros. Lo sabia porque gracias a las sesiones orales anti-ley de no masturbación con Erick, me permitía eyacular a la libre. Sin embargo, ninguna de esas sesiones le llega a los talones de cuan excitado estaba esa vez, que calcule que si le hubiera sacado el pene para eyacular, mínimo sus buenos 2,5 metros hubiera alcanzado. Pero nunca lo sabré, es solo mi hipótesis. Pero bueno, la cuestión es que caímos rendidos. Poco me percate del escandalo que hicimos. Y francamente poco me importo, esa fue una cogida de campeonato de categoría mundial.

Esto tuvo un efecto rebote bastante incomodo, aun incluso después de haber terminado oficialmente con Erick en aquel entonces. Dado que ya había vuelto con Ray como siempre había deseado desde el principio. (Y como muchos pudieron leer en el relato anterior) Esto porque esa no fue la ultima vez que tuvimos sexo Erick y yo. Erick literalmente se volvió adicto al sexo como yo después de esto, solo que el quería que fuera yo quien le diera. Aun durante mi relación con Ray, el me insistía que saliéramos. (sabiendo perfectamente como es Ray de celoso) Y yo se que esas salidas realmente eran para que terminara en una cogida. Obviamente no pude hacerlo, ya que estoy seguro que amanezco sin pene al día siguiente. Aparte, le tengo demasiado respeto a mi rubio. Y lo amo demasiado. Creo que no hace siquiera falta decirlo, el simple hecho de hayamos y seamos aun capaces de aguantarnos por 7 años de relación. Dice mucho sobre cuanto nos amamos. Sin embargo esto no quiere decir que no nos demos nuestras respectivas muestras de amor como por ejemplo los típicos “te amo” y “te quiero mucho”. Sumado a la cantidad excesiva de besos que nos hemos dado durante nuestra relación. Todos sinceros, aun cuando estemos disgustados el uno con el otro por situaciones que inevitablemente pasan durante una relación de pareja.

Lo de Erick, simplemente no funciono. Mi decisión no se baso enteramente en mi retorno con Ray (aunque si concluyente). La relación se volvió un tanto superficial, al punto que el sexo parecía ser mas importante que la relación en si.

Yo podre ser un adicto al sexo como lo soy y estaré siempre disponible a tenerlo donde sea y como sea. Incluso podre considerar el sexo como el mayor placer del mundo, seguidos por comer (en serio, como demasiado y no engordo) y de tercer lugar dormir. Pero al menos se marcar una línea de respeto que defiendo a capa y espada. Se apreciar a mi novio, próximamente mi esposo, mi rubio. Se disfrutar de su compañía y lo amo con toda mi alma. Se hacerle el amor a mi rubio. Ya no es solo sexo, uso dicha palabra para expresarme nada mas. Y de paso para provocarles una que otra corrida que seguro se habrán dado al leer esto. (No soy estúpido, se que a eso vienen). Y no se si habrá alguna mujer haciéndose el trabajito ahí también leyendo esto, no tengo idea, clásico Butter Finger.

Pero también quiero que se lleven consigo la experiencia de cómo fue que nació tan bonita relación. Que parece sacada de un cuento de hadas (eso no sonó medio mariposon? No se, me parece).

Para lo que se extrañen de cómo hará o reaccionara Ray al leer esto. No se preocupen, el conoce estas historias mas que nadie. Solo que no sabe cuales (en el momento que escribo esto) estoy escogiendo. (me imagino que el sabe que les iba a hablar de sexo, el sabe que soy un aficionado al sexo).

Pero bueno, creo que se me acabo la cuerda. Realmente no puedo prometer volver a escribir mas relatos, al menos de mi parte. Este sinceramente me consumió bastante tiempo. Y lo peor que lo hice de un solo tirón. Aunque descubrí que me gusta escribir de sexo. No me juzguen, es mas, ni siquiera les debería de sorprender viniendo de alguien como yo. Pero bueno… “Im just saying”.

Espero que les haya gustado mi versión de la historia. (y si no, you can suck my dick) Estoy seguro que omití muchos detalles y cuestiones que se abarcaron del otro lado de la moneda en los relatos pasados. Pero estamos hablando que esos relatos tomaron años en ser desarrollados, y en partes. Mientras que yo estoy acá tratando de recordar cuanto detalle pueda en menos de un día.

En fin, hasta aquí llegare con mi escritura de este relato. Muchas gracias a los lectores fieles que nos felicitan y nos mandan sus comentarios. Siempre son bienvenidos. Leemos todos y cada uno de ellos, sin excepción. Si no fuera por ellos, no sacaríamos el tiempo para hacer esto. (Al menos Ray, yo solo hice este)

Especial dedicación a mi futuro esposo, Ray M. Müller. Te dije cabronazo hace 6 años exactamente que algún día me iba a casar con vos. Si bien no tenemos fecha aun, estoy seguro de que será muy pronto. Te amo mi amor, con toda mi alma.

Junito/Kiwi


Solo para ti

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Hoy cierro los ojos para recordarte, como se hace con las cosas bellas, te hacen cerrar los ojos para grabarlas en tu alma para siempre. Lo nuestro es lo más bello que ha pasado en mi vida.

Recuerdo esa noche, entre y te vi entre la multitud, nuestros ojos se cruzaron en ese gran salón y adore tu mirada al instante, poco a poco nos acercamos, atraídos por algo invisible, nos presentamos y por detrás alguien me saludo, te cogió la mano y me presento, mi alma se partió en mil pedazos cuando descubrí que nada pasaría entre tú y yo, lo nuestro acabo aun antes de empezar, desde ese momento cualquier historia entre nosotros estaba prohibida, pero señores no saben ustedes que basta con prohibir algo, para hacer que pase a ser aún más deseable?

Eso me paso a mí, el resto de la noche te observe, te escuche embelesada mirando tus labios al hablar y yo esa chica liberal, la que juraba nadie domaría caía en tus redes sin echarlas siquiera.

Esa noche acabo y me dormí pensando en ti, soñé con tus caricias y el problemas no es que estuvieras en mis sueños, el problema es que no podías estar en mi realidad.

No volví a verte en semanas, hasta que la vida nos volvió a reunir, un fin de semana por delante y mucha gente más.

Para mí solo existías tú, tus conversaciones, tus miradas, tus besos a ELLA.

Eso hacía que me doliera el alma y me recordaba de nuevo que lo nuestro estaba prohibido.

Estábamos en el campo y me caí, tú me diste la mano para levantarme y note chispas entre nosotros, tus manos rozaron mi piel y estabas tan excitado como yo, el temblor de tus manos te delataron. Tus ojos lanzaban chispas y te apartaste, tú sabias que no podías sentir eso por mí.

Escapaste de mi lado tantas veces como pudiste, aunque cada vez nos costaba más, te amaba tanto que adoraba oír tu voz, verte a lo lejos y solo saber que estabas allí ya me llenaba el alma de felicidad.

Nunca pedí una vida más fácil, solo pedía ser más fuerte, para ser capaz de decir que no al amor, al deseo de sentir tus caricias, tus besos, el calor de cuerpo desnudo junto al mío. Y oculte durante meses mis sentimientos, tú hacías lo mismo con los tuyos y tan solo disfrutamos el uno del otro a lo lejos.

Un día nos encontramos en el centro, jamás olvidare ese día en el que tuve que concentrar todo mi amor por ti.

Nos saludamos y me invitaste a un café, nos sentamos en esa mesa redonda y demasiado pequeña, nuestras rodillas se rozaron, y volvieron a saltar las chispas.

En ese instante me miraste, cogiste mi mano y me dijiste:

-a veces me pegaría, por no ser capaz de tener el valor para ir a buscarte y cometer todas las imprudencias que esto que hay entre nosotros exija, sé que sientes lo mismo –me dices nervioso-

-no es posible, no podemos hacerle esto, ella te adora y yo la adoro –te digo con pesar-

-yo también pero no puedo evitar esto que siento por ti nena.

-podemos como hasta ahora hacer como que no sentimos nada –te aconsejo sin estar demasiado convencida-

-quieres que haga como que no siento esta locura por besar tus labios, por desnudar tu lindo cuerpo y besar cada rincón de él mientras te repito mil veces que te amo y que siempre te amare.

Cuando oigo que me amas mi corazón se hincha y mi cuerpo responde excitándose, mis pezones se endurecen bajo mi fina blusa blanca y te das cuentas, miras mis pechos y mis pezones se endurecen aún más bajo tu mirada, sin poderlo evitar, miras hacia los lados y estiras tu mano, la punta de tus dedos rozan mi pezón y yo jadeo.

-cómo puedo evitar no desearte, dime que hago para no sentirme así en tu presencia nena

-no sé qué decirte, no sé cómo reaccionar, como voy a pedirte que no me desees… si me muero porque me toques.

Le gente a nuestro alrededor no imagina el suplicio que vivimos.

-ven conmigo nena, solo hoy, te necesito. Por favor

Tú te levantaste y tendiste la mano, yo no puedo decir más veces NO. Cogí tu mano y juntos salimos de esa cafetería, nos mezclamos entre la gente que paseaba en esa tarde invernal de un sitio a otro, nos mirábamos mientras tu mano acariciaba la mía, calentándola, haciendo que esa mínima caricia mandara corrientes eléctricas al resto de mi cuerpo.

Me senté en tu coche y salimos de la ciudad sin hablar, a veces es mejor no romper el silencio si no eres capaz de mejorarlo.

Por el camino paraste y llamaste por teléfono, yo sabía a quién y también sabía que le estabas diciendo, sabía que estabas excusándote, pidiendo un tiempo muerto a tu vida, un tiempo para nosotros, único.

Volviste a mi lado y tan solo me sonreíste, cuando llegamos al sitio cogiste de nuevo mi mano y juntos entramos en ese hotel, juntos subimos en el ascensor, yo olía tu perfume que enturbiaba mis sentidos, abriste la puerta y entre, cerraste tras de ti.

Me quede de pie en el centro de la habitación y te acercaste, abrazaste mi cintura y bajaste tu boca a la mía, me besaste y en ese momento sentí que ese sería el beso por el que mediría el resto de los besos de mi vida.

Pasamos no sé cuánto tiempo besándonos, sin hacer nada más que juntar nuestras bocas, nuestros labios, nuestras lenguas. Allí de pie subiste tus manos por mi espalda y un escalofrió recorrió mi columna vertebral.

Desabrochaste uno a uno los botones de mi camisa y la abriste sin quitarla, tu boca beso mi escote, toda la piel que escapaba al sujetador, suspirabas cada vez que notabas mi piel erizarse bajo tu lengua hambrienta. Desabrochaste mi falda que cayó a nuestros pies y sacaste la camisa por mis hombros, mis medias siguieron a mi falda y yo seguía atesorando cada movimiento tuyo para revivirlo mil veces el resto de mi vida.

Reuní el valor para desabrochar tu corbata, saque tu camisa del pantalón y empecé a desabrochar los botones, metí mis manos y por primera vez toque tu cuerpo, tu piel estaba caliente bajo mis dedos, aparte la camisa y bese cada milímetro de esa piel, tu suspirabas.

Desabroche el pantalón y poniéndome de rodillas lo baje lentamente, dejando solo tu ropa interior, que abarcaba tu sexo henchido, la tela estaba tirante y acerque mi boca, lamí hasta mojarla y note crecer aún más tu sexo, tu jadeabas flojo agarrado a mis hombros desnudos, baje el calzoncillo y tu sexo apareció ante mis ojos, tu polla se me antojo preciosa, respire echando mi aliento sobre ella y tú me levantaste por debajo de los brazos.

-ven preciosa

Me llevaste a la cama y me sentaste al borde de esta, te arrodillaste ante mí y volviste a besarme, bajaste por mi cuello y de nuevo en mi escote, esta vez no te paro el sujetador, sacaste mis pechos y jadeaste justo antes de besarlos, de mordisquear mis pezones ya duros.

Tus dedos y tu boca acariciaron mi vientre, mis muslos, mis piernas y volvió a subir, se detuvo en mis muslos, besándolos, lamiéndolos, mordisqueando la cara interna y subiste a mis inglés, mi sexo palpitaba anhelante, casi me daba vergüenza la humedad que encontrarías, cuando tus dedos buscaron mis braguitas y apretabas en el centro hundiéndolos en mi sexo con solo la braga separándote de mi interior.

-levántate preciosa te quiero desnuda

Desabrochaste mi sujetador sin dejar de mirarme y bajaste mis bragas, volví a sentarme y me abriste las piernas, llevaste tu boca al centro de mi cuerpo y abriendo los labios de mi vagina posaste tu lengua, lamiste toda mi rajita, me dolía el sexo de tanto deseo, succionaste y hasta mordisqueaste mi vulva. Yo jadeaba mirándote, agarre tu cabeza y te empuje un poco hace mi sexo, metiste tu lengua en el penetrándome hasta que tuve un orgasmo sin dejar de mirarnos.

-te deseo tanto que me duele, me da miedo no darte lo que quieres, lo que necesitas, guíame princesa. Dime lo que quieres

-te deseo solo a ti, hazme el amor, follame, dámelo todo porque hoy soy enteramente tuya

Te levantaste y tirando de mí me sentaste en la mesa que había, abriste mis piernas y te colocaste en medio y tu polla rozo mi coño hambriento, me agarraste los muslos y te hundiste en mí. Me estabas follando y me estabas volviendo loca, entrabas y salías, una y otra vez, dentro y fuera hasta que no pude más y agarrándome a la mesa me corrí, apreté tu polla en mi interior y me miraste

-me encanta estar dentro de ti, he soñado tantas veces con follarte

Me levantaste de la mesa y me llevaste a un sillón, subiste una pierna mía, y mientras me acariciabas volviste a penetrarme, me tocabas la pierna y empujabas dentro de mí, detrás de mí, mordiéndome un hombro, empujando, empujando moví mis caderas apreté tu polla y note como te corrías jadeando, mordiendo, lamiendo y besando mi hombro. Aun acariciabas mi muslo cuando saliste y note como por mis muslos escurrían tu semen.

Nos duchamos juntos y nos tumbamos en la cama, ambos de lado, volvimos a acariciarnos, hablamos de encuentros pasados y me dijiste:

Desde que te vi en la fiesta supe que serias mi condena, con el tiempo fuiste mi amor prohibido, esa mujer que por más que intente jamás dejare de amar.

Me fundía con tus palabras, con tu mirada, con tus caricias ahora dirigidas de nuevo a mi entrepierna, te colocaste mi pierna sobre tus caderas y frotabas mi coño de nuevo mojado, metías tus dedos dentro penetrándome, haciendo que gimiera de placer, mientras mordías mi boca, ahora no eras tierno, no había delicadeza en tus dientes y yo amaba también eso en ti, con la mano libre estrujabas mi culo y me acercaste a tu polla, sacaste tus dedos y volviste a penetrarme, nos movíamos despacio, sin prisas, esta vez quería que durara.

Te echaste de espaldas y me arrastraste encima de ti y cabalgue sobre tu polla ahora existente, tus manos amasaban de nuevo mi trasero, flexionaste las rodillas y la penetración se hizo más profunda, levantabas el culo del colchón y yo movía las caderas, volví a correrme llena de tu polla, mojándote. Me empujaste haciéndome patinar por tu cuerpo, te pusiste de rodillas y me pusiste ante ti de rodillas, apoyaste mis manos en el cabecero y note tu boca en mi espalda tu lengua lamia dejando un camino de saliva siguiendo mi columna, bajaste a mi culo y seguiste lamiendo, abriste con tus manos y note tu lengua lamerlo, mojarlo y un dedo apretaba, intentaba entrar y lo consiguió, note un pequeño dolor.

-relájate, quiero poseerte por completo

Me decías mientras tu dedo abría mi culito virgen, cuando entro por completo seguías besando, me relaje y empezaste a moverlo dilatándome, hasta que te incorporaste y tu polla mojada de mis fluidos empujo y metiste la cabeza, dolía y tu empujabas, despacio, despacio, dolor, caricias, besos, lamidas, relajación y empecé a sentir que me abrías, me partías en dos y empecé a desear hasta ese dolor, quería más, lo quería todo

-sigue, quiero más, lo quiero todo

Te agarraste a mis caderas y de un empujón me abriste y yo grite, tú paraste y de nuevo besaste y lamiste hasta que me acostumbre y empezaste a moverte, a follar mi culo y yo empecé a disfrutarlo

-qué bueno mi vida, que rico, que estrecho

-sigue, no pares

-no podría hacerlo por nada del mundo nena

Me pellizco el clítoris y empujo, ambos jadeábamos

-no puedo más preciosa, voy a llenar tu culito de leche, ahora nena córrete conmigo

Empujo y ambos nos corrimos, de nuevo note su semen esta vez en mi culo.

-te amo, te amo

Nos dijimos antes de quedar dormidos, a media noche desperté y le vi mirándome

-no quería perder un minuto de esta noche

Me dijiste y de nuevo te desee, baje a tu polla y empecé a besarla, a lamerla, a dejarla resbalar entre mis labios, la metí por completo en mi boca y succione, crecía mas, se endurecía al máximo y yo no dejaba de lamer, de besarla, de masturbarte, baje a tus huevos y los lamí, los bese, los metí en mi boca, mientras te oía jadear, gemías como un loco, y yo seguía cuando tú me acercaste subiste mi pierna y acercaste tu boca a mi coño, lo lamiste y me subiste encima de ti, ambos lamimos, mordimos y besamos a la vez, yo te hacia lo que tú y tu hacías lo que yo hasta que me llenaste la boca de semen y yo me corrí en la tuya, ambos chupamos golosos hasta la última gota.

En ese momento pensé que hay momentos en los que miras y no sabes exactamente que paso pero sabes que desde que paso nada volverá a ser lo mismo jamás.

Cuando nos relajamos, me miraste y me dijiste:

-te amo princesa, como voy a vivir sin ti?

-no podemos necesitarnos porque no podemos tenernos

Los dos lo sabíamos, jamás seriamos felices haciendo daño a quien más queríamos, y si sacábamos lo nuestro de esa habitación, terminaría muriendo por el dolor que causaríamos.

-te propongo algo

Me dijiste de repente algo menos triste

-cada día veinticinco aquí, una noche, una tarde, una ilusión para poder enfrentarnos al resto de los días sin tenernos.

Lo pensé y supe que volvería.

Una vez leí que no hay que esperar a que pase la tormenta, es mejor aprender a caminar bajo la lluvia y eso quería hacer

No podía seguir ignorando lo que sentía, lo que deseaba, solo podía reducir al mínimo los daños.

Además pensé también en que no hay peor nostalgia que añorar lo que no ha existido.

Y nosotros existíamos, tampoco éramos culpables de amarnos, yo no lo busque, él no lo busco simplemente sucedió, pensé tras tu beso. Te vestiste y te ibas tras un triste adiós, salte de la cama, te pille ya en la puerta y me abrace a tu cuello, nos besamos durante minutos, te dije mil veces que te amaba, me dijiste mil veces que me amabas, sabiendo ambos que no volveríamos a decírnoslo, ni a besarnos, ni a abrazarnos, hasta el veinticinco.

Saliste de la habitación y del hotel y yo mire por la ventana y te vi, te giraste y nuestros ojos se encontraron, me lanzaste un beso que yo devolví como una tonta.

Me tumbe en la cama y olí las sabanas que olían a ti, a mi amor, al marido de mi MADRE.

Hoy es veinticinco y he recordado todo esto esperandote, oigo la puerta y te veo entrar con una sonrisa, vienes a mi y me abrazas, mientras me dices sobre mis labios:

te he echado de menos mi amor

y yo a ti

No Quiero Más Putas

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El abogado Lucas Madariaga era un asiduo visitante del burdel “Ensoñación” dirigido por madame Ivette.

Madame Ivette era una antigua prostituta que conocía el oficio desde adentro y desde hacía unos años regenteaba una cadena de prostíbulos importantes y el más grande e importante era justamente “Ensoñación”

Allí se podían encontrar las mejores putas de todo el país y había para todos los gustos. Blancas, mulatas, negras, delgadas, entrada en carnes, de tetas chicas, de tetas grandes, muy jóvenes y no tanto, etc. Había de todo.

Lucas iba regularmente al burdel dos veces por semana y generalmente elegía la misma puta una vez que había seleccionado la que más se ajustaba a sus gustos. El problema era que Ivette no mantenía las mismas putas en el mismo lugar por más de seis u ocho meses, cambiándolas a otro de sus locales.

Si bien éste era un inconveniente para Lucas, otros clientes concurrían asiduamente en busca de nuevas caras (o mejor dicho, nuevas conchas).

Decidido a modificar esta situación pensó en tener una puta propia, quizás pagando un extra, pero que Ivette no la cambiara. La propuesta recibió un rotundo nopor parte de la madama.

La posibilidad era entonces en tener una puta en su casa y comenzó a buscar y consultar entre sus amigos. Recordaba que una vez una de las putas de Ensoñación le había comentado que ella había sido comprada por Ivette en el “hotel” de Santos Valenzuela, que se dedicaba a la venta de mujeres. Luego de meditarlo llegó a la conclusión que visitaría a ese tal Santos Valenzuela y que era mejor disponer de una esclava en lugar de una puta en su casa, estaría a su entera disposición, sin posibilidades de dejar su “puesto de trabajo”

Así planteado, el punto era dónde conseguir esclavas y dónde encontrar el “hotel” de Valenzuela. Buscó a ese tal Santos Valenzuela, y encontró que regenteaba el Hotel “Vidas Paralelas” En su condición de abogado tuvo acceso a información respecto de tan curioso personaje y del hotel.

Así se enteró que todas sus operaciones eran perfectamente legales, de acuerdo a usos, costumbres y leyes vigentes. Efectivamente cada mes se procedía a una subasta de mujeres cuyo origen se evitaba dar a conocer. Tuvo algunas evidencias de ciertas “atenciones” que tenía con la policía para que no lo molestaran. Consultó con otros abogados al respecto y le mencionaron leyes por las cuales podían esclavizar algunas muchachas y mediante un trámite ante el juzgado correspondiente, se lograba que los jueces las declararan esclavas de por vida. En estas condiciones la mujer en cuestión no tenía otra alternativa que someterse a su dueño, perdiendo todos sus derechos. Obviamente entre esos derechos que perdía estaba el de negarse a ofrecer su cuerpo en el momento y circunstancia en que su dueño lo requería.

Sabiendo entonces que se harían las cosas de acuerdo a derecho se dirigió al “hotel” para hablar con su dueño. Allí lo recibió Santos Valenzuela. El diálogo que se desarrolló fue el siguiente:

-Señor Santos, quiero hablar claro para que nos entendamos desde el comienzo. Quiero comprar una esclava. Soy abogado y deseo que todo se haga de acuerdo con las leyes.

-Señor Madariaga. Nuestra empresa tiene inspecciones periódicas de las autoridades competentes y nunca han encontrado nada fuera de la ley. Puede estar seguro de eso. Las mujeres que vendemos están todas registradas como esclavas o putas, con certificados médicos de salud ¿Qué es lo que busca?

-Soy asiduo concurrente del burdel Ensoñación. Es el mejor lugar para buscar una buena puta. He encontrado allí mujeres con destacados cuerpos que han aceptado todos mis caprichos.

-Ya lo creo que es el mejor burdel, señor Madariaga. Periódicamente le vendo las mejores mujeres a Ivette, la regente del lugar.

-Ocurre que cuando encuentro la puta con la cual me siento a gusto, ella la cambia de destino y debo comenzar nuevamente a probar varias hasta que encuentro la que me gusta y luego de un tiempo, otra vez la cambia de destino y volver a empezar.

-Es una costumbre que ella tiene. Por eso me compra putas nuevas. No quiere que los clientes se aburran cogiendo siempre en un plantel que no se renueva. ¿Qué tipo de esclava busca?

-Fundamentalmente para poder cogerla en el momento que quiera, de la manera que quiera y por el agujero que quiera. Complementariamente deberé hacer las cosas de la casa. Limpiar, ordenar, cocinar, etc.

-Por lo que me dice no está pensando en someterla a vejaciones fuertes, “bondage” o castigos severos.

-Solamente la castigaré si no cumple con sus obligaciones, pero nada de látigos ni cosa por el estilo. Estará en penitencia encadenada o algo similar. Eventualmente alguna descarga con picana. ¿Puede conseguir una esclava para ese uso?

-Todo se puede conseguir y lo que me pide no es nada extraordinario. Nosotros hacemos subastas de mujeres una vez al mes. Ayer me llamaron los muchachos que recogen mujeres en la calle y me dijeron que ya tenían once y venían para acá. Es un número elevado y si bien la primavera es la época más propicia de recolección, once es un número considerable.

-Entre las mujeres que traen, seguramente habrá alguna que cubra sus expectativas. Cuando mi padre comenzó este trabajo, hace ya cuarenta años, ha llevado un registro con fotos de todas las mujeres que pasaron por aquí y fueron vendidas y yo he seguido esa costumbre.

-De cada esclava tenemos una foto de frente y una de perfil, por supuesto desnudas, y una ficha técnica con el nombre, la edad al momento de la captura y de la venta, fecha de nacimiento, altura, peso y otras medidas, copia de la declaración de esclava por parte del juez, número de documento, etc. Esta empresa ha vendido al día de hoy 3.517 mujeres y tenemos las fichas de todas.

-Le propongo que busquemos los últimos remates y me indique cuál de esas mujeres sería de su agrado, para tener una idea de lo que busca.

-Ante todo busco una esclava de no más de veinticinco años, de caderas angostas pero buen culo y tetas medianas pero bien firmes.

-Bien, comencemos a mirar y usted me dice, al ver las fotos, cuál le gusta. Por supuesto esas mujeres ya han sido vendidas, pero sabiendo el tipo de cuerpo que busca, seguramente entre las que se incorporan se puede encontrar la adecuada.

Comenzaron a pasar fotos de las mujeres que en los últimos doce meses habían sido subastadas o vendidas en forma directa. Lucas le indicó tres de las jóvenes que le mostró, que podían cubrir sus expectativas, con lo cual Santos ya sabía qué buscaba su cliente.

-Tengo una consulta. ¿Las mujeres que vende, aceptan su condición de esclavas y que serán sometidas a la voluntad del comprador?

-Todo esto es un proceso. Mis hombres recorren las calles en busca de la presa a cazar. Una vez detectada, se la sigue hasta que encuentran el lugar y el momento adecuado para secuestrarla. El factor sorpresa es el más importante. Dos de los hombres se abalanzan sobre la mujer, la dominan y la introducen en la camioneta. El que estaba en el volante a la espera arranca rápidamente mientras los otros dos la amordazan, le atan los brazos y las piernas y se aplica un anestésico.

-Una vez capturada la mujer en la calle se la lleva a una casa rodante ubicada en las inmediaciones, que tiene diez celdas y dos pequeños dormitorios, un baño y una pequeña cocina. En las celdas se alojan las capturadas y en los dos dormitorios están los guardias.

-Se les administra un calmante y un somnífero que seguirán tomando mientras continúan las capturas y hasta que llegan a este hotel.

-Una vez aquí lo primero que se hace es que tomen un baño y pasen al consultorio del médico para proceder a un exhaustivo examen y se le realizan los análisis correspondientes. También el médico le estampa con tinta un número en la espalda que la identifica. Terminado este proceso, comienza el sometimiento. Se las reúne en una espaciosa celda con rejas. Allí deben esperar una media hora, estando, por supuesto, desnudas. Luego yo, personalmente, les indico cuál es el futuro. Quizás éste sea el momento más complicado. A veces se ponen a gritar, alguna puede desmayarse, otras lloran desconsoladamente. Se les suministra un amplio camisón, bastante transparente y las ubica en las habitaciones que ocuparán hasta la salida definitiva de este lugar.

-Los días subsiguientes deben ver cuatro horas de videos en los cuales las esclavas son sometidas a todo tipo de vejaciones, alternadas con videos de putas en plena tarea. Esto les va quebrando su voluntad, que es lo que se pretende.

-También se pasan videos de lo que ocurre durante las subasta, para anticiparles las vivencias que tendrán cuando se proceda a su venta. También deben realizar ejercicios físicos para que sus cuerpos se mantengan en forma. Cada tres días todas forman una fila con las muñecas esposadas en la espalda y yo, personalmente, procedo a una inspección de sus cuerpos, tocando sus partes íntimas y observando sus reacciones. A alguna de ellas la llevo al consultorio médico para que se acuesten en la camilla y proceder a una revisión con más detalle. Las reacciones de estas mujeres me permiten saber si son aptas para trabajar en burdeles, ser esclavas sexuales o esclavas para trabajos en las minas. Todo se anota en la ficha personal.

-Estas inspecciones, que a veces las hago acompañadas de algún guardia con el cual comentamos características de las mujeres, tienen como objeto adicional humillarlas y así comenzar su degradación.

-Dos o tres días antes de la subasta, se le toman las fotos que le comenté y yo personalmente completo la ficha de sus datos personales y reviso nuevamente sus cuerpos detalladamente, ahora todas pasan por la camilla ginecológica y el médico lo hace nuevamente. Pueden estar presentes tres o cuatro hombres más y hacemos comentarios sobre el cuerpo que estamos evaluando. Luego les pongo el precio base al cual saldrá a la venta, aunque ellas no lo saben. Así ya están preparadas para el momento en que serán vendidas.

-Le pregunto señor Santos, ¿no se rebelan en el momento de ser subastadas?

-Normalmente no. Ya su voluntad está quebrada y además le administramos una dosis de un relajante que no les permite razonar adecuadamente.

-¿Le han devuelto mujeres?

-Las mujeres no tienen devolución. Si luego quieren desprenderse de ellas, la tomo en consignación y cobro una comisión por el proceso. Algunas veces Ivette me ha traído alguna puta de la cual quiere desprenderse por no ser suficientemente obediente en su trabajo. Estas mujeres generalmente son compradas por mineros de la zona, destinando estos seres a trabajos forzados en los peores lugares de los establecimientos.

-¿Usted cree entonces que alguna de las mujeres que están por llegar podría estar dentro de lo que busco?

-Estoy seguro que sí

-¿Es posible que la compre fuera del remate? No estoy acostumbrado a estas transacciones y prefiero hacerlo de manera directa y más confidencial.

-No hay inconveniente. Yo lo llamo en día anterior a la subasta. De todas maneras no va a necesitar revisar a todas las esclavas. Con las indicaciones que me dio, le puedo seleccionar la que usted busca. Si no es lo que desea, esperamos a otra redada de mujeres.

-Muy bien, espero su llamado.

Capítulo 2.Venta de la Esclava

Cuatro semanas más tarde y como había acordado, Lucas recibió el llamado de Santos para que pasara por el hotel. Allí les presentaría a muchachas que estaban en venta y que podría adquirir, evitando asistir a la subasta, para convertirla en su esclava personal.

Lucas no era un hombre acostumbrado a estas transacciones comerciales. Cuando deseaba sexo, simplemente iba a un prostíbulo, se cogía a una de las putas que se ofrecían y regresaba sin preocupaciones. Ahora se llevaría una esclava para servirlo, pero al mismo tiempo asumía algunas obligaciones. Santos lo recibió en una sala que contaba con amplios sillones y una camilla ginecológica, cosa que sorprendió a Lucas.

-Tal como le había adelantado llegaron once mujeres, todas muy jóvenes. Con decirle que la mayor tiene solo 29 años. De ellas le he elegido dos. Son dos ejemplares que creo que se adaptan bien a sus preferencias. Creo que lo mejor será que usted mismo las vea y evalúe si es lo que desea. Estuve indeciso sobre una tercera, que apenas ha cumplido los 18 años hace una semana, pero sus tetas son muy desarrolladas y tiene el culo caído a pesar de su corta edad.

-Por lo que mes describe, no es lo que busco. Las otras, ¿Qué edades tienen?

-Mariana es la más joven, de 21 años y Florencia de 25. Cada una de ella tiene cosas destacadas. Ya verá y será mejor que usted mismo aprecie las bondades de ambas esclavas.

-¿Cuál su situación legal?

-Ambas ya han sido declaradas esclavas de por vida. Todos los papeles en regla. Nunca he vendido una esclava o una puta que no esté en regla. Podrá hacer con ellas absolutamente lo que quiera, sin limitación alguna, como está expresamente indicado en la sentencia judicial. Ya pido que traigan a ambas aquí.

Santos llamó por interno a uno de sus ayudantes y le ordenó que trajera a ambas, desnudas y esposadas. Poco después un hombre traía a ambas tomándolas de sus brazos.

-Señor Santos aquí están las dos esclavas. ¿Necesita algo más?

-No, puedes retirarte. Yo me encargaré de ellas.

Ambas estaban avergonzadas de tener que presentarse ante un desconocido, desnudas y esposadas, aunque no sabían exactamente para qué las habían ingresado a ese recinto. Mariana estaba totalmente depilada y se sentía más desnuda que nunca. Florencia tenía un pequeño triángulo de vello en su pubis e igualmente se sentía más expuesta. Sus muñecas esposadas en la espalda les impedían a ambas siquiera cubrir parte de su cuerpo. Quizás por el frío del lugar, los pezones de ambas se endurecieron.

-Podrá observar señor Madariaga que no le he mentido. Dos excelentes ejemplares. Mariana, como le anticipé, tiene 21 años y era empleada de una tienda. La secuestramos cuando regresaba a su casa en una de esas calles oscuras del barrio Benítez. Por supuesto no es virgen ya que ha tenido relaciones (pocas) con un novio que la abandonó hace unos meses. Ha hecho alguna mamada sin tragar el líquido seminal. No ha sido sodomizada nunca por lo que su culito es muy cerrado. De sus tetas creo que no es necesario mencionar su firmeza y turgencia que sin ser de un tamaño excesivo tienen muy buena forma portando unos pezones que salientes y abultados, apuntan hacia adelante, como usted mismo puede apreciar.

-Piernas también muy bien formadas y delgadas que terminan en una conchita cerrada que no deja escapar ni los labios interiores ni el clítoris. Sin embargo cuando separa las piernas puede apreciarse la entrada al conducto vaginal estrecho pero elástico. Seguramente puede recibir una pija aún de gran tamaño.

-Sus caderas son estrechas con glúteos pulposos y marcados, de piel blanca y muy suave. Su cabello castaño realzan los ojos celestes verdosos inmersos en un rostro de curvas suaves. Realmente una esclava como no se la encuentra con facilidad.

-Debo reconocer señor Santos que es una muy buena hembra. Quisiera conocerla un poco más.

-Por supuesto. La podrá examinar en la camilla ginecológica, con las piernas bien separadas para que pueda acceder a sus intimidades. Le quitaremos las esposas para que se acomode mejor.

Luego de sacarle las restricciones de las muñecas, le indicó que se montara en la camilla. Separó al máximo los estribos, quedando las piernas de la muchacha bien separadas mostrando la concha abierta. Los ojos de Mariana se humedecieron. Nunca imaginó que sería tratada de esa manera, sin saber que sus desventuras recién comenzaban.

-Podrá apreciar humedad de la vagina, ese clítoris prominente y unos labios exteriores carnosos. Verá que no tiene perforaciones ni piercings. Esa concha ha sido usada, pocas veces, solamente para coger. Puede apreciarse que no se ha introducido objetos extraños.

-Debo reconocer que he visto muy pocas putas como ésta en la casa de madame Ivette.

Mientras pronunciaba estas palabras Lucas acercó los dedos a la vulva y el pubis de Mariana que hacía un enorme esfuerzo por contenerse, por no gritar ni insultar. Estaba tocando su concha con total desaprensión. Luego el hombre subió su mano derecha por el vientre hasta llegar a las tetas. Los ojos de Mariana se humedecieron.

Magreó reiteradamente las firmes tetas de la muchacha y apretó con suavidad los salientes pezones. No había duda que se trataba de un muy buen ejemplar.

-Quisiera mirarle mejor el culo.

-No hay inconveniente. Bajamos la camilla hasta dejarla plana y Mariana se dará vuelta para exponer su parte trasera.

Así lo hizo. Una vez que la camilla estaba completamente horizontal, le indicó a la joven que se volteara. Mariana obedeció de inmediato.

Ahora las manos de Lucas se dirigieron al culo, que acarició reiteradamente para luego separar los glúteos y exponer el ano. Efectivamente se observaba un agujero muy cerrado. Lucas hizo volar su imaginación y por un momento tuvo la visión de tener a Mariana en cuatro mientras comenzaba a penetrar su virgen culito.

Al escuchar un ¿qué le parece? pronunciado por Santos, volvió a la realidad y deslizó sus manos por las piernas.

-No puedo negar que se trata de un buen ejemplar. ¿En cuánto la vende?

Al escuchar esas palabras Mariana no pudo contener el llanto. Estaba boca abajo en la camilla y su cabeza apoyada en el costado izquierdo. Las lágrimas le corrían en abundancia. Se sintió como en una de esas veterinarias que venden mascotas y que la querían comprar como tal, como una simple mascota para jugar con ella.

-Si la vendo en una subasta no saco menos de sesenta y cinco mil euros y le digo más, ese es casi el mínimo. Una esclava como ésta suscitará mucho interés. Ese es un precio justo.

-De ninguna manera pensaba gastar semejante cantidad de dinero. Estimo que esta esclava vale unos cuarenta mil.

-Mi estimado señor Madariaga. Este negocio lo heredé de mi padre. Yo comencé a venir cuando tenía catorce años y aprendí los secretos del oficio de mi padre. Son veinticinco años viendo y valorando putas y esclavas. Poniendo precio a mujeres para ser subastadas. Cuarenta mil es un precio irrisorio. Le pido que la revise nuevamente, que observe su culo, sus tetas, su concha, su cuerpo en general. Va a coincidir conmigo que es un precio justo.

Lucas le indicó a Mariana que se pusiera nuevamente boca arriba, dejando la camilla plana, con sus manos debajo del culo. La joven lo hizo entre pequeños estertores debido a los sollozos. Lucas le separó las piernas y comenzó a pasar sus manos por los muslos llegando a la concha, en la que introdujo el dedo pulgar.

-¿Por qué lloras? No te estoy lastimando ni haciendo nada malo, al contrario te estoy acariciando y apreciando las bondades de tu cuerpo. Repito ¿Por qué lloras?

Mariana no sabía qué responder ni tampoco quería hacerlo. Estaba tensa mientras las manos del hombre recorrían su cuerpo. Lucas sacó el dedo de la vagina y llevó su mano, lentamente, hasta las tetas. Estaban duras y los pezones, cual flechas, apuntaban al techo, demostrando su turgencia. Efectivamente, era el cuerpo apetecible de una hermosa muchacha.

Nuevamente se entretuvo manoseando las tetas y apretando ligeramente los pezones. Miró fijamente a sus ojos y percibió una mezcla de temor y tristeza, mientras mantenía los ojos fijos en quien quería comprar su cuerpo. No pudo contenerse más y comenzó a llorar desconsoladamente mientras permanecía inmóvil con sus manos debajo del culo.

-La ha observado detenidamente. No me diga que una esclava así no vale la cifra que le he pedido. Si continúo observándola, voy a aumentar el precio.

-Sr. Valenzuela, no me cabe duda que usted conoce su negocio, pero eso de aumentar el precio, no se lo cree nadie.

Santos, con una sonrisa comentó: -Viejas argucias de comerciante.-

-Quiero ver con más detalle la otra esclava que me ofrece. ¿Qué me puede decir de ella?

-Florencia era estudiante de enfermería y un antiguo novio nos comentó la posibilidad de secuestrarla. Le tendió una trampa ya cambio de algún dinero y antes que comenzara a sospechar qué ocurriría, mis hombres la tomaron, la ataron y la subieron a la camioneta. En un santiamén ya estaba camino al hotel.

-¿Fue una venganza de él?

-Según nos relató todo comenzó cuando comenzó a negarse a hacerle una mamada.. Luego de mucho esfuerzo logró metérsela en la boca y justo cuando iba a descargar la leche, ella logró zafar de la posición y el semen acabó en suelo. Se enojó bastante y entonces intentó sodomizarla y ella se negó terminantemente. Así finalizó la relación y poco después pensó en vengarse y nos llamó para que la secuestráramos.

-¿Él sabía que terminaría vendiéndose como esclava?

-No solamente que lo sabía sino que fue una condición para facilitarnos que la tomáramos. Solamente si le asegurábamos que sería vendida como esclava, nos facilitaba el secuestro. No quería que terminara simplemente en un burdel. Más aún quería que fuera vendida a Oriente, pero eso no lo pudimos asegurar. Finalmente aceptó que fuera vendida como esclava localmente.

-Entonces por me dice no tiene experiencia en mamada y mucho menos en recibirla por el culo.

-Así es. Por supuesto no es virgen pero es el único agujero que alguna vez ha usado. Supongo que deberá ser firme con ella para que le obedezca. Pero vayamos a analizar su cuerpo.

-Tiene una buena figura, siendo sus caderas un poco más anchas que las de Mariana que si la mira de atrás, tiene un muy buen culo, firme y piel tersa y muy blanca. Sus tetas son algo grandes, pero naturales, no han sido rellenas con silicona ni nada parecido. Se mantienen firmas y apenas se balancean al caminar. Sus pezones y la areola son de color intenso que se destacan sobre el resto de la tetas y se marcan a través de la ropa que use.

-Observará que su vientre es plano y firme y hemos dejado el vello del pubis. Como imaginará he analizado cientos de mujeres para valorarlas. Ninguna ha tenido un vello tan suave como el de Florencia. Por ese motivo apenas lo hemos recortado para que dejara ver los labios vaginales. Parecen finas fibras de seda en lugar de pelos de concha, quiero que luego lo verifique.

-Sus piernas también están muy bien formadas y muy delgadas, con unos muslos firmes que terminan en una entrepierna que aloja una concha que invita a ser penetrada. Respecto justamente de la entrada a la vagina, creo que no es necesario remarcar sus cualidades. Labios carnosos, que al separarlos, encontrará la humedad propia para mujeres de su edad, lo que facilita la penetración. Pero mejor que mis palabras será que usted mismo la observe. Florencia, te recostarás en la camilla.

Luego de quitarle las esposas y poner nuevamente la camilla con los estribos separados y altos, Florencia se ubicó en la misma con las manos debajo del culo como había hecho Mariana.

-¡Admire esa conchita! Una verdadera delicia observarla, tocarla y… usarla

Lucas se acercó a la muchacha y apoyó una mano sobre la pierna izquierda, apreciando la suavidad de su piel.

-¿Te depilas las piernas con frecuencia?

-Señor, he hecho depilación definitiva con láser. No necesito depilarme más.

Comenzó a subir su mano por la pierna hasta alcanzar la concha. Introdujo una falange del índice en la cavidad, notando la humedad interior. Tomó un labio vaginal entre el índice y el pulgar y suavemente tiró hacia un costado para separar los labios y acercó su cara. Quería no solamente ver bien de cerca la entrada a al vagina sino también oler los efluvios que partían de tan íntima parte. Florencia comenzó a sollozar pero no se movía de la posición en que estaba. Introdujo nuevamente un dedo en la vagina, notando cómo se apretó sobre su dedo, para luego relajarse. Sin duda la muchacha sabía que debía prestarse a ser revisada de esa forma, aunque instintivamente se resistía.

Luego de retirar el dedo de la vagina, buscó el ano y lentamente comenzó a penetrar su índice por el estrecho agujero. Florencia no pudo contener las lágrimas y su sollozo se transformó en un llanto con gemidos. Recordaba que su ex novio había facilitado su secuestro por negarse a recibirla por el culo. Quién finalmente la comprara, seguramente abusaría de ese agujero, posiblemente no solo por placer sino como forma de humillarla.

Lucas se detuvo en la observación del ano. Solamente en alguna oportunidad había solicitado a alguna de las putas del burdel ofrecerle el culo para penetrarlo, pero ahora decidía que quizás fuera conveniente usarlo para reafirmar que él tendría todo el poder sobre ella.

Sacó el dedo del culo y luego de limpiarse con alcohol, volvió a la concha. Ahora introdujo el pulgar todo lo posible palpando la cavidad interior. El clítoris se había hinchado y lo tomó entre el índice y el pulgar, apretándolo suavemente. Tanto los labios como los alrededores estaban completamente depilados.

Luego posó su mano sobre el pubis, comprobando la suavidad de los pelos que lo cubrían. Santos estaba en lo cierto. Eran sedosos y agradables de acariciar. Pasó una y otra vez su mano por la zona, alcanzando siempre la entrada de la vagina. Estas caricias estaban calentando a Florencia, muy a pesar suyo.

Luego subió las manos a las tetas. Las magreó por unos minutos y luego comenzó más específicamente con los pezones, que comenzó a apretarlos y tirar con suavidad con el objeto de hincharlos y hacerlos más notables, cosa que logró muy rápidamente.

-Lucas, usted ha podido comprobar lo que son esas tetas. ¡Una delicia! Imagino las marcas que pueden quedar si necesita azotarla. Seguro que esos pechos serán un objetivo.

-Espero no tener que azotarle las tetas. Creo que hay otros métodos más convincentes para que las esclavas obedezcan, pero no me negaré a torturar sus tetas si es necesario. Ahora quiero que se ponga boca abajo para evaluar el culo, la espalda y los muslos.

Luego de acomodar nuevamente la camilla, Florencia se montó en la misma exponiendo su parte trasera. Esperaba que no hurgara nuevamente en el agujero del culo, ya que lo había hecho antes. Lucas comenzó por las pantorrillas y fue subiendo sus manos hasta los muslos. Allí se detuvo un momento para segur subiendo y llegar a los glúteos. Luego de pasar sus manos reiteradamente por ambos los separó dejando a la vista la pequeña entrada del ano.

-Florencia, ¿es cierto que no quieres ser sodomizada?

Florencia permaneció callada. Intervino Santos.

-El señor Madariaga te ha hecho una pregunta. Sabes que no me gusta que no contestes adecuadamente. Te reitero la pregunta. ¿Es cierto que no quieres ser sodomizada?

Florencia comprendió que algo debía contestar.

-No quiero que me la metan por el culo, no me gusta.

-¿Sabes que si te compro y quiero cogerte por el culo deberás aceptarlo?

-Lo sé y lo aceptaré, pero eso no quiere decir que me guste ser sodomizada.

-Adecuada respuesta tiene la esclava.- Acotó Lucas.

Pasó sus dedos por la raya del culo, dando círculos alrededor del ano. Mientras tanto Florencia hacía esfuerzos para no moverse de la posición en que estaba.

-Tienes un agujerito muy apretado. Será un placer meter mi pija allí. Supongo que te va a doler un poco pero, si te compro, ya te acostumbrarás. Puedes levantarte. Quiero compararte junto a la otra esclava.

Florencia se levantó y comenzó a sollozar nuevamente. Ambas jóvenes se ubicaron frente a Lucas que las observaba. Ambas mujeres se sentían más desnudas que nunca, frente a este hombre que estaba evaluando sus cuerpos como si fueran dos animales de raza. Por su parte Lucas se sorpendía a sí mismo por tener a estas dos jóvenes cuyo futuro dependía de la decisión que tomara.

-Puedo ofrecer algo más por una de ellas. Cada una tiene sus bondades pero creo que me inclino por negociar por Mariana. Digamos unos cincuenta mil. ¿Qué le parece?

Ambas jóvenes se abrazaron mientras lloraban desconsoladamente. Mariana asistiendo a su propia venta y al regateo que esto generaba, mientras que Florencia tomaba conciencia que su futuro no difería mucho del de Mariana.

-Por cincuenta mil no la vendo. Ese es el precio por una esclava joven con algunos años de recibir castigos, con marcas definitivas en su cuerpo, con el culo y la concha dilatados de tantas penetraciones. Éstas son otra cosa. Esa es una oferta muy baja. Mariana vale mucho más. Es una esclava de gran valor.

-¿Cuál sería el último precio por ella?

-Sesenta y dos mil.

-Si me acepta sesenta mil, me llevo ahora mismo.

-¡Hombre! ¡Qué difícil es negociar con usted!

-Usted será comerciante de esclavas y putas pero yo soy abogado y defiendo mis clientes con vehemencia. Sesenta mil y cerramos trato.

-Está bien, se la vendo en sesenta mil.

Mariana ya no pudo contenerse y comenzó a llorar y gemir más fuerte mientras se abrazaba a Florencia que trataba de consolarla.

-¿Cómo quiere llevarla? ¿Vestida, desnuda, en una jaula, encadenada?

-La llevaré desnuda, amordazada, con un collar metálico, con las muñecas esposadas en la espalda y precintos en los codos, tobillos y rodillas.

-¿No quiere que le vendemos los ojos?

-No es necesario. Irá en el baúl del auto con lo cual no podrá saber hacia dónde nos dirigimos.

-Muy bien. Les digo a mis muchachos que la preparen mientras nosotros arreglamos cuentas.

Santos dio la orden a su gente que tomó a Mariana para atarla de la manera indicada y a Florencia para conducirla nuevamente a la “habitación” que tenía asignada.

Terminada la firma de la transferencia llevaron a Mariana hasta el auto, la ubicaron en el baúl, cerraron la tapa y auto partió rumbo a la casa de Lucas. Al llegar introdujo el auto en la cochera y abrió el baúl. Mariana ya no lloraba pero las marcas de las lágrimas secas en su rostro delataban la angustia de la muchacha. Lucas le quitó los precintos de los codos, tobillos y rodillas, le colocó una correa unida al collar, ordenándole que lo siguiera mientras él portaba la correa.

Así llegaron al despacho de trabajo de Lucas que había instalado un pesado sillón de madera que portaba correas para fijar los brazos y las piernas, una argolla para el collar, impidiendo movimientos del cuello y una correa adicional que podía ceñirse a la cintura, que no fue usada en esta oportunidad.

-Voy a quitarte la mordaza y quiero que me escuches atentamente en silencio. Luego te haré algunas preguntas.

Le quitó la mordaza.

-Te he comprado para que me sirvas de puta y esclava. Como puta debes estar siempre dispuesta a ofrecer tu cuerpo para ser gozado por cualquiera de las entradas. Tendrás que acostumbrarte a tragar el semen cuando lo deposite en tu boca, relajar el culo cuando quiera sodomizarte. Por supuesto usaré con más frecuencia tu concha.

-Como me disgusta usar preservativo, mañana te llevaré a una clínica para que te esterilicen y así poder cogerte sin riesgo de embarazo.

-Serán tus obligaciones mantener la casa siempre limpia y ordenada, lo mismo que la ropa lavada y planchada. En cuanto a tu cuerpo, lo tendrás siempre depilado y escrupulosamente limpio, de manera que pueda cogerte aun por el culo sin ensuciarme.

-Ante la menor falta o desobediencia serás severamente castigada, no admitiendo fallos en tu comportamiento. Normalmente estarás desnuda y solo con mi autorización podrás usar alguna prenda de vestir. Dormirás en una habitación contigua a la mía si es que no requiero tus servicios. Durante la noche podrás estar atada o encadenada, de acuerdo con lo quiera hacerte en cada momento.

-Como sabes, has sido declarada esclava de por vida con lo cual no tienes ningún derecho y podré hacer contigo lo que desee. Mi intención es que permanezcas como mi esclava por mucho tiempo, pero eso también dependerá de tu comportamiento. Si debo castigarte con frecuencia dejando marcas sobre tu piel, te venderé. No me gusta coger mujeres con marcas en su cuerpo.

-¿Está claro? ¿Tienes algo que decir?

-¿Por qué me ocurre esto? No soy una esclava.

-Te equivocas. Eres una esclava porque así has sido declarada, esclava de por vida y las esclavas se venden y se compran y son eso, esclavas, para hacer con ellas lo que se quiera. Lo que más me interesa es tenerte como puta, cogerte cuándo y dónde quiera, usando tu boca, tu concha o tu culo. Adicionalmente te tendré a mi servicio en la casa. Tienes un cuerpo que espero disfrutar mucho. Esas tetas tan duras y turgentes fueron las que me decidieron a comprarte.

-¿No me queda otra esperanza que ser esclava toda mi vida?

-No, no te queda otra alternativa. Lo que te aseguro es que estarás bien alimentada, por lo menos mientras estés conmigo. Tendrás sexo en abundancia y deberás acostumbrarte a mamarla y tragarte la leche. También a relajar el ano para que te penetre por el estrecho agujero. En cuanto al uso de la vagina, ya conoces lo que es eso. No eres virgen.

-No señor, no soy virgen, pero he cogido solamente en tres oportunidades y de eso hace más de un año. Dicen la penetración por atrás duele mucho.

-Ya te acostumbrarás. Por supuesto que no me detendré en metértela por el culo porque a ti te duela. Solamente busco mi placer, no el tuyo.

-¿Voy a tener que estar siempre desnuda?

-Tienes un cuerpo hermoso, no solamente esas tetas sino también un culito firme y un poco respingón y no quiero que quede oculto detrás de telas. Por otra parte si debo castigarte, me gustará que luzcas las marcas producto de tu desobediencia.

-¿Llevaré siempre este collar?

-Sí, es el símbolo de tu esclavitud. Así recordarás en cada momento que eres una esclava y como tal me debes respeto debes siempre pensar en mi placer, aun a costa del tuyo.

-No tengo nada más que preguntar. Me invade una angustia y desazón enorme.

-Para hacerte olvidar esa angustia y desazón nada mejor que una buena mamada, seguido de un buen polvo. Acompáñame a mi dormitorio que te estrenaré como mi puta.

FIN

Hoy… termino todo.

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Desde ese entonces, no… mucho antes aprendí a no esperar nada de nadie a no confiar ya eran demasiadas traiciones en tan poco tiempo, solo vivía el día a día porque tenía que hacerlo y aceptándolo porque era muy cobarde aun lo soy aunque intento mejorar, estar rodeada de tantas personas y sentirte sola, cuanta verdad.

Entonces te conocí y la verdad es que a pesar de todo lo que dijera he hiciera necesitaba algo a alguien un motivo para seguir con 12 años y ya era un desastre total nada de que sentirse orgullosa, de haber seguido por ese camino dudo que estuviera viva hoy, hace mucho.

Me sentía vacía, perdida y como me hundía cada vez más en el lodo y entonces…te hice a ti mi motivo , Aline decidí que serias tú , quería que esa mirada y sonrisa estuvieran siempre que te viera porque si algo ame de ti fue eso. Tú me sonreíste cuando muchos lo que hacían era reír aun hoy quiero pensar que eso no era mentira, me dolió que te aprovecharas no sé si de darte cuenta de que sentía algo más que una amistad por ti (era más que obvio) o de mi amistad y me pidieras hacer cosas que no quería pero que tu sabias que si me lo pedias tu no me negaría al día de hoy no te culpo ni te guardo rencor porque al final era mi decisión hacerlo o no.

Lastime y en su momento ya lo pagare, te lastimaron? Lo siento llego un punto en el que no me permitiste estar a tu lado y no pude hacer gran cosa, lo siento mucho porque aunque tú no lo sepas te hice daño o al menos así lo siento yo , aunque cuando te veo a ti y a esa hermosa niña que tienes por hija, tu sonrisa y tu mirada esa que te borro ese tipo esa que intente devolverte y no logre pero ella si no me arrepiento de lo que hice, alejarte de él.

En qué momento todo cambio? Cuando termino? El no poder contárselo a nadie no ayudo mucho , han escuchado eso de amar tanto a alguien que terminas odiándole bueno también estuvo a punto de pasarme y me dio miedo entonces si lastimarte enserio, que me aleje por cerca de 2 años solo nos vimos 2 vez en ese lapso pero poco te importo aun así ni un solo día deje de pensar en ti esperando que estuvieras bien, que equivocada estaba a pesar de que dije que te hice mi motivo no quiere decir que no te amaba porque lo hice amaba tu alegría por la vida, tus ganas de continuar, tus ganas de ser alguien, cuando me mirabas, cuando sonreias, admito tambien eres guapisima, tus ganas de superarte amaba todo de ti pero cuando te volví a ver nada de eso había, te conformabas con lo que la vida te iba presentando y me hiciste enojar te dejaste derrotar tan fácil y entonces paso me comenzaste a coquetear fue ay Alin allí acabo todo o al menos comenzó el fin y te preguntaras porque si era lo que yo quería lo que deseaba desde que te conocí, bueno pues aunque no te lo preguntes te lo diré, porque era mentira yo era lo que la vida te presentaba en ese momento que lo tomarías, ¡¡¡maldita sea Aline!!! Tenías mi amistad y no la tomaste ahora me querías a mí y yo, yo ya no, te quería como amiga pero nada más incluso mi amistad fue sincera es sincera porque quiero lo mejor para ti pero tú no me ayudas.

Me canse Aline, me canse de tus mentiras, de que me utilices, de que sigas pensando que puedes hacerlo de que no pidas mi ayuda, me canse de dejarme ,me canse de tus palabras, de las mías hacia ti, me canse de dejar pasar a tantas personas de mi vida, por pensar que era traicionarte ¡traicionar que! Me canse de que ni tu amistad me dieras si hubieras demostrado algún sentimiento sincero y bueno hacia mí no me hubiera importado perderme nuevamente por ti, al final lo único sincero es tu indiferencia.

Eh dejado pasar a tantas personas de mi vida amigas, amigos, incluso algo más, lo que sentí por ti incluso ahora quedara como un buen recuerdo y tu lugar ay esta ese jamás nadie lo va a ocupar ahora tu vida empieza a arreglarse y me siento feliz por ti y por tu hija y te deseo lo mejor en verdad me esforzare por no volver a caer ya que esto que tú y yo tenemos es solo un círculo vicioso de costumbre y que de seguir realmente acabaría mal, me ayudaste a no perderme y te lo agradezco , pero creo que ya es suficiente de sentirme en deuda contigo eh pagado con creces yo te amaba y por nadie más eh sentido eso…hace 2 años conocí a alguien tú y ella son agua y aceite y es lo increíble por 10 años me la he pasado comparando a la personas que siempre me parecía poco a contigo pero en ella todo es tan diferente me enamore de su personalidad, de su humor, de su esfuerzo ,de su valentía, de su sinceridad de su tan todo me vale m… pero me lo tomo enserio, tal vez ya la perdí ya que cuando ella me demostró o me dio señales yo las mate con mis actitudes y palabras pero si hay una oportunidad luchare por ella y si no un no obtendré pero no me quedare con un tal vez quiero un ahora y si no pues un lo intente jajá no, no quiero eso quiero un sí..

Hoy termino una etapa de mi vida que duro doce años.

nota: me disculpo si no es lo que esperaban, sera lo unico que suba por que realmente el escribir no se me da solo necesitaba que esto no quedara solo en mi libreta, haora si chao =)

Crónica de amor en familia 1

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Hola a todos ustedes, estimados lectores, primero que nada me gustaría describirme a mí y a mi familia, para que puedan imaginar las situaciones con mayor facilidad. Mi nombre es Andrea, soy de piel blanca, tengo 19 años y vivo en un pueblo poco conocido de México. A lo largo de mi humilde, pero feliz vida, me han sobrado pretendientes, pero rechacé a todos exceptuando uno, (del cual les hablaré más adelante) por lo cual me puedo considerar una mujer con buen cuerpo, mis nalgas son redondas, bien definidas y levantaditas, los pantalones me quedan ajustados y todos miran mi delicioso trasero, soy delgada y de pechos no tan grandes, pero no pequeños. Mis manos son pequeñas y uso las uñas cortas, regularmente las pinto de rojo o negro. Mis pies son chiquitos y arqueados, mi hermano dice que son los pies más hermosos que ha visto. Todos dicen que mi cara es bonita, que parezco un ángel, dicen que mis labios seducen y provocan ganas de besarlos, mis ojos son verdes y mi cabello es rubio natural. Mi padre es un hombre atlético, cabello negro y facciones duras, es el más alto de la casa y el más fuerte, es el sueño de muchas mujeres. Mi madre es muy parecida a mí. Yo soy la de en medio, tengo una hermana 2 años menor que yo y un hermano 1 año mayor que yo, él es muy parecido a mi padre, es muy guapo, pero jamás se le ha conocido una novia.

Un día, hace dos años (para entonces era menor de edad) me encontraba en mi recamara, acababa de salir de la ducha, ya había secado mi cuerpo y estaba totalmente desnuda sentada en mi cama mirando el ropero para ver qué me ponía, pues por la noche tenía una fiesta familiar en la cual iría toda mi familia. Se abrió de golpe la puerta, tomé rápido una almohada y la coloqué sobre mis dulces pechos, para cubrirlos de la mirada del que se encontraba en la puerta.

– Oh, disculpa, no sabía que acababas de bañarte. – Dijo mi hermano mientras cerraba la puerta.

Al momento me sonrojé, pero al levantarme me percaté de que estaba mojada, mis mejillas estaban rojas y mis pezones se habían levantado. Estaba excitada y no podía quedarme con la calentura. Tomé una blusa con escote color rosa y me la puse sobre mi piel, sin brasier. Tomé una falta blanca y me la puse sin tanga ni nada, por lo cual no llevaba ropa interior y se me notaban los pezones, levanté la falda hasta que casi se me vieran los cachetitos de las nalgas. Salí en busca de mi hermano, no lo vi por ningún lado así que decidí ir a su habitación. Pude escuchar voces, la puerta estaba entreabierta así que me acerqué para escuchar.

– ¿Y cómo son sus tetas? – Era la voz de mi padre.

– Son redonditas, están bonitas y sus pezones son rosas, está bien buena. – Contestó mi hermano.

– ¿Te cogerías a tu hermana?

– No lo sé pa, está buena, pero no creo que sea correcto.

– Ay hijo, si supieras.

Escuché que alguien venía, por lo cual retrocedí unos pasos para que pareciera que iba llegando. Era mi hermano el que salía.

– ¿Ya estás lista?

– Claro, ¿qué ocupabas?

– Oh, necesitaba que me prestaras tu portátil, se averió la mía y ocupo consultar unas cosas.

– está bien, sígueme.

Lo guié hasta mi cuarto, estando ahí se sentó en mi cama y yo busqué mi computadora, cuando volteé a verlo estaba oliendo mi almohada.

– ¿Por qué haces eso? – Pregunté mientras le arrebataba la almohada. Pero en realidad eso me estaba excitando bastante.

– Lo siento, no sé por qué lo hice. – Respondió mi hermano cabizbajo.

– Está bien. – Me giré de golpe lo más rápido que pude, procurando que mi falda se levantara.

Lo logré, mi falda se levantó y dejó ver mis redonditas y vírgenes nalgas, las cuales nadie había visto ni tocado. Mi hermano se puso de pie.

– ¿Por qué no llevas calzones? – Tomó mi brazo y me hizo girar, estábamos cara a cara.

No contesté, sólo lo miré fijamente, el miraba mis labios, se podían ver los deseos que tenía de besarme, podía sentir su calor, su aroma, pude ver como cerraba los ojos y se acercaba lentamente a mi. Yo estaba ya bastante mojada, prácticamente escurrían mis jugos vaginales. Cerré mis ojos y me acerqué un poco, nuestros labios estaban a punto de tocarse, sentía un cosquilleo por todo mi cuerpo, todo era muy lento, y de pronto pasó. Nos unimos en un beso, así estuvimos por un par de segundos, entonces me alejé, pude ver su mirada, el también estaba caliente, el también deseaba cogerme, y yo quería darle mi virginidad, quería que me cojiera toda la noche, quería sentir su verga en mi vagina, en esos momentos pensaba en él sin ropa.

– Pendeja. – Dijo mi hermano.

Tomó mi cara con ambas manos, y fuertemente la pegó con la suya, metió su lengua en la boca, pude sentir el sabor de sus besos, me dejé llevar por el momento y lo empujé hasta la cama, fue un beso largo y apasionado. Puso sus manos en mis nalgas, pero yo las subí hacia mi espalda, hizo el intento de nuevo un par de veces pero me resistí.

Escuchamos el grito de nuestros padres, que nos llamaban para ir a la fiesta, ¿cuánto tiempo había estado besándo a mi hermano? sinceramente no lo sé, pero debo admitir que fue mi segundo beso, el primero fue con un amigo de secundaria. Nos levantamos y acomodé mi pelo.

– ¿Quieres ver mi verga? – Dijo mi hermano mientras se sobaba el paquete.

– No seas tonto. – Le contesté, pero en realidad mentía, ya que deseaba tomar su verga y meterla en mi boca, saborearla, sentirla.

– Bueno, sólo decía.

Salió de mi cuarto y yo aprobeché para ponerme ropa interior, bajamos y fuimos a la fiesta, era en un local donde había muchas personas, la mayoría adultos, yo estaba aburrida, me acerqué a mi papi y comencé a hablar con el.

– Papi, estoy canzada, ya me quiero ir a la casa.

– Espera, todavía falta mucho y no te puedes ir caminando.

– Entonces que Ricardo me lleve (Ricardo es mi hermano) en el carro y que se regrese.

– No sé, pregúntale a él.

Me dio las llaves, pero yo no sabía manejar, así que busqué a mi hemano en la pista de baile, estaba bailando con una chica no más guapa que yo, así que le enseñé las llaves y le dije que me llevara a casa.

– ¿De verdad te prestó las llaves?

– Si, die que me lleves y regreses

– No quiero, estoy bailando.

Me acerqué a su oído y susurré

– Te conviene, putito.

Me miró y no dijo nada, sólo tomó mi mano y me jaló hasta el coche.

Si quieres saber que sucedió después espera la siguiente parte, muy pronto…

El amor entre madre e hijo – El comienzo

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Es la primera vez que me atrevo a contar algunas de mis aventuras. Nunca pensé que, contaría esto, y mucho menos que lo haría por Internet ante una comunidad tan amplia, pero creo que sois el mejor publico para esta historia y poco me reprochareis a mi y a mi madre por nuestros actos.

Antes de continuar me gustaría presentar a los protagonistas, es decir, a mi madre y a mí. Mi nombre es Javier, actualmente tengo 19 años, aunque mis encuentros con mi madre empezaron cuando tenía 17 años. Soy bastante alto, mido sobre 1’82 metros, de complexión normal y poco músculo (no suelo hacer demasiado deporte), pelo negro corto pero rizado. Mi madre se llama Clara, tiene 36 años actualmente y no es por exagerar, pero es una auténtica diosa me encantan sus senos, sus pezones, sus curvas suaves… Siendo un poco más objetivo, su pelo es de un color marrón claro que cuando le da el sol parece oro. Su ondulada melena le llega a la mitad de su espalda, y le dedica tanto tiempo a cuidarlo que siempre se lo noto sedoso, sin nudos. Me encanta al verla dormir acariciar su pelo hasta llegar a su espalda suave. Su piel es clara a pesar de que vivamos a menos de medio kilómetro de la playa. Sus senos son redondos y turgentes, casi no le caen a pesar ya de su edad. Sus senos los coronan ura aureola rosada pequeña con un pezón cilíndrico, en los cuales aún me pierdo como si aún fuera un bebe buscando alimento. Sus ojos azules, si me permiten usar un recurso ya literario, es como el océano, tan bellos y profundos, que mostraban su soledad. Sus labios son finos y rosados, unos labios que me invitan a besarla en cuanto llego a casa. Ella es delgada, pero unas caderas que hacen que cualquiera se vuelva loco, ella lo sabe y le gusta lucir su figura cuando sale, y eso me encanta, me encanta ver a las chicas del instituto celosas de su cuerpo, pero a la vez me pone algo celoso las miradas que le echan la mayoría de los hombres cuando va al pueblo. Pero me da mucho morbo, pensar que tantos hombres la desean y que ella es toda mía por las noches, que ante mí se muestra tal y como es, con su cuerpo desnudo. Me permite verla entera, y no solo su escote y sus largas piernas, como dice ella “esas son las sobras, las que muestro a los demás a ti te doy mi plato principal”, es así como ella se refiere a su coño su plato principal y que tanto me gusta, y es el que prepara para mi, depilándolo todo a diario dejando una raya en medio.

Lo siento por esta introducción tan larga, espero no haberos aburrido, pero como describir a alguien que para ti es como una diosa, las palabras parecen insuficientes.

Por lo poco que conté más bien parecemos una pareja de tortolitos, pero ella es mi madre y mi amante, ella es quien me cuido y quien me dio su amor de pequeño pues casi siempre estoy solo en casa con ella, pues mi padre se hace a la mar casi por medio año y pasa en casa unos 15 días o aveces un mes. Mi padre no tuvo otra oportunidad y para mí es casi como un extraño pues poco lo veo, aunque sé que solo lo hace por nosotros, por mi madre y por mí. Según me contaron, ellos se conocieron ya desde niños y al llegar a la adolescencia ese cariño de niños, esa amistad sincera se convirtió en amor, y así en encuentros nocturnos en el campo o en sus casas si sus padres no estaban demostraban su amor tal y como lo hace ahora mi madre conmigo, pero cuando mi madre tenía 17 años y mi padre 18, un pequeño desliz hizo que yo apareciera en sus vidas. La familia de mi madre lo obligo a casarse de inmediato y como no poseía estudios mi padre se hizo a la mar para poder sustentarnos a ambos. Es por ello que ahora vivo casi todo el año a solas con mi madre.

Bien, ahora que conocéis nuestra situación paso a contar como ocurrió nuestro primer encuentro, el encuentro que cambio nuestras vidas. Volvía yo a casa un día de verano cuando tenía 17 años. Había ido al cumpleaños de un amigo, y lo que iba a ser un planazo acabo en una cena en casa de sus padres y después una película de hace tropecientos años. Por suerte me conseguí escapar con una burda escusa de que al día siguiente debía madrugar y ya me encontraba demasiado cansado, aunque no fui el único en irme también dos de los amigos allí presentes y un familiar del cumpleañero aprovecharon en irse, la verdad es que no se lo echo en cara, el plan tenía pinta de aburrido. Así pues llegué a casa, se me hacía raro volver tan pronto, pero por costumbre entre haciendo el menor ruido posible, pues mi madre se solía acostar bastante temprano. Así que cerré la puerta con suavidad y me dirigí a mi cuarto, pero cuando entre en el pasillo vi luz que se colaba entre la puerta entreabierta de la habitación de mi madre, seguí acercándome pero con normalidad si estaba despierna no me preocupaba hacer ruido, pero antes de dar dos pasos escuche un ruido que provenía de su cuarto, me quede escuchando y tras unos segundos otro, parecían gemidos. Me picaba la curiosidad, quería saber que hacía, así que me acerque lo más callado que podía hasta su puerta, abrí un poco la puerta y miré. Lo que vi no fue a mi madre, sino a una mujer, perdón, a una diosa masturbándose. Nunca había visto a una mujer desnuda más que en videos, ninguna en la realidad, era la primera vez que podía observar a una y en aquel momento poco me importaba que fuera mi madre, allí lo único que había en aquella habitación era una mujer desnuda sobre la cama, con la ropa tirada por la habitación. Estaba tumbada con las piernas abiertas, con las sabanas humedecidas cerca de su coño, donde con una mano acariciaba el clítoris y con la otra usaba un juguete, un consolador. Su cara reflejaba el placer, allí tumbada con los ojos cerrados, mordiéndose el labio y gimiendo. Su cuerpo se movía sin parar arqueándose y volviendo a tumbarse. Lo estaba disfrutando, y yo sin saberlo también. Aquella visión me había hipnotizado, pero cuando me acerqué otra vez a la realidad vi que me había excitado, me había quitado mi polla como si estuviese en mi cuarto viendo un video porno y me la estaba pajeando, allí delante de mi madre. Aún por encima había entrado en el cuarto, ya no estaba tras la puerta sino allí delante de la cama en primera fila observándola. Fue entonces cuando ella también se dio cuenta de mi presencia, no sabía que hacer me ruboricé todo, quería escapar de allí y mi madre me contó después que en aquel momento ella también quería que la tierra se la tragase. Pero ninguno se movió, y para mejorar la situación una corrida salio de mi polla y fue contra el cuerpo desnudo de mi madre. Mi madre fue la primera en reaccionar y en decir algo:

-Lo… lo siento, de verás… es que.. yo.. bueno…

-No.. yo… soy yo… el que lo siente, supongo… bueno, debí… avisarte. Pero en vez de eso… me quede viéndote… y…

-Supongo… que ahora no podemos cambiar nada… pero… ¿te gusto más verme a mi o a esas chicas de los videos?

Aquello si que me pillo por sorpresa, creo que en mi interior sabía que mi madre conocía lo que hacia muchas tardes encerrado en mi habitación, pero no me lo esperaba que me lo preguntara tan directamente.

-Tu, mamá… – con todo aún tenía mi polla levantada sujeta entre mis manos con restos de semen cubriéndolo.

-Supongo que eso me halaga.

Se empezó a mover, hasta llegar hasta los pies de la cama y se puso allí de rodillas con las piernas medio abiertas permitiéndome ver su vientre y coño mojado con mi semen. Yo seguía sin saber que hacer.

-Hijo, lo que aquí paso esta noche no es algo de lo que avergonzarse – dijo con una voz cariñosa, aunque en aquel momento aún me excito más. – aquí, lo que acaba de ocurrir es algo hasta bonito. Creo que pocas madres pueden decir que sus hijos las encuentran guapas y me alegro de que sea así. Yo soy tu madre, pero también soy mujer y necesito las caricias de un hombre de vez en cuando y tu padre casi no esta en casa. Acercate.

Me acerqué, parecía en aquel momento más un robot que un humano, pero confiaba en mi madre, y mi mente bloqueada no encontró otra cosa que hacer. Cuando estuve ya cerca de ella me cogió la mano derecha que aún seguía en mi polla, media manchada de semen y se la llevo a la cara y la guio para que mi mano acariciara su cara.

-Se que no es algo muy normal y que los demás no lo van a ver bien, pero yo no te veo solo como un hijo, ya hace tiempo que te veo como lo que eres… un hombre, y además muy guapo. Debes saber que hace un momento me estaba tocando mientras pensaba que eras tu el que lo hacía.

No podía creer lo que estaba oyendo, pensaba que aquello era una mala broma de alguien, pero era imposible, era de verdad mi madre la que estaba delante, y no era la primera vez que la veía como mujer, y aún teniendo 34 años me parecía mucho más guapa que muchas modelos, y ahora que la tenia allí desnuda confesándome sus sentimientos, sentimientos a los que yo respondía no sabía ni que decir.

Mi mano aún seguía tocando su cara cuando ella movió su cabeza y empezó a chupar uno de los dedos que aún tenía algo de semen. Aquello aún me dio mas morbo. Mi madre estaba probando mi semen.

-Hijo, quisiera que tu fueses mi hombre. El hombre que compartiera mi cama todas esas noches que paso sola. El hombre que me acaricie, que me escuche y al que yo escuche. Quiero que seas el hombre con el que pasar mis momentos de lujuria. Y quisiera que fueses mio, sin que nadie más lo sepa, mi hombre secreto… pero no te voy a obligar de ninguna forma, la decisión es tuya ¿que decides? Te ofrezco mi cuerpo, todo mi ser, ¿lo quieres para ti? ¿para disfrutarlo los dos?

-Mamá, yo… no se que decir…

-No hace falta que me llames más mamá cuando estemos solos… después de eso no me parezco ya a una madre.

-Yo…

-Y si me rechazas tampoco me parecerá mal. Es tu decisión y…

-¡YO TE QUIERO!… Siempre te quise, y muchas veces me masturbé pensando también en ti.

No podía creerlo, lo había dicho, se lo había confesado, y de pronto sentí como me liberaba de una carga pesada. Una carga que llevaba desde hacía ya bastante tiempo en la soledad y que mi madre también. Mientas estaba enfrascado en mis pensamientos mi mano se empezó a mover por si sola hacia sus pechos y los empezó a acariciar. Su cara denotaba una alegría inmensa y asombro, una sonrisa y unos ojos abiertos como platos.

Me incliné hacia ella, hasta poner mi boca en su oído y le susurre:

-Y me gustaría probarte ahora.

La vi a los ojos y me acerque a sus labios mientras nos recostábamos en la cama y nos besamos. Fue mi primer beso que le daba a una mujer, un beso que no olvidé y nunca olvidaré, y fue con mi madre.

~~~ ·-· ~~

Por hoy esto es todo, continuaré contándoos más sobre como continuó nuestra relación. Y por supuesto os narraré nuestra primera vez, continuando desde donde lo dejo ahora, pero tengo ahora mismo a mi madre aquí abajo mientras escribía esto, mejor dicho mientras recordábamos nuestra primera vez para contárosla y no aguanto más las ganas de abrazarla y fundirnos en uno otra noche más. He de aprovechar, poco falta para que llegué mi padre y nos aparte durante su estancia, aunque eso no suele ser un problema para nosotros, ya os contaré… Un saludo a tod@s y espero que os haya gustado. Espero vuestros comentarios.

Esta historia es de mi autoría. Toda similitud con cualquier otra historia real o inventada es pura casualidad. No pretendo incitar ni insinuar nada más que contar la historia y mucho menos ofender a grupos o individuos. Respeto todas las opiniones que me queráis dar, siempre y cuando mantengáis el respeto hacia mí.

Follando a mi madre

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En aquel verano yo debía tener unos 22 años y acaba de finalizar los estudios, por lo que estaba empezando a buscar mi primer empleo.

Mis padres se habían ido de vacaciones a la playa y yo me había quedado solo en la ciudad. Decir solo sería faltar a la verdad, ya que me quedé con mi novia y aproveche para pasármela por la piedra sin descanso y sin piedad.

Pero tanto me la follé, que me dejó por salido, por obseso sexual. Y eso que no la hice todo lo que deseaba ni tantas veces, pero así son las mujeres, siempre poniendo pegas por todo.

Pero ¿quién no está obsesionado con el sexo con veintipocos años?

Ella también lo estaba, pero decía que quería algo más.

¿Qué tuviera dos pollas para metérsela a la vez por el culo y por el chocho? ¿o tres para metérsela también por la boca?

Pues bien, en la vorágine de tanta calentura, mi padre me anuncia que vuelve el fin de semana a Madrid para solucionar unos temas y por qué no voy yo a pasar esos días en la playa, que seguramente también fuera mi tío Alberto y que podría ir con él en el coche.

Mi tío Alberto era el hermano menor de mi padre, y en aquella época debía tener unos 36 años, unos 15 menos que mi padre.

Soltero pero con varias novias conocidas, seguro que se tiró a más de una estando con otra. De carácter muy distinto al de mi padre.

Mi tío muy bromista, mi padre muy circunspecto.

Era de complexión fuerte y fibrosa sin nada de barriga.

Tenía el pelo negro y siempre una sonrisa irónica en la cara.

Pero había algún aspecto de mi tío que no conocía, y que pronto descubriría.

Si mi padre tenía entonces 51 años, mi madre era bastante más joven, siete años menos exactamente. Tenía unos 44 años, pero su cuerpo no había perdido un ápice su hermosura estando incluso más buena ahora que cuando era más joven, posiblemente por las horas que pasaba en el gimnasio casi todas las tardes.

Su estatura era casi de un metro setenta, con una figura espectacular, de culo duro, levantado y respingón, muy poca cintura y tetas redondas, erguidas y macizas, rematadas por unas piernas fuertes y torneadas, y una cara de nariz respingona, labios carnosos, hermosos ojos negros y pelo del mismo color.

Pues bien, ya estaba de camino hacia la playa montado en el coche de mi tío, él al volante, yo de copiloto.

Íbamos hablando animadamente, y surgió no se sabe cómo ni por qué el tema de las tías, de lo buenas que estaban y las cosas raras que hacían, y, como decía mi tío, se comportan como las hormigas, que en cuanto las tapas el agujero se ponen como locas.

Eso lo comprobaría nuevamente pero con una persona que ni me imaginaba: con mi madre.

Me estuvo contando excitantes anécdotas de sus aventuras sexuales, como se las follaba, en los lugares que los hacía, lo que las gustaba a ellas que las hicieran.

Yo, para intentar estar a su altura, le conté cosas de mi novia, enriquecidas, por supuesto.

Y mi fantasía echó a volar, contándole polvos fantásticos con mis compañeras de facultad, con amigas, con mujeres que me encontraba en distintos lugares.

Creo que se dio cuenta que en el fondo era un pardillo, que tenía un fantástico mundo de lujuria y desenfreno por descubrir.

Llegamos a la conclusión que todas están buenas para llevárselas al catre, sin excepción, sin discriminar por motivos como la edad, raza, tamaño, gordura.

También nos contamos nuestros próximos planes para pasarnos por la piedra a todo bicho viviente.

Y los dos nos reímos mucho, con una risa cómplice.

Tanto hablamos que surgió el tema de mi madre, y, por supuesto, lo sacó él, de forma totalmente premeditada, para sondearme sobre mi posible grado de participación si, como decía él, se presentaba la ocasión, y las ocasiones son para aprovecharlas, hasta el final, hasta el fondo.

Me habló de lo buena que estaba mi madre.

De sus largas, hermosas y tornadas piernas.

De sus tetas redondas, duras y levantadas, con unos pezones que parecían querer reventar el sostén que las cubría.

De sus nalgas redondas, firmes, duras y erguidas.

De sus labios carnosos y sonrosados, hechos para comerse un buen rabo.

Me la imaginaba con toda mi verga, enorme, gigante, inhiesta y tiesa, dentro de su boca, y ver como la lamía lentamente, de arriba abajo, como si fuera un sabroso helado, sin dejar de mirarme a los ojos, prometiéndome que esto era solo el principio, que lo mejor vendría después.

Me sacó mi tío de mi nube, preguntándome si había la había visto alguna vez desnuda, totalmente desnuda.

Haciendo memoria sí que recordaba haberla visto varias veces las tetas, en la intimidad de su dormitorio, en el baño, en casa e incluso una vez en la playa. Era muy pequeño y esa experiencia la recuerdo ahora muy excitante, locamente excitante, pero entonces fue para mí un trauma: ¡a mi madre la habían visto las tetas!

Por supuesto, volví a enriquecer mi relato, situándola en playas nudistas, rodeada de hombres que la sobaban todo el cuerpo.

Y ¿follando? Me preguntó si la había visto alguna vez follando.

Hace años recuerdo que la vi en la cama con mi padre.

Fui por la noche al baño y al oír extraños ruidos en el dormitorio de mis padres, se me ocurrió abrir la puerta.

Y allí estaba ella, de espaldas a la puerta, moviéndose arriba y abajo sobre mi padre que yacía tumbado bocarriba en la cama.

Estaba desnuda y sus nalgas brillaban por la luz de la mesilla de noche.

Recuerdo la raja de su culo y las manos de mi padre sobre sus nalgas, mientras saltaba y saltaba.

Me quedé un rato mirando entusiasmado sin darme cuenta de que podían pillarme, pero reaccioné, volví a la realidad y cerré la puerta sin hacer ruido antes de que se dieran cuenta.

¡Pero qué digo! ¡Sí que la he visto follando, y bastantes veces, y no siempre con mi padre!

Como aquella vez que se la follaron en un parque acuático y en el excitante regreso que tuvimos en autobús, donde fue de polla en polla, como en el juego de la oca, hasta que me la tiro porque me toca. ¿Cómo había podido olvidarlo? Sí fue inolvidable, ¡pues no me hice un montón de pajas durante años recordando lo que la hicieron!

¡O como aquella vez en la playa donde dos enormes culturistas la salvaron de morir ahogada en el mar, para luego tirársela en la orilla por el pago de sus servicios!

¡Y qué decir de aquella vez que un hombre la violó en mitad del patio de un edificio de viviendas, ante la atenta mirada de todos los vecinos!

Pero el tío Alberto me sacó de mis excitantes pensamientos, agarrándome por el muslo.

Y con su sonrisa irónica me dijo que se lo contara, que se lo contara todo.

Y así hice, se lo conté todo, con todo lujo de detalles, sin olvidarme nada, y vi cómo, sin perder su sonrisa, absorbía todo y como el bulto de su pantalón crecía y crecía, así como el mío que ya tenía una más que buena erección.

Paramos en una estación de gasolina para echar gasolina (que no un polvete) e ir al lavado, pero antes de ir ya me avisó que no me hiciera ninguna paja en el baño, que no hay que desaprovechar ningún tiro, que este fin de semana seguro que podíamos descargar a placer.

Me costó llegar a los aseos, dada la enorme erección que tenía, ante la mirada de las muchas personas que estaban allí.

Habían llegado varios autocares llenos de gente, que me miraban unos sonriendo y otros con asco, pero yo, todo lo dignamente que pude, con las piernas abiertas e inclinado bastante hacia adelante, me encaminé hacia los lavabos.

Había un montón de chicas jóvenes y no tan jóvenes, todas morenísimas y buenísimas, con sus vestiditos y pantaloncitos cortísimos, enseñando sus muslos, sus culos y alguna que otra teta.

¡Me las tiraría a todas! ¡a todaaaaaaaas!

Saqué la lengua a más de una y alguna me devolvió el gesto.

Casi entrando en los lavabos, me cruce con una que salía de los de las mujeres.

Rondaría los quince años, con su vestidito corto.

La sujeté de frente por la cintura y, viendo cómo se escabullía entre mis brazos, la levanté la falda por detrás.

¡Vaya culo respingón apenas tapado por un tanga rojo!

Me metí en un reservado del aseo de caballeros y, siguiendo los consejos de mi tío, no me masturbe, como era mi más ferviente deseo, aunque, eso sí, manché de orina toda la pared al no poder hacer que mi verga descendiera lo suficiente.

Oí decir a mi tío, que estaba en un reservado contiguo al mío, que me contuviera, que reservara fuerzas para lo que nos esperaba.

Al volver al coche, después de incorporarnos a la carretera principal, mi tío continúo con su interrogatorio.

¿Qué es lo que te gustaría hacer a tu madre?
Y me disparé, diciendo atropelladamente, como si me faltara aire.

¡Follármela, follármela por todos sus agujeros, reventarla el chocho y el culo, hacerme una cubana, que digo una, varias, entre sus tetas, hacer que me la coma hasta que me deje seco sin una gota de lefa en mi cuerpo!
Me paró con un gesto, y me dijo sonriendo:

Tus deseos serán cumplidos.
Eso deseo.
Yo también quiero follármela.
Le mire y continúo diciéndome.

Pero no quiero que me lo impidas.
No lo haré.
Yo te ayudo y tú me ayudas.
Hizo una pausa, mirándome para decirme:

Todos para una y una para todos. Como los tres mosqueteros.
Pero ¿somos dos?
La tercera será tu madre, siempre en medio y nosotros entre sus piernas, follándola.
Me reí, entre excitado y divertido, y él también se rio.

Le pregunté:

Ya te la has tirado, ¿verdad?
Me miro un instante y me dijo:

Lo que quiero ahora es follármela.
No me has respondido.
Cuando veas como me la tiro, sabrás si lo he hecho antes.
No la harás daño, ¿verdad?
No va a ser precisamente daño lo que la voy a hacer.
Y se rio, contagiándome con su risa.

Estuvimos varios minutos en silencio.

Yo visualizando a mi madre siendo follada por él y por mí, sobre todo por mí.

Supongo que a mi tío le ocurría lo mismo.

Había pasado casi una hora, cuando le volví a preguntar:

¿Piensas que tu hermano, mi padre, es maricón? Como es posible que, con la mujer que tiene, no esté siempre tirándosela?
No, no es maricón ni mucho menos. Seguro que la ha echado un montón de polvos y se los sigue echando, pero con el tiempo la rutina puede con todo y se convierte en aburrimiento.
Se paró un momento y me dijo sonriendo:

Por eso vamos allí, para que tu madre no se aburra, y que mejor forma que arrancarla las bragas y follársela. Aprovechémonos. Nos lo agradecerán.
Volvimos a reírnos.

Le comenté una fantasía sexual que tenía:

Lo que me gustaría es follármela en la playa, pero no de noche, sino a la luz del día. De un día soleado, y los dos desnudos, follándomela en la playa, en la arena, en el mar, en todas partes y por todos sus agujeros.
Tus deseos serán cumplidos. En la playa y en donde tú quieras.
Ya estábamos casi llegando, y se me notaba nervioso, moviéndome en mi asiento, por lo que me dijo muy despacio, recalcando las palabras:

Tranquilízate. No tiene que notar nuestras intenciones. Y cuando nos la follemos, no tiene que saber que el otro lo está viendo todo y que lo sabe. Es muy importante, al menos al principio. En cuanto sepa que sus polvos tienen como testigos a su hijo o a su cuñado, seguro que se cierra de piernas y se acabaron los polvos. No lo olvides.
Lo tienes todo pensado.
Experiencia, simplemente experiencia, y por supuesto ganas de pasarme a tu madre por la piedra.
Ya estábamos entrando en el pueblo, con sus casas iluminadas y sus calles llenas de gente paseando.

Aparcamos el coche, y fuimos directamente a la vivienda de mis padres, situada en un edificio de varios pisos muy próxima a la playa.

Nada más tocar el timbre de la puerta, oímos la voz alegre de mi madre y sus pasos ligeros que se aproximaban como si estuvieran danzando.

Se abrió la puerta y allí estaba ella, sonriendo de oreja a oreja.

Me abrazó el primero al estar más próximo a la puerta y me dio un par de fuertes besos en la mejilla.

Luego hizo lo mismo con mi tío, que aprovecho para rodearla con sus brazos la cintura y tocarla el culo, mientras me guiñaba un ojo sonriendo.

Nos hizo entrar en casa.

Estaba espléndida, muy alegre y sonriente.

Pero sobre todo estaba buenísima, muy morena, de un moreno dorado casi negro, más delgada y sabrosa que de costumbre, luciendo un vestido de colores chillones muy ligero de falda corta y tirantes, que resaltaba sus caderas, sus glúteos, sus muslos, sus pechos, su todo.

Estaba como para echarla un polvazo en ese mismo momento y lugar, sin esperar ni un segundo, y luego otro polvo y otro y otro, así hasta el infinito.

Nos dijo que estaba muy contenta de que hubiéramos venido, que nos divertiríamos mucho.

No podía estar más en lo cierto, íbamos a divertirnos mucho con ella, pero que mucho mucho.

El tío Alberto la dijo sonriendo:

Nos dijo tu marido que viniéramos para que nadie, aprovechando su ausencia, te bajara las bragas y se metiera entre tus piernas.
Mi madre se rio, más bien cortada por el comentario, pero el tío Alberto era así, digamos divertido.

Mi madre había dispuesto que yo durmiera en mi dormitorio y el tío Alberto en el sofá que había en el salón.

El tío Alberto la comentó, como si fuera una broma:

Con lo grande que es tu cama y lo sola que vas a estar, mejor que yo duerma contigo.
Ella, muy cortada, intentó hacer como si se riera, y le respondió:

Mejor cuando esté tu hermano, que seguro que estás mejor con él.
¡Ya veríamos donde dormiríamos! Seguro que la cama de matrimonio de mi madre iba a ser la más utilizada.

Una vez dejadas nuestras bolsas de viaje, nos fuimos a la terraza para cenar algo.

Me di cuenta que cada vez que pasaba el tío Alberto por la cocina, donde mi madre nos preparaba la cena, él aprovechaba la estrechez de la cocina para tocarla el culo, y a ella parecía no importarla, como si no ocurriera nada.

Viendo esto, fui yo el que se fue al baño, aprovechando también para tocarla el culo, y restregar mi polla tiesa por su culo duro. Pero ella no se daba por enterada. Continuaba tan alegre y despreocupada como al principio.

Ya sentados en la terraza esperando que mi madre terminara la cena, el tío Alberto me comentó:

No lleva nada debajo del vestido, ni bragas ni nada. Se ve a simple vista y además al pasar la mano por su trasero bien que lo he notado.
Aunque no me había dado cuenta, le comenté muy entendido que ya lo había notado.

¿Iba desnuda debajo del corto vestido solamente por el calor o para excitarnos sexualmente?

Nos sirvió la cena, y se sentó en una silla al lado nuestro.

Charlaron animadamente madre y tío, pero yo, aunque intentaba disimular comentando algo de vez en cuando, no dejaba de mirar a mi madre, de recorrer con mi vista cada centímetro de su cuerpo, imaginando lo que se escondía debajo del ligero vestido.

Cada vez que se cruzaba de piernas y la veía los muslos desnudos, me entraban ganas de agacharme y verla el conejito, lamérselo.

Mi madre nos comentó que no se había dado cuenta hasta ahora, pero mi tío y yo éramos físicamente muy parecidos. Más o menos de un metro ochenta los dos y fibrosos, sin nada de grasa y sin barriga.

Parece ser que lo de follar nos había mantenido muy bien, en forma y preparados para volver a follar siempre que hubiera una ocasión.

Después de cenar, convenientemente duchados, nos fuimos cada uno a su cama. ¿Cuánto tiempo duraríamos allí?

Pasaba el tiempo y no sucedía nada, así que me quedé dormido.

Ya estaba dormido, cuando alguien me despertó, tocándome el brazo.

Era el tío Alberto que, mediante gestos, me decía que iba a ir al dormitorio de mi madre y que yo podía ir a la terraza y, escondido, podía ver lo que sucedía a través de la ventana de su dormitorio.

Así hice, descalzo y solamente con un calzón me encaminé sin hacer ruido a la ventana que estaba abierta de par en par y con la persiana medio bajada.

Como no había ningún edifico enfrente del nuestro, nadie podía ver lo que sucedía dentro de nuestra casa.

Allí en la semipenumbra del dormitorio estaba mi madre, tumbada en la cama, sobre las sábanas, sobre un costado, con la cara apuntando hacia la ventana donde yo estaba.

¡Estaba completamente desnuda!

Sus tetas reposaban desnudas sobre la cama, y su cadera desnuda delataba que no llevaba bragas ni nada que la cubriera.

Sabía que había dos hombres en su casa, uno de ellos el salido de su cuñado y va ella y se acuesta desnuda en la cama.

Pensé en ese momento que quería guerra, y vaya si iba a tenerla.

Por su inmovilidad y por el ruido que hacía al respirar, tuve la certeza de que dormía.

La puerta del dormitorio, situado a espaldas de mi madre, se abrió sin hacer ruido, y ahí estaba mi tío Alberto, como Dios le trajo al mundo pero con un enorme pistolón entre las piernas, listo para disparar.

Se acercó sin hacer ruido a la cama y con cuidado se tumbó en ella al lado de mi madre.

Se movió apoyando su cipote tieso y duro sobre el culo de ella y colocó su mano derecha sobre la teta derecha de ella, sobándola.

Mi madre se agitó, exclamando a medio camino entre el sueño y la realidad:

¿Qué pasa? ¿Qué pasa?
Pero siguió durmiendo.

Aprovechando la ocasión, el tío Alberto presionó todavía más con su cipote sobre el culo de ella y, viendo que todavía seguía profundamente dormida, se movió un poco hacia los pies de la cama.

La levantó un poco la pierna derecha y la colocó sobre sus piernas.

Tanteó para colocar su verga en la entrada de la vagina de mi madre y presionó, logrando que entrara.

Mi madre jadeo al notar que algo la había penetrado.

Mi tío se quedó quieto, esperando la reacción de mi madre pero ésta seguía sin despertar.

El tío Alberto empezó a moverse despacio y con cuidado, adelante y atrás, adelante y atrás, haciendo que su verga se moviera dentro de la vagina de ella.

¡Se la estaba follando! ¡Se estaba follando a mi madre! Y ésta no se daba ni por enterada.

Los movimientos del folleteo eran cada vez más rápidos, más potentes, y la cama también se movía, haciendo que mi madre despertara.

Ella se agitó, despertando, y viendo enseguida como la estaban montando por detrás, intentó apartarse, chillando, pero el tío Alberto la tapó con una mano la boca impidiendo que siguiera chillando, y la chistó al oído, susurrándola:

¡Cállate, que vas a despertar a tu hijo y a ver que le cuentas!
Mi madre se quedó inmóvil, callada, y el tío Alberto reanudó su movimiento del mete-saca otra vez despacio.

Pero ella intentó zafarse, consiguiendo sacar la verga de su vagina, pero él, sujetándola por el brazo, impidió que se levantara de la cama.

Mi madre se retorció, logrando quitarse el brazo que la asía, pero antes de que pudiera levantarse, mi tío la agarró y la tumbó otra vez en la cama, bocarriba, colocándose encima de ella, entre sus piernas abiertas, con su verga tiesa presionando sobre la entrada a la vagina.

Con una mano sobre la boca de ella y la otra sujetándola por las muñecas de las dos manos, la susurró de nuevo al oído:

¡Le vas a despertar!
Mi madre, notando por un momento que no tenía tapada la boca, suplicó en voz baja:

No, por favor.
Pero él la replicó también en voz baja:

Sí.
Y presionando con su rabo, se la debió meter otra vez en el coño, ya que oí a mi madre jadear, y mi tío empezó a mover rítmicamente sus caderas y su culo, follándosela.

Poco a poco fue aumentando el ritmo y mi madre empezó a gemir de placer, débilmente al principio pero se fue entonando, aumentando el volumen de los gemidos.

Mi tío paró de moverse, y la dijo en tono muy bajo:

Vas a despertar a tu hijo y me pregunto qué le vas a decir.
La desmontó y, tirando de ella, se tumbó bocarriba en la cama, obligándola a estar encima de él.

La vi sentada a horcajadas encima de mi tío, con sus manos sobre los pechos de él y él sujetándola por las caderas.

Mi tío la dijo tranquilamente:

Ahora te toca a ti mover el culo.
Sorprendentemente mi madre no respondió, bajó una de sus manos y, agarrando la verga de mi tío, se levantó un poco y se la metió dentro de la vagina, jadeando al notar como nuevamente entraba.

Se puso a cabalgar poco a poco sobre el cipote de mi tío, aumentando gradualmente la velocidad.

Brillando por la luz que entraba por la ventana, los glúteos de mi madre se movían rítmicamente, subiendo y bajando, subiendo y bajando.

Las manos de mi tío iban de sus caderas a sus nalgas, sobándoselas, sujetándola, mientras que mi madre se inclinaba a veces hacia adelante, permitiendo que tuviera una mejor vista de sus espectaculares glúteos y de cómo el rabo de mi tío entraba y salía de su conejito.

Más que cabalgar, mi madre ya botaba, botaba y botaba, amenazando con romper la cama, chillando de placer, sin pensar que su hijo pudiera despertar y escucharla.

Sus tetas enormes, se movían descontroladamente, sin perder su redondez ni su consistencia.

No mucho más duraron los botes de mi madre, ya que mi tío la obligó a parar al tener un orgasmo, pero ella, al no haber conseguido el suyo, se mantuvo sentada sobre él, mirándole, y empezó a masturbarse con los dedos, teniendo todavía dentro la verga de él.

Gimió y gimió, y un chillido finalmente indicó que ella también había logrado su orgasmo.

Estuvo unos segundos quieta sin moverse, hasta que le desmontó y se tumbó en la cama, bocarriba, al lado de él.

Estuvieron unos segundos, inmóviles, sin decir nada, hasta que mi madre, de un salto, se levantó de la cama y se fue al cuarto de baño.

La oí mear y luego el ruido del agua en la ducha.

Mi tío, acercándose a la ventana donde yo estaba, me dijo en voz baja:

Estate atento que vas a tener esta noche tu oportunidad. Aguanta en la ventana sin hacer ruido que yo te aviso para que entres por la puerta y, si hay suerte, tengas esta madrugada tu primer polvo con ella.
Al rato salió del baño mi madre envuelta en una toalla y, entrando en el dormitorio, dejó caer la toalla sobre una butaca y se volvió a tumbar desnuda en la cama, sobre mi tío, besándole con pasión la boca.

Mi tío, agarrándola por la cintura, la metió su lengua en la boca, revolcándose ambos sobre la cama.

Las manos de él bajaron a los glúteos de mi madre, sobándolos, apretándolos con fuerza, y así estuvieron durante varios minutos.

En la pasión del momento, mi madre se tumbó de lado en la cama, dándole la espalda, muy pegado a él.

Levantó su pierna, ofreciéndole su sexo, y agarrándole el pene, otra vez tieso, se lo volvió a meter en la vagina.

Jadeó nuevamente y mi tío empezó otra vez a follársela, pero esta vez los movimientos de ella, juntamente con los de él, hicieron que llegaran nuevamente al orgasmo.

Después de los dos polvos, estuvieron quietos en la cama, y oí a mi madre, como si no hubiera ocurrido nada, volver a quedarse dormida, dando la espalda a mi tío y a la puerta del dormitorio.

Estaba amaneciendo, el sol iba poco a poco inundando con su luz la estancia donde mi madre yacía completamente desnuda, recién follada y dormida profundamente, mostrando todos sus encantos.

Mi tío moviendo una mano, me avisó que era ahora mi turno.

Entré silenciosamente en la casa tan rápido como pude, dejando caer mi calzón el suelo, y, completamente desnudo y empalmado, abrí, despacio y sin hacer ruido, la puerta del dormitorio de mi madre, encontrándoles en la cama, como les había dejado hacía unos instantes.

Mi madre tumbada de lado, daba de espaldas a la puerta por donde yo había entrado.

Mi tío se levantó de la cama, cogió suavemente a mi madre de la cintura y la colocó despacio bocabajo sobre la cama, en la posición del perrito, con la cara sobre la almohada, pero el culo en pompa, al tener las piernas dobladas bajo su cuerpo.

Aunque ella se quejó, continuaba sin despertarse, por lo que mi tío separó un poco sus piernas, y me invitó con sus gestos para que la montara por detrás.

Desde arriba tenía una visión inmejorable de sus glúteos macizos y de su vulva hinchada, por lo que casi me corro allí mismo del gusto, pero logré sobreponerme y acercándome todavía más a ella, coloqué mis manos sobre sus nalgas perfectas.

Estaban calientes y algo mojadas, supongo que de sudor, pero eran suaves y agradables al tacto, por lo que las sobé durante unos instantes, sintiendo sus fuertes músculos, y me entraron unas ganas brutales de comérmelas, así que agaché mi cabeza y empecé a chupárselas, a besarlas.

Separé lo suficiente las nalgas y allí estaba su glorioso agujero, sonrosado como un niño recién nacido.

Metí mi cara entre los dos cachetes y comencé a lamérselo.

Su sabor a naranja, fruto posiblemente del gel de ducha que acababa de utilizar, me excitó todavía más.

Mi lengua recorría ya todo el espacio entre las dos nalgas, subiendo bajando con largos lengüetazos, arriba y abajo, una y otra vez.

La di varios buenos lametones en su conejo y saboree su sabor mezcla de miel y naranja. Estaba exquisito, listo para comérmelo.

Me incorporé, sin dejar de separarla las nalgas, y, colocando una pierna flexionada sobre la cama, tantee con mi verga inhiesta, tiesa y dura la entrada a su vagina, hasta que la encontré y empecé a metérsela poco a poco.

Gimió de placer todavía más, cada vez que mi cipote entraba y salía de su conejito, hasta que se la metí hasta el fondo.

Levantó su cabeza de la almohada y puso rectos sus brazos, poniéndose a cuatro patas, sin mirar hacia atrás, y comenzó también a moverse adelante y atrás, adelante y atrás, sin dejar de gemir como una gata en celo.

Nuestros movimientos eran cada vez más rápidos y la penetración cada vez llegaba hasta el fondo.

Sus gemidos se convirtieron en gritos de placer.

Y eyaculé como una mala bestia, al mismo tiempo que mi madre emitía un último grito desgarrador de placer, dejándose caer de bruces sobre la cama.

Sujetándola por las caderas, pude, a duras penas, desmontarla exhausto.

Mi tío me sujeto para que no me cayera y me empujó hacia la puerta del dormitorio.

Salí tan rápido y silencioso como pude, pero pude echar una última oleada a mi madre.

Yacía tumbada bocabajo sobre la cama, despatarrada, goteando esperma sobre la cama.

Toda ella era un culito, y yo lo había disfrutado a placer.

Volví a mi dormitorio y, cerrando la puerta, me limpié como pude.

No podía ir al baño, ya que me oiría y sabría la verdad: que su hijo también se la había follado.

Sin escuchar ningún ruido del dormitorio de mi madre, me acosté, esperando un nuevo día.

(CONTINUARÁ)

Dos para una

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Encontró a los dos chicos en casa de su amiga, en la fiesta a la que había asistido junto a su esposo. Él había marchado dejándola sola y permitiendo así que la mujer aprovechara la oportunidad disfrutando de tan buena compañía…

Ce soir, je serai la plus belle

pour aller danser

danser.

Pour mieux évincer toutes celles

que tu as aimées

aimées.

Ce soir je serai la plus tendre

quand tu me diras

diras.

Tous les mots que je veux entendre

murmurer par toi

par toi.

Je fonde l’espoir que la robe que j’ai voulue

et que j’ai cousue

point par point.

Sera chiffonnée

et les cheveux que j’ai coiffés

décoiffés

par tes mains…

La plus belle pour aller danser, SYLVIE VARTAN

Se encontraba en el dormitorio con aquel par de tipos. Tras la fiesta a la que habían asistido la noche anterior, su marido había desaparecido rumbo a uno de sus muchos viajes de negocios como él los denominaba. Por supuesto, acompañado por Fabiola, la eficiente secretaria con la que sabía disfrutaba de los muchos polvos que a ella no le ofrecía. Maldito cabrón, a sus casi cuarenta años Pablo parecía haberse cansado de ella gozando de continuas escapadas ahora a un sitio, ahora a otro. Tan pronto marchaba a Madrid, como a Roma o a Oslo, cualquier lugar era bueno para sus infidelidades que ya se habían hecho habituales de un tiempo a esta parte. Incluso les había pillado en la misma oficina una tarde en que fue a buscarle. Era tal su desvergüenza que en el mismo trabajo se dedicaban a sus momentos de solaz, como bien pudo comprobar aquella tarde en que los encontró en plena faena a través de los estores a medio echar, él sentado en su butaca de cuero negro mientras Fabiola se encontraba arrodillada a sus pies y dedicada a lo que todos pueden imaginar.

Salió de allí como alma que lleva el diablo, llorando y gimoteando como una tonta, pensando que su vida se había roto y que ya no tenía sentido alguno. Corrió a la calle donde tomó el coche para dirigirse a casa donde siguió llorando y llorando hasta no poder más. Pensó en dejarle, en hablar con él largo y tendido, pensó incluso en el suicidio. Pablo no apareció en toda la noche ni tampoco en todo el día siguiente, no dándole la oportunidad de enfrentarlo y teniéndose que comer ella sola el disgusto. De aquello hacía ya un año y medio largo. Delfina decidió no decirle nada y continuar como si nada supiera.

Sin embargo, cada escapada era como una puñalada en lo más profundo de su ser. Fines de semana enteros mientras él estaría en cualquier habitación de hotel, lágrimas amargas que la hacían creer culpable pensando en qué podía haber hecho mal. Le había dado dos hijos maravillosos, el matrimonio parecía ir a la perfección siendo ella la esposa perfecta hasta que un buen día todo empezó a cambiar. Tras hablar con Lidia, su mejor amiga y a la que conocía desde pequeña, comprendió que esas cosas solían pasar y que ella era una más a la que le había pasado. Los hombres son volubles, la infidelidad forma parte de su naturaleza y las mujeres nada ganamos sufriendo por ellos. Así que nada de llorar, nada de vida rota y por supuesto nada de suicidio y tonterías de esas. En esos momentos es cuando debía ser más fuerte y pensar en ella y en lo que hacer.

Las palabras de Lidia la hicieron reflexionar y tomarse todo aquello de otra manera. Si Pablo la engañaba, ella no se quedaría atrás. Los últimos seis meses gozaba de la compañía ocasional de Valentín, un compañero del trabajo y divorciado hacía dos años. Se veían de vez en cuando, sirviéndole a Delfina de válvula de escape con la que poder pagar a Pablo con la misma moneda. Valentín era bastante mayor que ella pero en la cama todavía se comportaba de modo más que aceptable. Le daba lo que necesitaba, mostraba un buen aguante con ella haciéndola sentir explosivos orgasmos que hacía mucho no sentía. Por supuesto con preservativo, no fuera a llevarse una desagradable sorpresa por un instante de placer. Tanto y tanto tiempo que Pablo no la hacía sentir así…

Gracias a Valentín, se convirtió en una consumada amante aprendiendo más en aquellos seis meses que en los años que llevaba viviendo con su marido. Junto a Lidia vivió también alguna que otra aventura con algún hombre desconocido; una noche en que habían salido a bailar se vieron acompañadas de dos apuestos muchachos más jóvenes que ellas y con los que acabaron la noche en casa de su amiga. La bella Lidia la fascinó haciéndola conocer los placeres de Lesbos, una experiencia hermosa y con la que aprendió lo mucho que dos mujeres podían hacerse gozar. La compañía de dildos, bolas chinas, arneses y las caricias entre ellas la hicieron descubrir nuevos mundos distintos a todo lo conocido hasta entonces. Con Lidia era todo diferente, mucho más tierno y dulce aunque también sabía mostrarse áspera y violenta según convenía. De ese modo, los encuentros entre ellas se hicieron mucho más continuos que con Valentín. Se entendían a la perfección, la amistad había dado paso a algo mucho más agradable e intenso.

Aquella noche de sábado había asistido con Pablo a la fiesta que Lidia y su marido daban. Apenas se habían visto, aprovechando Delfina para bailar con cualquier hombre que se le acercaba. Había bebido más de lo que en ella era habitual, perdiendo a su esposo de vista nada más llegar y notando la cabeza cada vez más cargada. Pese a todo, se encontraba eufórica y deseando que la velada no acabara nunca. En el viaje de ida le había hecho saber que saldría a primera hora de la mañana contestándole ella que no se preocupara que se quedaría a dormir en casa de Lidia. Alguno de sus acompañantes le habían hecho saber su deseo por ella, apretándose de manera obscena y haciéndola notar el amable bulto pegado a la pelvis. Suspiró ahogadamente, dejándose llevar a un rincón apartado mientras las manos del hombre la recorrían entera por encima del vestido blanco que había elegido para la ocasión. Fuera ya de miradas indiscretas, se dejó besar por aquel joven muchacho que la hizo sentir en la gloria con aquel pequeño piquillo que le dio. Era bastante más joven que ella, al menos diez años pero eso a ella no le importó en aquel momento. De cabello largo y castaño, preciosos ojos color ámbar y labios gruesos, a la mujer le pareció de lo más atractivo. Instantes antes, su mirada se había cruzado con la turbia de su amiga; seguramente montones de ideas perversas corrían ya por su mente.

Dos o tres besos más consiguió sacarle su joven acompañante, logrando con grandes dificultades quitárselo ella de encima por un rato. Bebió una copa más de aquel coctel maligno, encontrándose finalmente con Pablo el cual le dijo que marchaba. No le importó mucho su ausencia, más bien nada. Miró el reloj de pulsera y vio que marcaba las dos. Quedaba mucha noche por delante –pensó viéndose enseguida acompañada por un chico algo mayor que el otro. Al mismo tiempo y al otro lado de la terraza, Lidia bailaba ahora con su esposo de forma acaramelada. Quizá no habría nada aquella noche con ella –los pensamientos le corrían a mil por hora llenándole la cabeza de diversas ideas a cual más pícara.

Se notaba terriblemente excitada, el alcohol ingerido hacía su efecto en ella. El vientre masculino se pegó dándole a conocer lo muy dispuesto que lo tenía, las manos le apretaban la espalda desnuda para luego subirlas y bajarlas con descaro a lo largo de la misma. La cabeza le daba vueltas, sonreía dejándose besar por su acompañante que cada vez la tenía más y más embelesada. En casa de su amiga, sola y sin su marido, las manos y el cuerpo del hombre pegado a ella le sabían a gloria. Tomada del mentón, la besó haciéndola sentir el alcohol que la boca del joven expelía. Las bocas se unieron con frenética pasión, él consiguió hacerla abrir los labios para meter la lengua en el interior de la boca de Delfina que, sintiéndose enloquecer, unió la suya a la de aquel chico al que apenas conocía. Con la cabeza cargada por el alcohol, recordó con dificultad que les había presentado Lidia al poco de llegar a la casa, pero después no habían intercambiado palabra hasta ese momento. El beso le supo genial, las respiraciones entrecortadas de ambos dentro de su boca mientras las manos seguían recorriéndola por encima del vestido. El deseo del muchacho le hizo ir más allá, buscando ahora meter la mano por debajo de la impoluta prenda de la casada. En ese momento se olvidó de todo, disfrutando el ataque furioso bajo sus prendas. El hombre subió el vestido hasta apoderarse con las manos del redondo trasero.

Delfina gimió ahogadamente al notarse llevar contra la pared donde el chico la empotró con su enorme humanidad. Más alto que ella, al menos siete centímetros más, el hermoso muchacho se hizo con la mujer teniéndola completamente a su merced. El bulto se rozaba contra ella y las manos corrían arriba y abajo en una disección perfecta de su cuerpo apetecible y bien formado. Abriendo los ojos, observó a su pareja unos breves instantes. Moreno, de barba rala, poco abundante y de varios días, mostraba un look bohemio gracias al peinado alborotado que presentaba. No la dejó mirarle mucho pues enseguida se lanzó sobre la mujer viéndose inmersos en la locura de un beso largo y profundo. Delfina se sintió morir, excitada como estaba por su joven amigo. Ya no se acordaba de Pablo ni de nada de todo aquello que la rodeaba. A lo lejos y en el salón, la música se escuchaba alta y seguramente cada cual estaría divirtiéndose por su lado. Vio a su amiga haciendo de perfecta anfitriona al despedirse de alguna de las visitas. Entre las tinieblas en las que se encontraba, escuchó unas risas procedentes de la cocina cercana. Risas de mujer y que demostraban a las claras lo que allí debía estar sucediendo.

Cerró una vez más los ojos entregada a su bello acompañante. Se besaron morreándose con desesperación, mezclando las lenguas, sacándola ella en busca de la del chico para empezar un juego que la hizo vibrar de un modo irrefrenable.

¡Bésame por favor… bésame! –pidió sintiendo casi perder el equilibrio pero logrando finalmente mantenerlo con más que evidente dificultad.

Los dedos femeninos se enredaban en los cabellos de él teniéndolo bien cogido de la nuca. El joven se hizo con el cuello desnudo consiguiendo con ello una mayor entrega por parte de ella. La estaba volviendo loca con aquello, el cuello era una de sus zonas más peligrosas y con las que más se excitaba si sabían cómo trabajarla. Y sabía cómo hacerlo, de eso no había duda pasándole la lengua arriba y abajo para después hacerla ladear levemente la cabeza y caer sobre el cuello chupándolo de manera obscena.

¿Cómo te llamas? –preguntó como si realmente le importara saberlo. Sin saber muy bien porqué le vino aquella pregunta a la cabeza.

Rubén… nos presentó la anfitriona de la casa al poco de empezar la noche –respondió antes de volver a hacerle sentir el cálido aliento sobre su cuello.

Sí lo recuerdo –dijo simplemente sintiéndose como en una nube.

No preguntó nada más, levantando ahora una de las piernas para ser ella quien se frotara suciamente contra su hombre. El bulto masculino golpeaba contra su vientre notando ella un calorcillo más que evidente entre las piernas.

¡Te deseo muchacho… te deseo! Vamos a un sitio mucho más tranquilo, ¿de acuerdo?

Bajando las manos hacia las fuertes manos caídas sobre sus caderas, logró al fin separarlo de su lado no sin antes ofrecerle un nuevo beso corto pero de gran pasión. Con prisas se arregló el vestido bajándolo hasta conseguir que su figura se viera mucho más respetable. Cogiéndolo de la mano, lo hizo seguirla a una habitación donde poder estar tranquilos. Conocía bien la casa así que pensó en ir a alguna de las de la planta superior donde habría menos jaleo. Por el camino se encontraron al chico con el que estuvo antes y fue entonces cuando por la cabeza de Delfina pasó la feliz idea de poder estar con los dos. Era mucho más joven, como de veintipocos años, casi un yogurín pero ya todo un hombre hecho y derecho y un bocado más que apetitoso en aquellos momentos en los que la mujer ya no paraba mientes en nada. Estaba bien segura de lo que deseaba y aquel par de chicos serían seguramente la mejor compañía en aquellos instantes en que tanto necesitaba de un buen rato de sexo. Guiñándole el ojo al pasar junto a él, lo enganchó de la mano haciéndolo unirse a ellos. De forma lenta, subiendo cada escalón de forma premiosa, alcanzaron finalmente el piso superior, la treintañera delante y los chicos detrás llevados por ella.

Busquemos una habitación, rápido –exclamó notándose nerviosa a morir.

Abrió la primera puerta que halló, metiéndose los tres dentro como a hurtadillas. Era una habitación grande, de estilo moderno, en tonos rojos y negros y algo iluminada gracias al amplio ventanal que dejaba entrar la luz de la noche. Apretó con urgencia el interruptor de la pared quedando el dormitorio bien iluminado gracias a la lámpara que colgaba del techo. Ya los tres solos en el dormitorio, se desnudaron sin esperar a más. A los pies de la gran cama de matrimonio, permanecían unidos, la mujer en medio de los dos en un sándwich estupendo del que ella era el bocado a degustar. Las ropas fueron desapareciendo con rapidez insana. Entre besos y caricias, Delfina puso su mano en la espalda para bajar el cierre del vestido. Gracias a la ley de la gravedad, vio como resbalaba sin remedio cuerpo abajo para, de repente y con un maravilloso contoneo de caderas, dejar que acabara a sus pies formando un conjunto indefinible de ropas. Quedó frente a ellos en sostén y tanga, un bonito conjunto de encaje en gris y amarillo complementado con liguero y medias blancos. Sus jóvenes amantes se la comieron con las miradas brillantes de deseo, mirándola de pronto a los ojos como a alguna parte de su figura casi desnuda. Los ojos ardientes indicaban emoción contenida, no tardarían en lanzarse sobre ella devorándola como al mejor de los postres.

¿Os gusta lo que veis? –preguntó para provocarles y en voz baja, casi un susurro.

El más joven de ellos se abalanzó sobre ella, besándola con desesperación la mejilla, la cercanía del lóbulo de la oreja para luego atrapar el cuello de piel tersa y suave. Los labios le recorrían el contorno del cuello brotando de sus labios una risa nerviosa que la hizo gemir finalmente. Se besaron con delicadeza, notándose los labios temblorosos de pasión. Mientras, Rubén se apoderó del cuello dándole un chupetón y haciéndola gritar pero sin separarlo al querer gozar de lo que le hacía. Sería difícil esconder aquello, seguramente Pablo lo descubriría pero no le importaba lo más mínimo que pudiera ver aquella prueba palpable de su flagrante adulterio. Al fin y al cabo, sería una más de sus aventuras, cada vez más abundantes. Ya no se sentía culpable de nada, si acaso de no haber empezado mucho antes con aquello, disfrutando de los placeres que el sexo podía ofrecerle.

¡Seguid muchachos, seguid… me estáis poniendo a tope con lo que me hacéis! –confesó viéndose invadida por la respiración incontrolada de aquel guapo veinteañero.

Unidos como lapas les ayudó a quitar la ropa, empezando por la chaqueta del traje que echó atrás, primero con el uno y luego con el otro. Lo siguiente fueron las corbatas y las camisas de las que se hizo con los diminutos botones soltándolos uno a uno. Aparecieron los torsos desnudos y también Delfina devoró la piel masculina como antes habían hecho ellos con ella. Uno de los torsos era velludo, el del mayor de los dos mientras el del otro mostraba apenas un mínimo inicio de vello.

Sois hermosos… me tenéis enferma chicos –declaró en un momento de enajenación por lo que tan amablemente se le ofrecía.

Tú también eres hermosa… ven, deja que te bese –exclamó el de pelo castaño cogiéndola del rostro para acercarla a él y volver a besarla.

La lengua femenina se introdujo vivaracha en el interior de la boca del hombre. Se deseaban de manera sucia, dándose las lenguas con desparpajo, reconociéndose las bocas hasta el final. Las expertas manos pasearon por toda la bella anatomía, acariciándola desde el cuello para bajar por los hombros y mucho más abajo hasta acabar reposando en los costados. Las otras se hicieron con uno de sus pechos que se veía excitado y a punto de romper la delicada prenda que lo cubría. Delfina gemía sin reparo, entregada a aquel par de chicos que tan cachonda la tenían. Al otro lado de la pared escuchó gritos y lamentos que le resultaron próximos e inconfundibles. Eran sin duda de Lidia, que estaría pasando un buen rato junto a su esposo. Las palabras tan directas, llenas de lujuria y de carga sexual demostraban bien a las claras lo que allí se cocía. La cabrona de Lidia se le había adelantado como siempre hacía –pensó sonriendo para sí misma. Sin embargo, un grito ahogado escapó de su boca haciéndola volver a la realidad. Uno de los chicos, no supo cual, le robó agresivamente un beso al tiempo que le apretaba con fuerza el pecho por encima del sujetador.

Una mano desconocida se fue deslizando entre sus piernas, continuando de aquel modo tan procaz la tarea iniciada. Tembló toda ella, abriendo tímidamente las piernas al sentir la mano llegar más allá. Notó acariciarla el muslo arriba y abajo, alargando el momento tan deseado. El otro macho le comía el cuello, saboreándolo con devoción camino de derribar las últimas fuerzas del escultural trofeo en que se había convertido la agraciada hembra. Se notó caliente, ardiéndole el sexo con aquel calorcillo creciente que tan bien conocía. Los dedos se aproximaron peligrosamente hasta alcanzar la prenda femenina por encima de la cual empezó a pasar la mano. La mujer respiraba agitadamente dejándose hacer por aquel par de machos que tan bien sabían tratarla. Sin darse cuenta de lo que hacía, abrió más las piernas aceptando el lento e incisivo avance. Ellos juguetearon con ella, acariciándole el revuelto cabello y besándola luego a través del mismo. La llenaron de besos voraces, plenos de deseo por la afortunada hembra. La mano apretó su sexo por encima de la húmeda y delicada prenda que lo cubría. Inició un rápido movimiento como buscando masturbarla a través del tanga. Delfina agradeció aquella caricia con una sonrisa bobalicona. Se encontraba ya muy excitada y dispuesta a todo.

Acaríciame cariño, acaríciame…

¿Te gusta esto, eh?

Me encanta, mastúrbame con fuerza y dame placer…

Los dedos se metieron bajo el tanga para atrapar la rajilla que pedía a gritos un ataque que la calmara. Las dos manos se apoderaron de su tesoro, recorriéndolo con tranquilidad y hundiéndose de tanto en tanto como sin quererlo. La mujer entrecerró los ojos gimiendo y gruñendo como una gatita mimosa. Las manos abandonaron su entrepierna, ascendiendo hacia los pechos que se veían palpitantes de emoción. El moreno se aplicó, echando los tirantes del sujetador a los lados para finalizar quitándoselo con elegancia extrema. Los senos aparecieron duros y turgentes, al hacerlo desaparecer con los dientes. Senos de pezones grandes y oscuros que resaltaban sobre la piel tersa y perfectamente cuidada. Las manos cayeron, manoseándolos y apretándolos con audacia y dedicación. Delfina gimió, girando la cabeza para encontrarse con la boca que se encontraba junto a ella. Sacó la lengua, uniéndola a la del hombre para acabar en un beso sensual y atrevido. Sintió la boca en la comisura de los labios, dándole un placer exquisito. Al mismo tiempo, el otro chico le lamía el pezón, golpeándolo con la punta de la lengua hasta cubrirlo con los labios chupándolo suavemente.

Al fin cayeron sobre la cama, abrazados y sin cesar un solo instante en sus caricias. Uno de ellos se hizo con su pecho mientras el otro aprovechaba su debilidad para hacer desaparecer el tanga piernas abajo. La mujer ayudó doblando las piernas como la mejor de las furcias. Pronto la boca atrapó su sexo rozándolo con la lengua ávida y vibrante. ¿Qué pretendía hacerle aquel tipo? Y sin pedir siquiera permiso… ¡maldito tunante! –se dijo mientras bajaba la mano sobre la cabeza de su amante. Levantó las piernas dobladas para facilitar el asalto a su tierna flor. Gimoteaba como una bendita al gozar su cuello chupado con desenfreno. Aquellos dos tipos la iban a volver loca y eso que apenas acababan de empezar. El rostro de barba incipiente, la besaba y lamia al tiempo que con la mano continuaba acariciándole el redondo pecho. El de su sexo la trabajaba, empezando ella a respirar de forma ahogada. La respiración entrecortada se mezclaba con sus gemidos que se convirtieron en pequeños quejidos lastimeros. Murmuró en voz baja su placer, el placer que aquella lengua le producía con cada roce sobre sus labios. La vagina comenzó a fabricar jugos, disfrutando el calor que la lengua masculina le dispensaba. Echó la cabeza hacia atrás, cayendo derrotada entre las sábanas y la almohada. Pasaría la noche con aquel par de jóvenes y expertos compañeros de cama. Lo pasaría bien, de eso estaba bien segura. En la otra habitación continuaba la fiesta haciéndose los gritos más fuertes y escandalosos. Al parecer estaban dando a Lidia por detrás según sus palabras dejaban entrever. Como le gustaba eso a ella…

La lengua masculina continuó comiéndola y chupándola sin descanso. Pasándola por la rajilla para clavarla entre los labios, metiéndola entre las paredes vaginales hasta llegarle al fondo. Se apoderó del clítoris, lamiéndolo y haciéndolo endurecer. Luego lo cubrió con los labios para estirarlo y arrancarle con ello un largo gemido satisfecho. Delfina tomó la cabeza de su amante, apretándolo contra ella como si pretendiera no dejarlo escapar. La mano de largas y cuidadas uñas se paseó por el muslo de su abierta pierna, entregada a las miles de emociones que la hacían vivir.

El coño se abría a los ataques de aquella lengua maligna que tan bien sabía excitarla. Golpeaba una y otra vez la humedecida raja, haciéndose con el clítoris hasta acabar cubriéndolo con los labios por completo. Tiró de él sacándole un sollozo de puro deleite. De su sexo empezó a brotar toda una sucesión de jugos que fueron bebidos por el joven con evidente placer. Gimió, se retorció, aulló pidiendo más y el placer que sentía parecía aumentar exponencialmente con cada caricia que recibía. Se sentía satisfecha y feliz con aquel par de jóvenes muchachos que sabían tan bien lo que quería.

Enseguida pasaron a la acción y mientras Delfina se dedicaba a chupar la polla de uno de ellos, el otro la martirizaba follándola con fuertes golpes de riñones. No tenía tiempo para gritar o quejarse pues tenía la boca bien llena con la dura carne de su encantador amante. Con la lengua jugaba con la gruesa cabezota, envolviéndola y sacándola, brillante de babas, de la boca. Con los ojos cerrados se entregaba al noble arte de la felatio chupando como una desesperada. La otra polla la llenaba entrándole hasta hacerla notar los huevos pegados a ella. Rubén la hizo levantar la pierna para facilitar las entradas y salidas que le daba. Acostados en la amplia cama de matrimonio, enlazados el uno al otro, el trio aparecía hermoso y de una delicadeza suprema. La mujer gozaba el poderío del muchacho al tiempo que sacaba la polla de su boca para empezar a lamerla con pequeños lametones. Le masturbó lamiendo el glande hasta dejarlo húmedo y dispuesto. Después recorrió el grueso tronco de arriba abajo hasta alcanzar los huevos que chupó y comió disfrutando la dureza de los mismos. Estaba bien cargado, de eso no había duda. Más tarde, le daría la calidez que guardaba. Volvió a meterse en la boca el miembro viril, moviendo los dedos a lo largo de aquel enorme y venoso tronco que notaba palpitar de inquietud. Miró al otro chico que había sacado el pene un momento de su coño para volver a introducirlo de una sola vez y hasta el fondo.

¡Sí métela, métela toda… fóllame fuerte, más fuerte sí!

Rubén continuó haciéndola el amor, con decisión y fuerza que la hacían ir contra el otro. Gozaba como pocas veces lo había hecho, aquella había sido una buena idea. La juventud de su amante le hacía resistir de forma hercúlea y sin tomarse un momento de respiro. Delfina jadeaba, aullando desconsolada con el maravilloso polvo que le estaban ofreciendo. Tragó y tragó la polla que tenía frente a ella, jugando luego con la lengua para una vez más ahogarse con el recio músculo. Besó y acarició aquel monstruoso miembro, seguramente tan monstruoso como el que la llenaba de manera tan obscena e incansable. Se entregó a la mamada con tal empeño que escuchó al hombre animarla al tiempo que le apartaba a un lado los revueltos cabellos.

Continúa así, no pares, no pares…

Sigue zorrita, sigue… chupas muy bien zorrita, sigue… exclamó tomándola de la parte trasera del cuello para acompañar los movimientos de cabeza de ella.

Aquello se había convertido en una locura total, en la locura a la que los sentidos exacerbados les había llevado. Ahora eran las voces de los tres las que se mezclaban, diciéndose lo mucho que disfrutaban. El de atrás se había tumbado de lado y de ese modo entraba dándole a probar el largo arpón del amor. Sentía la vulva irritada pero dispuesta a seguir con aquella noche fuera del alcance de su hombre. La imagen fugaz de Pablo y Fabiola se instaló en su mente y pensó que justo sería pagarle con la misma moneda. Tembló entera al reflexionar en la grata compañía que le había caído en suerte.

Vamos putita, cambiemos de postura –le dijo sacándole la polla y haciéndola incorporar para seguidamente caer sobre ella dándole un cariñoso beso en la espalda.

El otro muchacho la hizo poner a cuatro patas y de espaldas a él mientras veía a su otro compañero tumbarse boca arriba y con la polla tomada con la mano. El que estaba tras ella encontró las nalgas mostrándose juguetonas y adorables a su mirada. El deseo le invadió por entero, el deseo por reconocer y devorar cada una de las redondeces femeninas. Besó y mordió una nalga y luego la otra, hundiéndose en ellas para seguidamente abrir con los dedos la vulva que se veía rosada y empapada del delicioso néctar que pronto degustaría. La piel de la mujer temblaba y entre los dedos observó el vello enredarse. Se puso a lamer la bella cavidad femenina, bebiendo los jugos que le entregaba, preparándola con la avidez de su lengua para el momento del coito. Ella disfrutó el roce de la lengua, jadeando mínimamente antes de morderse el labio inferior para aguantar así la agradable sensación que la envolvía. Se estremeció con un nuevo roce de la lengua con el que él la dejó lista para un nuevo encuentro.

Volvieron a la lucha, esta vez penetrándola el de atrás al tiempo que la mujer se metía el miembro en la boca ofreciéndole un movimiento rápido de fauces. Con el culo puesto en pompa y cogida de las caderas, la follada resultaba fácil y profunda. El chico se movía de forma lenta rozándola cada rincón de su vagina. Delfina tragaba polla con creciente deseo. Dejó caer saliva, recreándose en esparcirla a lo largo del grueso tallo que aparecía elevado y brillante. Lo chupó con devoción. Con los dedos le acariciaba los huevos retorciéndolos suavemente en una caricia que al joven le hizo suspirar largamente. La polla salía para volver a clavarse haciéndola sentir centímetro a centímetro dentro de ella.

Muévete cariño, mueve ese culito rico que tienes…

Sí, dámela toda… qué gusto me estáis dando muchachos –gritó mientras removía las caderas en forma de círculos.

La tenía tan bien enganchada que la follada crecía en intensidad. Ambos empezaron a moverse a un ritmo más alto, el hombre golpeando con brusquedad y ella notando las paredes de su sexo abrirse al largo instrumento que la perforaba. El caliente macho se encontraba en el cielo follando aquel húmedo agujero. La guapa treintañera echó la cabeza atrás con los ojos medio llorosos, tan poseída se sentía. Con la boca siguió comiendo con fuerzas renovadas el mango que tenía ante ella. Lo estuvo observando unos segundos, era algo más grande que el otro, de un grosor mayor aunque de un tamaño similar. Así estuvieron un largo rato en aquella misma posición, ella devorando el miembro ardiente con la mejor de las actitudes. Ya se había corrido varias veces pero parecía que ellos no acabarían nunca, tanto poderío se daban.

Continúa nene, oh sí sois fantásticos, qué… polvo más rico.

Fóllame, fó… llame más fuerte, tío me vas a romper por dentro –exclamó para excitar más a su compañero.

Delfina aulló débilmente una vez volvió a sentirse llena. Se acoplaban a la perfección, el hombre tras ella besándole el hombro para luego hacerse con su pequeña orejilla echándole el aliento. Ella suspiraba, moviéndose hacia atrás para que el pene la colmara arrancándole un pequeño quejido lastimero. Se movían lentamente, él buscando darle el mejor de los placeres, moviéndose sin prisa y disfrutando del rostro descompuesto de su conquista. La mujer, con los ojos en blanco por el placer, gimoteaba levemente reclamando mayor actitud por parte del joven. Le apartó el cabello haciéndose con la oreja que lamió pasando la lengua por encima. La notó húmeda y caliente, tan húmeda y caliente como ella lo estaba. Las palabras llenas de deseo se apoderaron de su mente.

Eres hermosa nena… realmente hermosa y muy ardiente…

Gracias –respondió sonriendo al volverse hacia él que tomó su boca besándola con suavidad.

Los movimientos masculinos continuaron taladrándola y haciéndola abrir la boca en busca del aire que le faltaba. Gruñó respirando con creciente dificultad al tiempo que ella reía mimosa deseando que aquello se alargara todo lo posible. En una de las arremetidas cayó sobre Rubén. Tomando el miembro en la boca, lo comió con fervor desmedido como si quisiera engullirlo entero. El joven agradeció su locura cogiéndola del cabello y apretándola contra él hasta hacerla atragantar.

¡Déjame respirar maldito! –se quejó medio tosiendo una vez consiguió escapar a la presión.

Momentos más tarde fue su agujero posterior el que quedó cubierto sin reparo alguno. De lado como estaban, Delfina solo pudo gruñir al verse penetrada de aquel modo tan pleno, ciertamente resultó de lo más fácil para lo que hubiese podido imaginar. Aquel par de jóvenes sabían lo que querían y no se andaban con monsergas a la hora de tomarlo. Gimoteó sin quejarse en exceso, la dilatación permitió la entrada del macho empezando al instante los movimientos adentro y afuera que casi la hacen perder el dominio de sí misma. La sodomizó muy lentamente, entrando y saliendo entre los grititos que ella producía. Para acallar su deleite se metió la otra polla en la boca volviendo a comerla con evidente apetito. La imagen de los tres era de lo más turbadora. Los huevos se clavaban contra su piel cada vez que la sodomizaba, ahora ya de manera más insistente. Empujaba sin control, con golpes bruscos y rápidos que la llevaban al límite de su placer. Los ojos en blanco, vidriosos por el dolor que sentía. Era aquella una follada inolvidable. Pero aguantaba bien, entretenida como estaba con el otro miembro del grupo. Se metía el miembro en la boca, lo chupaba y lamía el glande grueso como un champiñón. Comía los huevos para subir al tronco y lamerlo en su totalidad descargando así su demencia transitoria.

Me encanta el culito que tienes… culito tragón el que tienes nena…

Sí cabrón fóllamelo… más deprisa sí.

Siguió un nuevo cambio de postura como si quisieran probar todo el Kamasutra. Esta vez montada sobre Rubén y de espaldas a él, se dejaba sodomizar llevando el ritmo que más le apetecía. Tan pronto rápido como mucho más lento y vuelta de nuevo a aquel trote tan descorazonador. De pie a su lado, el otro rabo se le ofrecía empujando en el interior de la boca sin darle opción a descansar. Era él quien la follaba, siendo su boca el orificio perfecto para el placer del hombre. Las dos pollas la llenaban, ahogándose sus gemidos en las paredes de la amplia estancia. El joven se cogió el pene masturbándolo mientras ella le comía y chupaba los huevos cargados de líquido seminal. El otro escapó de su encierro, cogiéndose la polla con los dedos y volviendo a introducirse entre las paredes dilatadas del culito tragón. Delfina murmuró algo que ellos no entendieron. Las embestidas masculinas destrozaron el agujero dolorido pero hambriento de la mujer. Apoyada en el pecho de su amante, los movimientos resultaban plenos de fuerza por parte del joven que casi conseguía levantarla en volandas.

¡Qué potencia muchacho… eres tremendo! –exclamó en una de las veces que su boca quedó libre.

Vuelta de cara, permitía ahora que las manos atraparan la redondez de sus nalgas. De esa manera podían besarse uniendo los labios para enseguida notar la boca cubierta por el grueso músculo del otro.

¡Joder, qué bueno es esto… métemela toda, la quiero toda!

La sangre de la mujer ardía, sintió su rostro arder del deseo que la consumía. Los ojos de los tres brillaban intensamente, diciéndose con ellos todo lo que sentían. No hacían falta palabras, quedando reflejada en sus rostros la pasión incontrolable del momento. El anillo anal recogía entre sus paredes el largo ariete que se movía con confianza dentro del mismo. No podía creerlo pero era completamente cierto, aquel par de tipos la habían convertido en la mayor de las perras. Varios eran los orgasmos que la habían sacado dejándola bien abierta y cansada. No hubiese creído nunca que su cuerpo pudiese aguantar algo así. Siguieron con aquello sin pedir tregua ninguno de ellos…

A cuatro patas fue sodomizada al estilo perrito. Ya no sentía su trasero, tan abierto lo tenía que se encontraba insensible a los ataques que le daban. Su apuesto amante continuó taladrándola cogida de los costados como la tenía. Los golpes profundos la llevaban contra el cabecero de la cama. Cerró los ojos jadeando irregularmente. Perdió la razón de donde estaba, solo quería morir de placer.

Me voy a correr… me viene, sí sí me viene… -avisó saliendo de ella y sin casi tiempo para llenarle parte de la espalda así como la piel tersa de su trasero.

Al mismo tiempo que Delfina se corría por última vez, la leche del hombre brotó corriéndole dos abundantes trallazos por la espalda mientras el resto caía sobre su elevado culito y también sobre las rojas sábanas de raso, bien revueltas por el cálido encuentro vivido. El otro chico le robó la dura herramienta para empezar a masturbarse con rapidez camino del irreprimible orgasmo.

Sí córrete… vamos có… rrete, dámelo todo en la boca –pidió abriéndola en espera del líquido blanquecino.

La convulsión aún tardó unos segundos, masturbándose él con violencia entre los lamentos cada vez más audibles que su boca emitía. Explotó, saltando la corrida por los aires para ir a parar sobre el rostro demudado y sonriente de aquella harpía que la recibió con gestos de triunfo. Resoplando exhausto, el semen restante resbaló entre sus dedos hasta acabar en el pecho femenino y también en las sábanas donde se hizo una mancha oscura. Había podido con ellos, había podido con aquel par de machos tan poderosos y viriles. Una nueva ventana se había abierto al conocimiento de su propia sexualidad. La mujer tomó entre los dedos el semen caído sobre la barbilla y lo llevó a la boca saboreándolo con cara de agradecida.

Gracias muchachos, gracias… ha sido fantástico –declaró dejándose besar por uno de ellos que cubrió sus labios en un beso delicado y prometedor de futuros placeres.

En la otra habitación reinaba el más absoluto silencio, seguramente Lidia llevaría ya un buen rato durmiendo. Quedó acurrucada junto a ellos, cayendo rápidamente todos en un sueño profundo y de lo más reparador.

Por la mañana se levantó de la cama, dejando durmiendo a sus amantes de la noche pasada. Salió al pasillo para meterse al baño donde se encontró con su amiga que la recibió con una sonrisa de complicidad.

¿Qué tal anoche? ¿Lo pasaste bien, eh?

Uff, de maravilla. Perdí el control por completo con esos dos chicos –respondió recordando alguna de las imágenes vividas. Pero tú tampoco lo pasaste mal, menudo ruido hacíais…

Leo tenía ganas de fiesta. Lo siento cariño pero no pude evitarlo, deja que te bese anda –le pidió Lidia arrinconándola contra el baño para acabar las dos en un húmedo beso, jugueteando con las lenguas de manera morbosa.

Lo hicimos sin preservativo, debo estar loca. Necesito tomar la píldora –exclamó con cara de asustada.

No te preocupes, tengo alguna aquí en el armario. Luego la tomas –la tranquilizó agarrándola de los brazos para besarla una vez más con enorme cariño.

Me hubiese gustado pasar la noche contigo –reconoció con la voz entrecortada por un nuevo deseo.

Tranquila nena… yo también tenía ganas de ti –confesó su amiga mientras las manos caían por sus caderas y sus muslos apretándolos de forma sensual.

Acabaron las dos bajo el agua fría de la ducha, esparciéndose el jabón y amándose entre caricias y besos que hicieron calmar sus sentidos y florecer un amor sincero entre las mujeres.


David y Diego: Perdidos en el bosque

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Me quedó algo larguito, espero que se tomen su tiempo, para leerlo y comentarlo y valorarlo, espero que les guste, si no, vale que no siempre va a ser genial a veces…sin saber el porqué, les dejo la siguiente parte :D

________________

-Ahora me vas a decir que yo soy el puto paranoico… ¿te parece equitativo?

-¡claro! ¡Como yo no soy el caribonito que se la pasa siendo el más visto del mundo! Y uno el arrinconado por ahí

-ah ¿eso es lo que piensas de mí? Claro por lo que pasó David ¿en serio?

-vamos no es tan difícil definirse, el que me digas que no eres gay, tranquilo que yo entiendo, pero no andar de perro como-

-porque putas dudas de mi ¿eh? ¡PORQUE! ¿Acaso te dolió…? ¿Crees que me lo digas a última hora no me hace doler a mí?

-vamos Diego… ¿porque no vas y vuelves a dónde estabas? Para que degustes como ahora ¡porque te debió haber gustado y mucho! segun tu no lo hiciste

-¡maldita sea! ¡Que no paso eso! no puedo creer David… te creía más centrado ¡ponete serio maricón!

-no sabes cuánto me duele que me digas eso…ándate, déjame solo…ándate

-pero-

-¡QUE TE LARGUES! ¡VETE A LA PUTA MIERDA HIJO DE PUTA! Solo piensas en ti…-me ardía el corazón al gritarle…

-ahora soy el que pienso en mis cosas… pues bien, me voy. Malparido, sabía que esto iba a pasar un día de estos

-dale…me puedo defender en esta mierda de bosque yo solo…

-ojala te pierdas…-cogía sus cosas y se iba.

Veía como caminaba sin cesar a lo más recóndito del bosque…la verdad no me concernía. Él se lo busco. Si quería saber la verdad, que la sepa. El engreimiento hace de todo para ser imponente en ese período. Me dolería, me dolería tanto ya no volver a quererte debido a esto…no quedar en puntos suspensivos y no volver a amarlo. Sometí a permanecer de rodillas…sin importar ensuciarme.

¿Pero qué putas hice? nuestra…nuestra segunda pelea, la primera termino casi en tragedia. El aguijón en mi corazón era más duro que la estaca en un vampiro. Quería correr, dejar ese campamento que habíamos hecho los dos y buscarlo. Pero…eran tantos los arboles empinados y la oscuridad sin guía, que parecía película de terror ¿Porque peleamos? ¿Porque le dije todo eso? si residíamos bien. Yo y mis putas demencias…soy un estúpido de la vida…esto puede significar perder a mi chico. Todo estaba bien desde mi casa hasta la salida de hoy…todo paso cuando-

_______________

-¿En serio?

-¡para que veas que sí! Te vencí y no puedes decir que hubo juego injusto, porque fueron dos de tres

-¿¡eres un descarado sabias!? David dile a tu hermano que no use trucos

-Créeme Diego, Toño no usa truco alguno como para vencer al que se le interponga, el siempre gana.

-no me jodas ¿hasta a ti? Pero si eres bueno jugando fútbol y te encantan los juegos de rol…

-vamos loco, estamos viejos ya, hay nuevas generaciones

-¡hazle caso a mi herma!

-cállate enano jajaja

-pendejo

Mi hermano…casi me da la arremetida más salvaje del mundo por haberlo dejado con mis amigos solo, por hora y media. El muy descarado me extorsionó pero cuando le dije la verdad solo me pidió una cosa. Que trajera a Diego porque se aburría conmigo y quería ver una nueva cara contra quien vencer y divertirse. Cumplió a decir verdad Antonio, ha perdido en soccer, muerto en GTA cooperativo, derrotado varias veces en Smash Bros y ni ha podido dominar estilos de motocross estilo libre porque siempre mi hermano es el primero y él es el sexto. Nos hemos quedado así toda la noche, comiendo algunos bocadillos después de la cena que Diego preparó y los hermanos Mantilla le ayudamos.

-¡Bueno Diego! Vénceme esta vez en Call of Duty y ya después hacemos otras cosas

-¡no señor! van a ser las 11:00 PM hemos estado jugando desde las 8. Dame compasión Toño, hoy jugué una final…estoy pasmado

-vale, vale, solo una partida y listo ¿va?

-va

-¿herma también quieres jugar? – me miraba tierno con una carita de ‘por favor’ versión melosa

-no Toño, tengo que guardar los platos, cerrar el patio y apagar todo. Mañana jugamos

-está bien, mira pásame la peli – le decía a Diego mientras apagaba la consola

-¿está?

-si esa mira abres aquí y ves la sarta de pelis que tengo.

Solo con una sonrisa me despedí del sillón en el que estaba buscando cada plato sucio en la mesa para meterlos en el fregadero, ir la lavar uno por uno y organizarlo en los armarios de los cubiertos y los platos. Cerrar la verja del patio, recoger las cosas que estaban tiradas en el pasto, cerrar con llave, lavarme los dientes y ya mi casa estaba lista para recibir otro día nuevo. Hacía un calor bestial, estaba de pantaloneta azul, con una camiseta negra suavecita de tela estirable. A Diego le presté de mi ropa para dormir, pero resolvió elegir lo más raro. Una polo blanca para estar a gusto.

En fin. Quedó parecido a mí y Toño con su ropa de dormir nos la disfrutamos ese viernes sin hacer nada. Solo jugar los tres y a veces yo aliviarme ejercitando los acordes de la guitarra porque ¿adivinen qué? Tocaré pronto de nuevo, pero será la última vez aquí, ya no hubo cupo para varios lugares, debido a eventos importantes que sucederán por aquí. Bueno, somos reconocidos gracias a la idea que tuve de tocar aquí. Estaba con ganas de tocar al aire libre, estar un rato despejado y sosegado por el vasto silencio. Busqué las llaves de nuevo para abrir la reja de nuevo pero-

-David…

-ajam ¿dime? – decía desde abajo

-Toño ya se va a dormir…quiere su buenas noches de su parte.

-¡voy!

Acarreaba mi valorada guitarra en mi mano con fuerza. Fui a su cuarto subiendo las escaleras, lo más raro es que estaba echado como un perrito como niño pequeño para ir a estudiar pronto. Y eso que mañana era sábado. Vaya…

-buenas noches Toño. Que Dios te bendiga y te acompañe los ángeles – le sacudía un poco el cabello

-buenas noches Herma…Diego

-si dime, Toño

-em…gracias por venir…

-cuando quieras chico. Puedes vencerme en todo lo que tú quieras…

-dale jejeje hasta mañana.

-hasta mañana hermanito.

Cerré su puerta ya concluyendo su estadía cerca del mundo de los sueños corriéndose para el otro lado cerca de la pared. Quería irme a mi cuarto para estar soñando pegaditos pero…envidiaba disfrutar del aire que me emanaba el cielo oscuro y las estrellas. Bajaba adelante y por jugarreta del destino, Diego se aprovechaba de mí montándose a caballito a mis espaldas. Carajo, seria tedioso bajar escaleras. El pesa mucho, pero lo hice. Decía siempre: ‘Mi entrenador me hace cosas peores, baja que te ayuda al huevito de la pierna.’ Bah esos 12 escalones me los tenía tan memorizados que era cuestión de brincar el penúltimo. Se bajaba de mi contento hasta llegar al patio, me miraba con cara de ‘adónde vamos’…yo serenamente dije:

-quiero estar un rato por acá…

Sentándome en una banca del patio, estando el a mi lado. Ambos descalzos sintiendo la mugre del piso y el cosquilleo de la hierba. Levantaba sus rodillas apretándolas con sus dos manos con sus dedos de los pies tocando parte del banco.

Comenzaba a consumar algunas melodías variando las cuerdas con mis dedos. Y decir algunos estribillos:

♫♪-And even though the moment passed me by

I still can’t turn away

♫♫’Cause all the dreams you never thought you’d lose

Get tossed along the way

And letters that you never meant to send

Get lost or blown away♫♪

-Wow…te suena chévere…en acústico debe sonar espectacular…piensas, cantarla en concierto o…

-pues…no, solo es una que escuché y…me gustó, pero quien sabe.

-eres muy lúcido David. Ojala yo pudiera tocarla también

-vamos…eres deportista, sabes cocinar, eres inteligente, serás doctor…que más le puedes pedir a la vida, también tienes talentos loco

-yo la verdad…a veces…

-¿qué?

-me gustaría dejar de ser el centro de atención de superficialidad extrema

-¿cómo?

-como me oíste…a veces no me gustaría ser tan ligero como mucha gente piensa. Que soy genial, fuerte, inteligente. Escuchar siempre por parte de las amistades de mi madre, que soy el mejor partido para una mujer. Quisiera que me conocieran no por lo que he hecho, sino…por lo que soy yo.

-Diego…nadie es perfecto en esta vida

-pero la gente cree que si, tú mismo me lo dijiste una vez…y no quiero ser frívolo, o que piensen que tú estás conmigo porque soy el mejor partido.

-eso no es verdad… estoy contigo, de nuevooo si de nuevo, porque me pareces el hombre más bello que he visto en toda mi vida. Pero no fue solo eso. Lo que me enamoró fue…tu, tu ser, tu personalidad Diego, no lo que haces. La paso bien contigo. Es como estar con lo que más quieres. Así como un juego de video como lo hace Toño… el uno para el otro, amor mutuo.

-tienes razón. sin embargo-

-sin embargo nada Dieguito. ¿Sabes cuantos desearían ser lo que tú y yo somos? Muchos de nosotros nos pasamos de burdel en burdel, prostíbulo gay en prostíbulo gay, fiesta en fiesta consumiendo drogas, alcohol sin algún propósito, amargados por la vida. Porque no lograron tener alguna vez la vida que ambicionaban. No tener lo que alguna vez o lo que apaleamos nosotros en este momento… ¿O tú quieres ser malo y estar vagando por la calle sin saber de tu madre?

-no…tienes un punto estratégico en eso.

-hay que alegrarnos por lo que tenemos. Y…tu para mí no eres superficial, pero hay algo que si me encanta y no quiero que cambies.

-¿qué es…?

Me acerqué y algo dificultoso por la guitarra le di un beso corto en los labios.

-esos…

-vale tonto ya entendí jejeje

-bien, pero valió la pena el regaño y la quejadera de mi hermano ¿después de llegar los dos algo desarreglados con los demás no? Disfrutando de ese momento jajajaja

-se notaba a primera vista jajaja no me importa ¿pero si les dijiste?

-claro. Nos iremos de camping, cerca donde estuve yo. Verás que estará súper chévere. Te lo aseguro jajaja que bueno que nos dijeron que sí. ¿Has ido alguna vez?

-nunca…y será bueno ir. Tengo que buscar muchas cosas.

-ven…es tarde, quiero dormir ya – bostezaba

-dale

Volvía a cerrar la reja. Dejaba cerca mi guitarra de ronda a nuestro lugar. En la entrada a mi cuarto…sus brazos hacían fuerza para acercarme a él. Sonriéndole y volviéndolo a besar. Sobreponiendo los dedos de mis pies en los suyos dándonos cariño. Ya sabía el proceso de acostarnos, igual como en su casa. En cucharita o mirarnos recíprocamente hasta permanecer dormidos. Las luces apagadas y acostados en la cama. Esta vez el me abrazaba a mí.

-ya quiero que sea la salida de camping.

-igual Diego…

-hasta mañana…Te amo

-yo a ti…hasta mañana.

A solo esperar y estar tranquilos, quietos disfrutando de la naturaleza. Ansió ese momento.

_______________

-porque… ¿porque le dije eso?

Las lágrimas no paraban de caer, de colisionar con el suelo terrenoso junto con las raíces y la vasta oscuridad sin saber a dónde me tutelaba. Trataba de buscarlo. De verlo por ahí, pero era todo más lóbrego que el firmamento. Lo admitiré, no puedo salir de aquí si no tengo a Diego. Él se llevó todo, solo quede con mi maleta. Él tiene el saco de dormir y las herramientas de supervivencia ¿Qué haré? Soy un puto idiota. Solo por mis putos celos. Pero es que…me rabió que lo hiciera…

-Donde estás…tengo…tengo miedo de perderte

///////////////////

-Claro…y ahora soy yo el que sufre por todo esto. El tiene la puta culpa…

Es un maldito. No puedo creer que no me crea. Odio cuando me pasa eso. Odio cuando no me creen cuando digo la verdad. No es justo que pase todo esto. Ahora estoy solo…lo tenía a él, pero ahora me siento tan vacío que los espíritus pueden hacer un nido en mi alma. Me valen tres mil mierdas. Me siento tan mal y tan descorazonado de escuchar esas palabras de David. Soy lo que soy. No me gusta subrayarles a los demás lo que soy yo. Ridículo…

Busqué la varita de cobre más el cuchillo de supervivencia mientras buscaba algo de ramas secas junto con hojas y paja con yesca que había por ahí. Empezaba a hacer de nuevo una fogata para soportar el frio que hacía. Pero…se me hacía un nudo en la garganta. Quería seguir echando chispas con el pedazo de cobre y el cuchillo pero. Cayeron relajados en la hojarasca para la hoguera.

-no…no quiero esto… ¿porque te dije eso? yo…no soy así. Mi…mi David…

¿Que nos pasó?…todo está bien…mi plan había fallado inesperadamente. Tenerlo junto a mí. Lejos de los demás…pero me salió el tiro por la culata. Terminamos fue en una puta pelea sin remedio, sin cognición del porqué de la disfunción. Creía que estaba todo en buenas manos. El día estaba tranquilo, hermoso. Todos juntos…

_______________

-¿es este? Che, pero esta hermoso el sitio – feliz Carlo hablaba mirando las ventanas del teleférico.

-acá en esta zona está alejada de la ciudad por diez minutos, si vas en bus te demoras 25 aproximadamente – decía la chica rubia de las gafas rosadas cubriendo su cabello con un gorrito de esquimal rojo.

-genial… ¿ustedes habían venido? – feliz el argentino guapo preguntaba

-yo si…una vez. Con la familia – indicaba David – fue hace dos años, cuando lo inauguraron…creo.

-yo no…es la primera vez que vengo – decía Javi – ¿y tú guapa?

Javi había invitado al a chica esa que me presentó, Maya…la linda, voluptuosa y su cabello despampanante. Como que creo que a Javi le gusta. Éramos ella, yo, Marg, Carlo, Javi, Karen y David. Cabíamos todos en la cabina. Yo estaba cerca de mi chico y Javi junto a ella. A nuestro lado estaban Karen y Marg y al otro Carlo con ellos.

-Pues…si una vez con unos amigos. Pero solo nos quedamos en la entrada comiendo cosas.

-oh ya veo jajaja – al chico se le alegraba la cara…aquí como que habrá noviazgo.

El airecito natural traspasaba por la cabina estaba agradable pero hacia un frio letal. Es por la capa de ozono en esta zona. Nativa y ambientalista. Acá la contaminación no es cáustica en este tipo de espacios. Por eso es que es un buen lugar para venir….y el acampar será mejor por estos lares. Ellos seguían con sus conversaciones riendo y jodiendo pero veía a David algo serio y callado despues de haber terminado de hablar.

-¿te pasa algo?

-es que…creo que el aire me está haciendo daño…como que me acostumbre al calor de aquí y antes que dominaba el frio de Bogotá. Soy alérgico al frio.

-bueno saberlo mira…-sacaba de mi maleta de camping cerca de la bolsa de dormir una cajita con algunas medicinas. Busqué la pastilla contra la alergia momentánea para prevenir la gripa, más una botella de agua junto a un pañuelo.

-tómatela y pásala con un poco de agua….te sacara la alergia por un rato.

-gracias Diego – tomaba su pastilla más un poco de agua y se sonaba un poco.

-verás que estarás mejor…-me devolvía mi gesto con una sonrisa matadora.

-hey chicos, ya llegamos, cojan sus cosas.

-¡Pendeja! – gritaba Karen – mira, me lastimaste la pierna

-deja de quejarte boba.

La cabina paraba parqueándose mecánicamente abriendo las puertas electrónicamente adelantado a ver el paisaje de la reserva ambiental. Un montón de árboles grandes cerca de las tiendas donde venden souvenirs y alimentos naturales y vegetarianos. El cartel grande y el camino para poder transitar el bosque.

-Diego ¿me cuidas la maleta? Voy al baño – me la entregaba David

-dale guapo. Acá te esperamos

-esperameee yo también voy al baño – la seguía Karen.

Me senté en las escaleritas pequeñas de la entrada. El acceso era una grande hoja de color Marrón donde despachan a la gente de ida y venida. Hacia frio, me puse una polo vino tinto que compré junto con mi madre, unos Jeans grises con azul, botas de camping más un chaleco negro de supervivencia. Las niñas estaban igual de la cadera para abajo, excepto Maya, ella usaba una falda de jean. Karen usaba una camisa de cuadros violeta y Margie usaba un suéter blanco con una cara de gato. Javi estaba de camisa verde con un chaleco inflado negro similar al mío. Y David con una camisa Marrón y por debajo una camisilla negra junto con jean beige y las botas de la otra vez.

Carlito si estaba todo formal. Usaba sus jeans más una chaqueta azul grisácea, era como el más deportivo en el grupo, con su pelo crecido. Ellos se iban por ahí entre las tiendas estando yo ahí sentado echándole un vistazo a el cielo despampanante por algunos segundos buscando un buen sitio para almorzar pero-

La maleta de David vibraba por debajo de mis rodillas. Abrí su compartimiento. llevaba ropa y algunas cosas de comida. Por debajo estaba su cel y vi que alguien lo llamaba…era su manager. No podía dejarlo en espera. Contesté rápido

-Aló…

-¡Por los poemas leídos a un caballo! ¡Al fin contestas! Espera…David ¿estás enfermo? Te escuchas algo diferente.

-no jajajaja soy Diego, David está en el baño Ángel ¿cómo estás?

-mil disculpas…creía que era el zángano de David…era para preguntarle acerca de las canciones, pero lo llamaré más tarde…muchas gracias, disculpa por interrumpirte Diego

-no me interrumpes… ah mira- David ya llegaba – mira te lo puedo pasar. un saludo

-gracias igualmente – le pasaba el cel a David con una sonrisa

-es Ángel…

-pendejo…le dije que íbamos a salir y le dije que no llamara gah – empezó a hablar con el

- Dios…-se me había olvidado que tenía que comprar algunas cosas para el almuerzo, llevaba bastante, pero necesitaba también algo de comida – mejor me apuro – cogía las cosas de David mientras me iba al mercado a comprar algunas cosas…

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-todo estaba bien…

Eso me decía siempre…que todo se daba bien esa tarde…la verdad, ni se cómo esa pesadilla fue a destrozarse tan astutamente para dañarme la salida…y lo peor, estar con David. Ahora me debe de estar odiando…no soy capaz de enojarme con él, soy muy empático. No es justo para él. El…solamente protegía lo suyo. Yo soy lo que más añora en este momento. Es algo que no dejaría de querer ni cuando tenga Alzheimer. Guárdate las lágrimas Diego…no, mejor no, bótalas todas…te lo mereces por ser un pendejo y cagarla.

-sin un lugar a donde ir…solo…

///////////////////

-Mierda…que frio…

Me había dejado sin nada con que abrigarme. Volví de nuevo a mi sitio con la fogata . Cogí mi camiseta y me la puse en mis hombros…tratando de saborear algo de calor en mis extremidades para no congelarme. Era más fugaz que una ventisca el aire. Comenzaba a titiritar…claro Karen me lo había dicho…y yo sabía que iba ser de mala calaña. Me lo dijo en el baño

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-David… me trae mala espina ¿yo que hago?

-no eres la única, a mí tampoco me gusta…

-lo sé…pero a Javi le gusta, la chica es linda pero…no sé, no me atrae…

-lo digo es porque… la otra vez en el partido le estuvo echando ojitos a Diego a lo lejos…y no me gusta

-vale, tal vez es solo sospechas nuestras, no justifiquemos sin saber… ¿listo?

-listo…

Terminaba de esperar a Karen en el baño para así salir ambos y divertirnos un rato. Ella se fue por un lado distinto mientras yo me dirigía hasta donde estaba Diego. Parecía que hablaba por mi celular…alguien debió haberme llamado o me está gastando el plan. Cuando lo vi me pasó el celular amablemente con una sonrisa

-Es Ángel…

-pendejo…le dije que íbamos a salir y le dije que no llamara gah – cogí el teléfono y empecé a hablar con el…

Que, que canciones íbamos a tocar y cuando iba a ser…solo quería que me colgara. Le dije que le preguntaría a nadie y a León que ellos sabían, estábamos ensayando con Carlo. Le colgué para que dejara de molestarme… buscaba a Diego que se había ido a conseguir comida por estos lares. Habitaba en una de las carpas donde nos cubría el sol mientras los demás miraban artesanías y una que otra degustación gratis.

-¿qué vas a comprar Diego?

-están en época de mercado saludable…compraré Chutney

-Chu ¿qué? ¿Y eso con que se come?

-con lo que quieras jajajaja ¿me vende uno señor? – le preguntaba al tendero mientras me explicaba – es una variedad de especias dulces y picantes y la usan mas que todos los vegetarianos y es originaria de la india. Puedes comer lo que quieras con ella, eso sí, no la combines con un ají picante.

-ya veo…entiendo pero…

-le puedes echar al sándwich que te voy a hacer…si con eso es lo que me quieres preguntar – le pagaba al vendedor.

-me quitaste las palabras de la boca

-ven vamos jejeje

Tomaba mi mano sin ningún cuidado, solo iba y se deslizaba por los lados de las tiendas hasta llegar afuera. La bolsita donde facturaba la comida brincaba de un lado para el otro. Allegábamos mas donde estaban los demás marchando

-Chicos ¿saben dónde es el sitio de acampada?

-es por este lado – Margie le respondía a la chica esa – Pero nos toca hacer sendero, miren…tengo un mapa.

-¿y cuánto nos tocara caminar? – preguntaba Javi

-como…una hora y media

-noooo ¡yo no quiero! – Gritaba Karen cerca de una pareja de irlandeses – ¡ya te dije que no quiero! Me hubiera quedado trabajando

-no digas eso poli… ¿quieres irte y no probar lo que cocinará Diego? Valdrá la pena créeme…

-noo David yo lo que- espera queeeeee

-no es para tanto David, solo se me defender

-nooo ¡yo quiero comer algo rico! ¡Así que vamos!

Cuesta abajo íbamos hasta la acceso hacia el insondable y despejado bosque, el lugar tenia calle para llegar en carro o poder transitar en bus, o tomar la red de teleféricos de nuevo. Como Margie tenía un mapa podíamos dirigirnos sin ningún problema, solo era rebuscar el sitio para acampar. Sería una senda sumamente adolorida porque habrán enarboladas cuesta arriba y caídas de para abajo. Justo los 7 en toda la entrada del profundo bosque.

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-Ufff…que cansancio…-no pude soportar tanto y apenas íbamos en la mitad, casi rebasábamos la otra calle

-¿sabes por donde vamos Marg? – Javi cogía el mapa arrebatándoselo primorosamente de sus manos para ver si íbamos en la dirección considerada – ¿según tu…dónde estamos?

-casi llegamos…no te preocupes Javier, podemos llegar hasta la otra parte de la calle y cerca hay un baño.

-yo si tengo ganas de ir al baño…

Miraba a Diego y detrás iba la tipa esa junto con Karen, la chica cocodrilo tiene grande boca para defenderse verbalmente pero, para andar por el bosque es como una tortuga ciega. Todos transpiraban y se daban casi subyugados menos Margie y Javi. No sabía que mi chico se iba a cansar tan rápido. Yo no lo estaba, era más o menos algo de obstinación con la que podía vigorizarme un poco y seguir hasta buscar una zona plana para poder estar.

Pasamos justo la calle hasta llegar cuesta abajo por ese senderito rústico. Estaba los baños cerca de un puesto de mármol.

-esperen, sigan adelante mientras voy al baño. – decía mi chico

-espera, yo te acompaño

-no David…quédate y ayuda a Karen que la veo cansada, no me demoro…- me decia serio

La loca esta sin querer se tiraba en mis hombros como un costal de papas. El cabello tostado me tapaba la cara con algo de recelo pareciendo mi cara a ‘la cosa’ después del periodo.

-Karen! ¡Bájate!

-¡estoy cansada amore mío! ¿¡Me das agüita!?

-¡búscatela sola!

-está en mi bolso Davidcito – me sentaba en el suelo cerca de la calle y el sendero para sacar la botella de agua – vamoooos no seas malo ¿porfi?

Solo le la saque y se la di…absorbía esa agua como un tetero o un vodka

-disculpa…David… estaba sedienta…gracias

-podías haberlo sacado tu sola guapa

-¡David! Porque se demoran tanto – me fije que los demás gritaban por allá lejos.

-voy ¡voy!…

Esperen… volví a ver de nuevo y vi que estaban Javi, Margie y Carlo…mierda, no David, cálmate, relájate que no puede ser lo que yo estoy creyendo… ¿la chica donde estaba? ‘Mella’, ‘Miya’ como se llame ¿que se había hecho? No entres en pánico… tu chico no te hará la salvajada más grande del siglo…no. la desconfianza y la inseguridad viene de pensar cosas que no debo. Confió, confió…

-¡JAVI! Donde está la…-coño no sabía su nombre…-Karen como se llama la amiga de Javi?

-Maya amorcito, pero-

-¿¡¡que paso David!!? – gritaba a lo lejos

-¿¡donde está Maya!?

-¡¡fue al baño!!

Puta…no David, está en el baño de mujeres y Diego en el de hombres…cálmate…Necesito ver qué pasa, tengo que hacerlo… aunque mejor debería, no. ¡Yo voy a ir! siento un alto pérfido ardoroso que me dice que siento que algo malo va a suceder… la percepción se hacía dolorosa y ese baño me estaba concibiendo dar ganas de ser infecundo ante mis putos sentimientos y emociones. Quería pararme pero…

-Karen ¿puedes sola ya?

-si puedo amor, casi no recobro el aire…

-dale pues…voy buscar a Diego y a esa chica.

-pero amore…

Cogí mi maleta me la cargue abruptamente a mis hombros ignorando a Karen… pase rápido la calle cerca de unos bicicrocistas que pasaban rápido por la ruta. No Diego, no puedo pensar en eso. Brinque una, dos tres piedras y varias raíces para llegar a terreno uniforme y buscar con la mirada a mi chico. No…No puede ser…

-¿¡David!?

-pero…

Por poco iba llorar por ser tan paranoico pero solo estaba…

-¿porque tienes los pantalones mojados?

-ehmmm

-dime…

-fue la llave del lavamanos…me mojo todo, porque está descompuesta… ¿porque viniste?

-los demás me pedían que te buscara…

-¿y porque creo que no es verdad? – arremetía contra mis mentiras

Trague saliva…fue fuerte el trago que hasta yo mismo lo escuché

-vamos David…viste a Maya por acá y te preocupaste…

-pero no…

-¿no confías en mí? No lo puedo creer…

-no es eso solo que

-Diego…-Maya salía del baño contrario feliz y coqueta

-eh?

Pasaba a mi lado para darle un beso a Diego…este quedaba con sus ojos prendidos y abiertos descaradamente…la apartaba con fuerza. Mi corazón…empezaba a retorcerse.

-¿¿pero qué putas haces??

-¡vamos! ¡Vuélveme a besar de nuevo! Dale bésame, bésame que la otra vez se sintió tan rico…

De que…estaba hablando…ósea él. No…se volvía lo que me da la vida como un fruto seco oprimiéndose fuerte en mi bizarría con dolencia. Una pesadumbre que tensionaba mis músculos con fervor, precipitando su poderío hasta quedar debilitado. Me secaba las lágrimas porque no valía la pena…Diego me estaba siendo desleal.

-S-suéltame! ¡Ya te lo dije!

-¿y que tiene? Vamos ¡sé que te gustó!

-David espera…-solo lo miraba con maltrato…

-Del em…los dejo solos. Los esperamos afuera…

Salía de los baños atravesando por cada una de las piedras que toqué inicialmente, cruzaba la calle divisando ese sendero cuesta bajo, a los demás sentados en troncos, piedras y árboles caídos.

-hey sigan adelante…ellos ya vienen…

-¿pero están bien? – preguntaba Carlito

-están bien…

-¿te pasa algo David? Te ves pálido – preocupada Marg me tocaba la frente

-estoy bien – sonreía fingido – vamos que no pasa nada…

Oculto en mentiras era lo que estaba. No puedo creer que el hijo de puta este me haya hecho esto… ¡no que era gay pues! Que me quería, que hasta el fin del mundo ¿y todo lo demás? Esa puta manilla la miraba y daban ganas de escupirle ahí mismo. Maldito…y lo peor, con una vieja. Me hubiera dolido más con un hombre pero…desquitarse conmigo con una puta. Como la odiaba.

No quería dañar el paseo…en mi mente quería contarle a Javi acerca de todo para que no la volviera a invitar nunca más en su puta vida…pero. Eso sería luchas entre todos. La ‘dulce parejita’ de mierda descendía mientras los esperábamos. La chica esa pasaba frente mío pero sin mirarme…seria. Con una mirada que era repentina en ella. ¿Qué había ocurrido después de eso?

-hey linda ¿porque te demoraste? ¿Paso algo?

-nada Javi…-la vocetita porno y con toque triste de nuevo…provocaba matarla…

-chicos ya nos tocan los caminos estrechos. – Indicaba la guía estrella – así que Javi va adelante, después yo, después Maya, Carlo, Karen, David y tú de último por si nos pasa algo ¿vale Diego?

-vale…estaremos bien. – solo dijo eso…la representación más reservada que podía existir…

No pasaba nada…la tensión solo la efectuábamos entre nosotros dos. Ellos 5 normal, claro que a esa tipa le iba a valer mierda todo esto ocultándose con mi mejor amigo. Pero se valuaba mal, destrozada…horrorosamente afligida. Y Diego…no era capaz de darle la cara a Diego, por más que quería insultarlo. Percibía los pasos partiendo las hojas secas y el sonido de la tierra en sus botas. La cuerda que llevaba por mis piernas se corría de lado a lado, cruzando esos estrechos caminos dosificando el lugar. Pasábamos por puentes, arroyos. Piedras, suelos pantanosos cuidadosamente. El sol ya daba la cara hacia el horizonte…eran casi las cuatro de la tarde. El tiempo iba en aumento. La camisilla que llevaba por debajo, absorbía todo mi sudor y mi cuello húmedo como una sopa empapando el cuello de mi camisa.

Me calmaba por instantes…si, él se apartaba fue por algo…pero a su vez decía que le diera ‘otro’ ¡otro! No era justo perdonarlo… ¿qué le hice yo? ¿Qué fue lo que había dicho como para que él se pusiera en esas? Y lo peor, hetero… bah

Iba a volcar hacia donde los demás andaban pero…algo me dio la sospecha de que…no avistaba sus pasos y mucho menos sus pisadas o su presencia

-¿Diego?… ¿Diego estas por ahí?

Cagado de miedo…me acordé de las películas de terror donde están en el boscaje y uno de ellos desaparece y después uno por uno hasta que los protagonistas los ven muertos en varias partes…no carajo él no se puede morir…¿!pero que putas piensas David Alejandro!? Estás hablando de tu novio…

Como loco me fui en reversa donde había pasado hasta llegar por un árbol cerca a unos matorrales con algunas ramas y flores por donde pasamos antes. Había visto que algunas hojas se habían traspasado con fuerza volando algunas gracias al viento. La presión era indiscriminada porque no sabía dónde estaba…hasta que. Un pie estaba tratando de luchar para zafarse de algo…pude notarlo bien. Era la bota de Diego

-Diego ¿Diego estas bien?

-¿me ves que estoy bien? – estaba enredado con una raíz bien ponderada en su pierna

-disculpa yo…

-no te disculpes…

-¿porque no pediste ayuda? Ven te ayudo para que salgas de ahí…

Todo era tan incómodo que parecíamos enemigos en ese momento

-pásame el cuchillo. Corta por esta abertura y pasa por este lado

-No hay necesidad – con fuerza de donde no la tenía, arrancaba esa corteza de raíz con algunas manchas y gotas de la rama y su zona blanca de madera. La corteza suave.

-vamos…

El como si nada se iba así no más…se juzgaba infecundo por todo. Con ira colateral que desnudaba mi ser a lo más desprolijo y absurdo que pudiera someter. Me dolía que me tratara así…por, por no confiar en él. Por no saber que pasaba. Todo esto se me hacia sumamente desolador y confundido. Me enojo con él, o me siento mal de que me trate así…no David. tu papá te enseño a no dejarte someter de los demás. Aunque…es mi chico. Maldita sea, esta maricada me estaba fregando la vida. Es como yo con el angelito y el demonio con dos sierras apunto de cortarme el cuello con sus decisiones.

-Diego…

-ahora no, hay que buscar a los demás. – iba tan rápido como podía, intenta evadirme

-pero…

-mierda

Habían tres caminos de diferentes senderos….de trocha inestable trifurcando nuestros problemas…los demás no se veían por ningún lado. Ya me estaba preocupando.

-coño… ¿y ahora que hacemos?

-no se…

-los llamaré – inflaba mis pulmones con fuerza para empezar a gritar – KAAA-

-espera, no grites, ya sé por dónde se fueron. – investigaba en el camino de la izquierda algo por las raíces y la tierra

-¿qué haces Diego?

-pisadas…se fueron por aquí. Sígueme

Era lo más obvio pero bueno…No teníamos nada, ni un mapa, ni una brújula ni la aplicación de estar perdidos para un dispositivo móvil. No sé si confiar en él, solo por unas míseras pisadas. Aunque iba con mayor brusquedad a permanecer lejos y perderme yo también, pero esta vez solo. ¡Coño! bajaba lo más rápido que podía. Cruzábamos por riachuelos y troncos…ya todo estaba tornándose oscuro.

_____________

-Diego espera – los grillos ya sonaban con sus colectividades con el cielo azulado tono oscuro.

-¿qué? ¡Dime una de tus maravillosas ideas!

-¡admite que nos perdimos mierda! ¡Ya no los podemos encontrar! por guiarte por unas putas pisadas…

-¡estás tan afónico de tanto gritar! ¿¡Puedes surgir con alguna idea más interesante!?

-¿vas a seguir tratándome así? Estamos perdidos punto. Los llamaré

-aunque lo intentes no saldrá por dos obvias razones…la primera, no hay señal y mucho peor en anochecida, segundo. ¿Te vas a devolver todo ese trecho tan largo para al fin no lograr nada?

Por mi parte quería irme y dejarlo por cómo me trataba, pero no quería ser carne de carroña para el ecosistema y los árboles. Dependía de Diego y él dependía de mí, para salir de esto. cierto, mi celular no tenia señal…que raro.

-¿dime porque lo hiciste?

-¿para qué quieres saber? – ah, ósea que si lo hizo

-me mentiste Diego…

-no te mentí ¡mierda! ¡Quería hacer algo para saber si aún me amas!

-queeeeeeeeeeeee – quede atolondrado

-no me vas a creer, para que seguir hablando sabiendo que no eres capaz de confiar en mi…

-si yo..

-que

-si yo no confiara en ti, ya me hubiera ido para la puta mierda y te hubiera dejado solo…

La cara que me manifestaba solucionaba todo. Un ‘tienes razón’ de su parte. Su ceño era tan profundo que podía matar hormigas en su cara de tanto apretarlas. Yo tenía que mostrarle mi afecto y mi confianza hacia Diego y poder resolver mi conjunción exacta hacia el cariño que le daba. Tengo que escucharlo para así no perderlo…es lo que no quiero que pase

-dímelo…solo dímelo…

-David a esa chica le dije en el baño mientras tú estabas aparte que, fingiera que la había besado para saber si, si te importaba…obviamente no me besó, el problema es que la tipa estaba tan loca porque…no sé, creo que le gusto…

-Ósea…que farsa tan grande

-¿viste? ¿Viste? ahora no te voy a decir el resto porque no confías en mi mierda, mejor sigamos andando. – con furia se volteaba con fuerza sin dejar que yo terminara de hablar

-¡ni me dejas hablar! porque-

-Cállate David…si no quieres que la caguemos más…no digamos nada.

Solo andábamos hasta quedar en un terreno uniforme lleno de hojas, ramas, tierra, pasto, cerca de varios pinos altos con un laberinto de árboles que era difícil de distinguir si estaba de noche ya… sin decirme nada solo recogía pasto, yesca, y leñas largas… servía más una lata de arvejas que yo en ese momento. Con fuerza sacaba algo de su maleta arremetiéndola en el suelo amarrando con fuerza los palos entrelazándolos y después prendía una fogata a la velocidad de la luz. Me irrumpía la curiosidad…

-puedo preguntarte…

-hago un cambuche lleno de paja y yesca para que no nos dé frio por la noche, una especie de choza para resguardar más calor, ya que no se puede dejar una fogata en medio del bosque

-tenemos la bolsa de dormir – le cogía la de él pero

-tu ahora no quieres nada conmigo, así que me haré esto yo solo…para no joderte duermo en el suelo y no me quejo…puedes usarla, te la dejo

-¿vamos a seguir con esto? no la quiero

-para que pelear…si no me crees en lo que te digo…es como hablar con una puta pared

-soy el definido con mis gustos, así que no hay objeción para esto…

-te duele… ¿te duele que haya hecho eso? mejor muérete más bien

-que paranoico eres…

Y así comenzó todo…

-Ahora me vas a decir que yo soy el puto paranoico… ¿te parece equitativo?

-¡claro! ¡Como yo no soy el caribonito que se la pasa siendo el más visto del mundo! Y uno el arrinconado por ahí

Tanta pelea entre los dos era como para ahorcarse ahí mismo…matarte, destruirte y corromperte. Pero a su vez besarte y decirte que no todo esto es verdad…te amo, no quiero odiarte, no quiero pelear…quiero disfrutar estar junto a ti. Mantenerme frente a ti, estar a tu lado y ceñirte a mí, amarte, besarte, quererte. No soy capaz de vivir sin ti sin tanta pelea. Mi mente quería eso, pero mi boca decía cosas que no apetecía nunca en mi resto de vida…me odiaba por completo. Peleando con el amor de mi vida.

-¡QUE TE LARGUES! ¡VETE A LA PUTA MIERDA HIJO DE PUTA! Solo piensas en ti…

-ahora soy el que pienso en mis cosas… pues bien, me voy. Malparido, sabía que esto iba a pasar un día de estos

Solo terminaba con unas cuantas palabras y se iba, no sabía que exponer, era solo palabrería y pura podredumbre. No estaba al tanto sobre que expresar y platicar. Era solo de peleas y conflictos. Veía como cogía sus cosas y se iba…estaba era desmembrado emocionalmente, muerto en ese lecho de tierra solo…perdiendo con fuerza mis impulsos. Ahora lo había perdido de nuevo…mi vida era ya una completa, sudorosa y cagada mierda. Comenzaba a berrear más que una chica por no tener lo que quiere.

_______________

El solo recordarlo me trae unas lágrimas fuertes a mi cara. Fue tan soberbio el impacto hacia mi cuerpo, que la parte intrínseca de mis pensamientos no me dejaban inducir cono yo quería, como deseaba o como quería lograr. Lloraba a más no poder. Desolado, como la mierda más grande del siglo. No tenía a nadie ahora…el poquito turno que llevábamos, se había ido por la borda…y cuando peleábamos, ya no había marcha atrás porque era terminante para nosotros. Decaer y no seguir más en el intento.

-Diego no…no te vayas Diego…porque soy así… ¿porque dudo? – lagrimeaba y moqueaba cuando se hacía necesario – ¡Diego! ¡Mierda Diego!

-¡DIEGO!

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La voz de David hacía eco en todo el lugar…notaba como lloraba por medio de su vocablo. Estaba tirado en el suelo mirando ese oscuro cielo cerca de las ramas y las hojas que iba a quemar ¿Pero qué mierda hice? ¿Porque peleamos? Si yo amo a este tipo como la que me pario, como el que me dio la mano, como el que me ayuda siempre…David. tengo que ir a buscar a David. Pero gracias a sus palabras amargas me había ido tan lejos como podía. Todo oscuro, no sabía fijar un blanco exacto porque no apreciaba la fogata que había hecho después de haber establecido la choza.

Saque de mi maleta una linterna junto con todas las cosas que llevaba. Corría y corría. Me había colisionado con una rama raspándome algo la cara, pero debía continuar…mi pobre David se sentía infructuoso, solo, abandonado y todo por mi puta culpa y por poner en duda su corazón. Podía escucharlo, gritaba desde su alma.

-¡Perdóname! ¡Perdóname!

Te perdono, te perdono no quiero volver a perderte ¡Mierda!…solo quiero buscarte. Solo quiero estar a tu lado.

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No puede resistir más…busqué en mi maleta un abre latas cerca de mis utensilios de supervivencia. Guardaba los compartimientos de abrir enlatados y buscaba el filo de una navaja corta de 8 centímetros… me temblaban las manos. Era una decisión…no había vuelta atrás. Esto era ahora o nunca y estaría mejor sin nada. Sin sentir más dolor en mi pecho después de esta disputa. Caía en la desesperación. Morirme…era lo justo para dejar de ser pendejo y estar ya en paz…sin mi todo sería mejor. Apuntaba la punta de esa navaja de utensilio cerca de la yugular para empezar a meterla profundamente…pero no quiera desangrarme lentamente. Quería que fuera ya, con dolor, de una sin más daños. Justo en este instante para acuchillarme sanguinariamente, ser muerto y comido por lo que el destino rija. Animales, aves, medicina legal. La descomposición de un muerto. Eso…morirme y ya.

Pero no podía…la mano hacia tanto esfuerzo…su poder era tan severo que la dolorosa intervención hacia mi cuello, no iba a ser posible. Por…imaginarme, besos…cariño, afecto…sexo…todo lo que viví con este chico. Con alguien tan espectacular. Montar en bicicleta, estudiando juntos, los besos, hacer el amor, las caricias. Entrelazar piernas. No podía desgarrarme el cuello por eso…por amor.

Gracias a ese amor…sobaban mi pecho sintiendo un pecho caliente sobre mi espalda.

Sus manos frágiles acariciaban lo poco que desplegaba de pectorales. La piel de gallina se plasmaba con el poder de su tacto. Inversamente quería sucumbir y no acordarme de nada… ¿qué pensaba…? sagrados sus toques profundizaban ante su reverdecer magno de abrazarme por detrás soltando el instrumento de mi mano. Era un muñeco de trapo…no podía decir o hacer nada. Porque gracias a Dios y a él destino prevaleciente del momento…lo tenía de nuevo junto a mí.

-no…no pienses hacer eso…no lo vuelvas a hacer…

-David…perdóname por hacerte todo esto…por pelear…odio esos putos instantes de irme para no volverte a ver y dejarte por lo idiota que fui…soy yo el que debería morirse…

Cogía la navaja empalándola con fuerza para apuntarse…pude notar su rostro lagrimeado, raspado por su mentón y sucio por el otro lado…lloraba. Podía ver su expresión de arrepentimiento y ser sanguinario con tal de matarse.

No lo iba a permitir… cogí esa navaja y la tiré hasta donde la naturaleza la esconda. Me sentía más frío como una paleta pero…gracias a Diego pude recobrar lo que era yo…alguien en la vida.

-Perdóname David – la cara del chico se corría en todo mi hombro derramando sus lágrimas llenas de pesares sin parar de rebuznar, de salpicar y de sentirse mal…

-perdoname tu a mi…soy un puto idiota…

-mierda…yo por ser el puto más grande del mundo…casi hago matar a lo que me dio vida todos estos años que te conozco…te perdí…no quiero volverte a perder….y no quiero que sea para siempre.

-yo…tampoco…

-no quiero…no quiero que nada ni nadie nos separe.

Me recostaba en su pecho…ambos con los ojos cerrados con el tacto de nuestras frentes, suspirábamos agitadamente sin querer compartiendo el aire del otro. Deseaba paulatinamente tratando de localizar los bembos que tanto quería y añoraba. Percibiéndolos de a poco. Con la sencillez más grande de la historia. Transmitía su amor por medio de la saliva. El roce de lenguas. El contacto de nuestras comisuras. El golpe de nuestras manos hacia nuestros cuerpos. Besaba a este ángel…a este chico que me invadía todo el placer y la tranquilidad del viento del momento. El mundo gira, aunque se sienta al revés, soy como alguien que vuela de nuevo…y sin pensar en caer…

Un baño, nuestras respectivas camas, un balcón, la cancha vieja de un estadio de futbol…y ahora el bosque…era tiempo

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Lo desnudaba…al haber sentido su amor de nuevo sin dejar de distanciarnos. Lo desvestía cuidadosamente, pero con prisa. Tendíamos la bolsa de dormir para que se pudiera acomodar. Iba su camisilla negra primero, sus botas, el pantalón, las medias largas para el frio, su bóxer. Lo tenía desnudo ante mí, pero esta vez tomaba el mando para hacer lo mismo conmigo. El chaleco negro, la camiseta vino tinto, el pantalón, las botas, las medias y el bóxer.

Juntos en la naturaleza como las creaciones de Jesús…desnudos. Esta vez la creación masculina daba frutos entre dos viriles personas. Abierto de piernas, disfrutaba de chocar piel con piel, saboreando su exquisito cuerpo. Tocando por sus tatuajes. Lamiendo sus tetillas, abrazándolo con mis piernas cerca de su culito. Nada de egos…no más…acá somos uno ahora. Nuestros penes hacían contacto entre ellos como un abrazo satisfactorio enfocándose también sus besos llenos de nuestro semen fusionado.

Lamía su cuello. Despeinaba su cabello. Sacudía su esfínter con mi mano rozándolo con fuerza de mis dedos. ‘Nunca soltarte. Te tenía de nuevo y esta vez no quería despegarme de ti ni por lo más mínimo. Agradecerle a la vida de tenerte. De poder añorarte y sentirte pleno. Estar junto a ti’. Se ponía de rodillas manoseando más su pene por mi estómago cerca de mi pecho. Sosegaba su vista con cariño hacia mí. sonreía apartándome de su boca ofreciéndole también la misma índole. Estaba sumamente excitado y encariñado con esto, que el frio que provocaba todo esto, era mínimo con lo que sentíamos entre los dos. El calor más grande de todos.

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Diego me acostaba cerca de la cama de dormir… quería que abriera las piernas… palpaba mi culito con su mano empalmada. Cosquilleando con fuerza mi cuerpo y sus reacciones poderosas ante el querer y el poder. Despacio me la metía con ganas besando mi cuello entregándome su respiración agitada y sensual hacia mi oreja. Jadeaba y me metía tanto en el cuento, que gemía intensamente…aparcaba con dolor un poco porque no estaba algo lubricado, pero como había expresado antes. Era solo cuestión de adaptarme porque sería de él y solo de él…nadie más lo iba permitir.

Posaba mis brazos en sus hombros haciendo cadena con mis pies por sus caderas. El bamboleo de bombear mi culo con su rica verga degustaba tanto, que podía besarlo mientras tanto. Comerle los labios. Pelear con nuestras lenguas y descubrir lo que es querer, después de una reconciliación. Bajar y estar a gusto conmigo mismo…no lo podía negar. Me siento incompleto al no pensar prevenidamente. Ahora, puedo amarte más…más y más sin importar donde este y con quien. daba la sensación más rica del mundo de nuevo, sin soltarme de su cuerpo prestigioso, de su linda sonrisa y de su boca. Pero lo más importante, es que nuestros pechos tocaban nuestros corazones uno con otro.

Estaba desnudo en medio del bosque mínimo a media noche después de tanto especular y poder romper en llanto…siento dolor por poner así a prueba a Diego y no confiar en el…lo que no se es porque puso en duda mi amor hacia el… no era momento para preguntarle, me estaba follando rico y no había momento para semejantes babosadas. Aunque

-arrrgh… – batia con fuerza.

-af…af…af…dis…cul…pa… pero

-argh…

-voy a…correrme…

-no…Aguanto…

Fue momentáneo, pero al unísono nos corríamos ricamente. Él se corría dentro de mí de nuevo, mientras yo disfrutaba de romper mi pene literalmente en dos desprendiendo tanto semen que no pude desprenderme de tanto. Solo fueron unas cuantas gotas por no tener la mente en ‘off’.

Dejábamos de tocarnos y poder estigmatizar lo que habíamos hecho, y mirar los reflejos de su cara, gracias al emanante fuego de la fogata.

-Mi David…

me tocaba la cara percibiendo mis ojos verdes, porque también abría la puerta de esos ojos marrones divinos que tiene.

-Prométeme que…

-no volveremos a pelear… ¿vale?

-lo hiciste de nuevo – me besaba de nuevo, pero esta vez eran piquitos – me quitaste las palabras de la boca

-que literal fue eso…

Abrazaba mi cuerpo desnudo para no perder el calor que nos rodeaba. Al oído expresaba:

-mejor vistámonos porque después sufrimos de hipotermia.

-vale…

No nos importó en absoluto el semen de nuestros cuerpos. Ni el mío en mi culito, de nuevo. Me puse a vestirme ya que el frio gobernaba mis extremidades.

//////////////////////

El cambuche estaba listo cerca de la bolsa de dormir que íbamos a compartir los dos. Amarré una pita de hilo amarrado con una lámina de aluminio puesto con un sandwich hecho de jamón con el chutney que había comprado más algo de jugo que llevaba. David tenía hambre. Llevaba puesto mi chaleco negro…cerca del cambuche recostado en un tronco. Estaba dubitativo pensando hacia otro lugar.

-Hey D

-¿ah? – Volteaba a mirarme

-¿en qué piensas? toma, agárralo con cuidado que está algo caliente.

-vale… – cogía el sándwich soplándolo con cuidado para después morderlo…

-¿y?

-esta rico Diego… gracias.

-vamos…respóndeme…dime lo que te acongoja, no te lo guardes – buscaba tierra para apagar la fogata.

-no pensé que fuera a llegar a sui-

-shhhhhhhh nadie quiere saberlo guapo…así estamos bien, nadie tiene que saberlo…

-pero yo…

-no volveré a sacar dudas acerca de ti…lo hacías porque me amas.

-estoy enfermo Diego. en pensar de tratar de quitarme la vida por una mísera pelea.

Al apartarme de la fogata con algo de tierra en las manos, pude detallar sus lindos ojos.

-¿también lo iba a hacer recuerdas? Me detuviste…ambos estamos así por eso, pero ya paso…comete el sándwich, mueres de hambre.

-cierto…

-David…lo que dije del beso… fue porque cuando dormía contigo…

-¿Que…?

-hablabas dormido…

-¿cómo?

-estabas nombrando a Richie.

-¿yo? – Quedaba sorprendido al verme – pero yo

-por eso dude, pero la próxima vez te lo preguntare y no me pondré a fingir besos que no debo…discúlpame.

-yo…te perdono, te juro que no volverá a suceder…ahora ven…duérmete conmigo. – terminando de comerse el ultimo pedazo.

-ja esperaba que me dijeras eso jajaja

Poníamos nuestras maletas frente a nuestras botas. El cambuche daba algo de calor, pero con David junto a mí, estaba caliente…aunque, estaba más dubitativo que antes. Lo apretaba tanto a mí. Que metía mi mano por su camisa y por su camisilla para recibir más calor, interponiendo nuestros pies cerca, para darnos más calor gracias a nuestras medias. Aún seguía con esa mirada.

-deja de pensar…todo esto llegó a algo bueno.

-y…¿que fue lo bueno? Estamos perdidos aun…

-nos tenemos uno al otro. Solos…de nuevo. Me encanta cuando nadie nos molesta…

-terminamos siempre abrazados…

-Y nos gusta…hasta mañana…

-hasta mañana Diego – abrazaba mi mano con las dos suyas metiéndonos aún más en la bolsa de dormir…

Por lo que pasamos…de ahora en adelante, no volveré a hacer más locuras que lleven a problemas.

///////////////////

La mañana surgía de nuevo al instante, los pájaros entonando y algunos ruidos del viento transbordando las hojas por su camino. Daban el apogeo de que la madrugada había tocado la vista a nuestros parpados. O quizás a mi solamente. La bolsa de dormir estaba muy despejada dejando un grande espacio. Diego no estaba…por una parte me quitaba los restos de sueño de mi cara, levantándome quitándome los imperfectos corrosivos de mis lagrimales, estirando los pies junto con mis dedos. Y por otra…lo que había dicho Diego ayer…

¿Soñaba con Richie? Pero si yo…claro, Richie es una de las mejores personas que conozco en esta tierra. Fue el que me dio la mano cual emo compulsivo me mantenía siempre…y ahora, abandonarlo como un trapo sucio si ya estábamos en una relación estable, por solo buscar lo que quería. Lo que deseaba. Que era el chico guapo que juega hockey, maldita inercia, eso sonó tan superficial. Richie, no era el mejor de todos en el sentido de ser romántico pero se defendía de por sí. Y eso era lo que más me gustaba de él, sobre todo percibir su lado tierno. Me pregunto…

-que estarás haciendo Richie…

-¿a quién le hablas?

Por detrás el tarado este me pone a brincar de un susto. Feliz y venturoso con la cara mojada y algo húmedos sus pantalones, estaba descalzo remangado y con un-

-¡mira! Atrape un pescado

-pero…

-hay un arroyo, lo atrape pero me costó. A los pescados de rio cuando quieren descansar, se esconden detrás de los peñascos ya que se alimentan de ahí y toman la sombra. Fue difícil agarrarlo, pero lo conseguí…

-mide como 15 centímetros – bostecé

-aproximadamente creo…

-que harás con él, ¿lo dejaras ir?

-¿qué? ¡Si este es el desayuno! le sacaré los órganos y lo empalare para que lo podamos comer

Buscaba de nuevo el cuchillo con una varita de cobre con varias ramas y hojas y volvía a prender la fogata. En un dos por tres el animalito acuático tenía sus encéfalos al aire libre. Ensartado cerca del calor

-¿acaso radicalmente te convertiste en Bear Grylls o algo por el estilo?

-¿qué tiene? Es supervivencia pedazo de pendejo

-buen punto…con algo de jugo caería bien

-solo tenía para sanduches, pero en serio quieres el pescado. te mueres de hambre…

-comámoslo juntos…

-dale

Lo partía a la mitad y con un pedazo de aluminio sobrante con el que calentó el sándwich me pasaba la parte mía…espero que el pez no esté contaminado o algo parecido.

Espera un momento… ¿dijo arroyo? Bajando hacia el arroyuelo llegamos a la cascada natural cerca de un lago y a 20 minutos a pie llegamos derecho hacia la entrada. No sabemos nada de los demás…nuestros celulares estaban caídos y sin señal. No podíamos contactarnos con ellos ni por señales de tribu, lo más raro porque es la primera vez que pasa esto. Solo era esperarlos en la entrada. Apuesto que ellos pueden pensar lo mismo desde el lugar más cercano donde acamparon.

-¡Diego!

-¿¡qué!? ¿No te gustó el pescado? Ojo con las espinas – masticaba

-no es eso… ¿fuiste por el arroyo cierto?

-te acabe de decir que estaba por allá tontarrón pendejo.

-si lo seguimos cuesta abajo podemos llegar rápido hacia la entrada y tal vez encontrarnos con los demás, he venido al arroyo grande, no estamos perdidos después de todo.

-entonces comete eso de una bendita vez y ¡vamos!

-¡ya voy!

Me comía tan rápido el pescado, botando espina por espina. arreglaba todo para poder salir de aquí. Tomaba algo de jugo, organizaba todo y estaba listo para el viaje y la andada de nuevo, esta vez no era de pelea ni pendejadas. Hacia lo mismo que yo guardando todas sus cosas

-Diego ¿por dónde está el arro-

Me fui deleitando por ese beso de improvisto abriendo más su boca como comensal apetitoso y jugoso intimando chupar mis entrañas apetitosamente. Como un zombie que no quiere sesos o carne, o piel o sangre, quería era un beso dichoso.

-Buenos días…

-buenos días…

Nos fuimos por el caminito donde Diego pescó el pescadito y vimos el arroyo bajando por varias piedras. Otra caminata larga…esta vez

Cogidos de la mano.

_______________

-Mira… ¿es este de aquí?

-sí. es este

Ambos mirábamos hacia el precipicio de la cascadita a tanta profundidad, como de 8 metros, chiquita dónde provenía el lago fuertemente. La gente empezaba a llegar y el lugar iba a ser poblado dentro de poco. Oh no…no señor ¡hace rato no lo hago! no lo iba a permitir.

-¿pero qué haces?

Me quitaba la camisa hasta quedar desnudo del torso junto con los pantalones solo en boxers.

-¿qué crees? Me voy a lanzar

-¿qué? Espera ¡no lo vayas a hacer!

-oblígame

Hacia la pirueta esencial de un clavado, me iba de espaldas, colocaba mis pies a una altura media como un palo de madera, me agachaba con fuerza, bajando mis extremidades con ganas hasta dar una vuelta en el aire y caer hacia abajo con mis manos en flecha siendo invadido por el agua de un chapuzón sumamente delicioso. no me tiraba con un clavado desde hace rato.

Sumergido apreciaba todo el musgo y el agua natural a mí alrededor con algo de profundidad latente, volvía a la superficie flotando como un masmelo en esa agua.

-¡David! ¿¡Querías matarte!? – me gritaba desde abajo

-¿¡y dejar de amarte!? ¡Ni loco!

-jajajajaja

-¡¡¡OIGAN!!!

Alguien nos llamaba. El gritico perturbador yo lo conocía perfectamente, nada más ni nada menos que el sequito de amigos locos…

-¿¡Ustedes donde putas estaban!? ¡David cariño! ¡Tuve que dormir con la zarrapastrosa de Marg y yo quería dormir contigo! no comi la comida de tu amor ¿Estás feliz ahora?

-jajajaja ya voy, espera – con fuerza subía peldaño por peldaño con goticas en todos lados hasta alcanzarlos en ese punto cerca de unas mesas.

-¿Muchachos se perdieron o algo? – preguntaba Marg

Ambos nos mirábamos por inercia. Los dos sonreíamos yo con algo de frio…aunque la respuesta era muy obvia

-Si…fue un accidente.

-¿dónde pasaron la noche? – preguntaba Carlo

-en un terreno plano rodeados por los arboles… No nos pasó nada grave ¿Y ustedes? – decía Diego

-pues…cerca de una de las reservas del lago, el que es pantano lleno de pasto y laguna

-¡¡¡¡y hacia un frio asqueroso!!!! Uich te extrañe bebé

Las niñas y Carlo estaban felices, Karen algo picoteada por mosquitos pero…Javi, Javi se sentía algo apenado. Con cara de desconsuelo…con abatimiento, con penalidad, con poderío amargado. Caí en cuenta…la tipa esa no estaba. Karen me pasaba una toalla junto con mis cosas los demás las acomodaban ayudándole a mi chico.

-Karen…aquí entre nos… ¿qué pasó con Javi…?

-Maya y él se pusieron a hablar y pues…no fue en buenos términos ella cogió el bus que lo lleva a uno a la ciudad y no supimos que pasó…no quiere hablar del tema, así que lo dejamos así.

-ooh…ya veo.

-chicos el servicio de los teleféricos está disponible ahora. Che ya podemos irnos para la casita, fue chévere acampar aquí

-a mi también me gustó Carlo…-concluía Marg feliz y complacida

Será que… ¿mi amigo está de esa calaña por lo que pasó? Será que… ¿lo sabe? fue una confusión tan vándala que ni yo mismo pensé que fuera a ser así de confusa…

Pronto hablaré con el…pero lo que más me inquieta

…es Richie.

A pocos relatos para terminar la segunda temporada…yo solo espero que la sigan leyendo y me digan que les parece, no quiero que se aburran, quiero que sean sinceros conmigo siempre y me digan si me perdí alguna vez o varias…es bueno saberlo para optar por sus sugerencias.

me escriben al correo o me hablan por face por alguna duda que tengan. me preguntaban mucho por Richie…se sabrá de el bastante…y de su querido hermano también

un saludo :D

El Despertar de Sarah

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La vida de Sarah era un vaivén de emociones, pero desde hace unos meses abrir una cuenta en una red social había estabilizado un poco su tormentosa vida, era increíble como conectarse cada día solo para escribir lo que sentía, intentado quitar el tabú de eso tan oscuro que le gustaba, hacia que su mente se centrara, lo que no entendía, era que parte de esa estabilidad tenia nombre, y era una mujer que casi desde el principio la había acompañado, ¿su nombre?…. Nora.

Nora se sentía atada, su vida no era ni cerca lo que imaginaba hace 4 años cuando pensaba estar compartiendo para siempre con la que ella creía era el amor de su vida, Su círculo familiar tampoco ayudaba y sentirse sola era parte de ella ya, solo su amor por los libros la estabilizaba, pero increíblemente, una amista lejana también lo hacía, una amistad que encontró en la misma red social, ¿su nombre?…. Sarah.

-Que interesante! Pensaba Sarah cada día cuando se dio cuenta que lo primero que hacía en las mañanas era revisar su correo personal y su página en la red social para ver los mensajes de su amiga Nora, pero más increíble pera pensar, que en 5 meses Nora se había convertido en una de sus mas intima amiga, le contaba todo lo que le ocurría, y su opinión para ella tenía la misma importancia que la de su mejor amiga, a pesar de la distancia que las separaba.

Por cuestiones de trabajo Sarah tenía que viajar a Valencia, le habían avisado a inicio de semana pero estaba esperando a que fuese seguro para avisarle a su amiga, aunque en realidad, tenía mucho miedo de decirle, no sabía si podría o no reunirse con ella y su vida realmente había tenido muchas decepciones en los últimos meses como para recibir otra.

La mente de Sarah desvariaba, no se podía concentrar, cada dia de la semana fue pasando con una lentitud que la frustraba, para sorpresa de Sarah, Nora que ya había aprendido a conocerla le pregunto le pregunto en uno de sus chat nocturnos – Sarah, ¿qué te pasa? Tienes algún problema que no me has contado, estas como desconectada del mundo linda, de verdad me preocupas… a Sarah la manera que la leyó tan claramente la desarmo, sencillamente se dejo llevar por lo que sentía, -Bella, la verdad es que estoy emocinada, pero a la vez con todo el miedo del mundo, este lunes me hablaron de la posibilidad de ir el fin de semana a Valencia a llevar unas cosas a la facultad de agronomía de la UCV, y pues, la verdad quería conocerte…

La noticia le cayó a Nora de forma sorprendente, ella era una mujer un tanto insegura, y se había acostumbrado a ver a Sarah como su más intima confidente, pero siempre con la distancia segura que las separaba, por un momento no supo que decir, y duro casi media hora pensando una respuesta, claro, ver los 10 mensajes de Sarah en el buzón de entrada y saber que hacerla dejarla hablando sola la molestaba, la hicieron salir de su letargo, -Sarah, claro! Me parece increíble, claro que me gustaría que nos viéramos, no sabes cuánto, solo espero que sea seguro…

La semana siguió pasando con lentitud, a pesar que quedaron en verse para el viernes, Nora dejo un poco el contacto, y eso a Sarah la desesperaba, intento no presionarla, pero la paciencia no era una virtud que la definiera, llegando la noche del jueves casi ni habían cuadrado, así que se animo a escribirle a Nora de forma fuerte aunque nunca lo había hecho… -Nora, buenas noches, quería recordarte que mañana iría a Valencia, realmente me gustaría saber si vamos a vernos o no, voy a quedarme en el Hotel Guarapo Suite, no tengo ni idea que estará cerca, pero si gustas, y de verdad me sorprende que parezca que no, estaré a tus ordenes para vernos…

Nora se sintió fatal, no estaba desacostumbrada a que le hablaran fuerte, pero Sarah siempre la había tratado con mucho cariño, sabía que tenía razón para estar molesta, pero la verdad Nora no quería hacerse ilusiones con respeto a verse, es más, le daba terror no saber que podría pensar de ella o para sorpresa de ella, si seria de su gusto, con mucha pena pero muy decididamente recordando las cientos de veces que Sarah le había hablado con sinceridad, le contesto –Sarah, de verdad perdóname, simplemente no quería hacerme ilusiones sobre tu venida, pero quiero verte, no sabes las ganas que tengo de verte, conozco el hotel, cerca hay un centro comercial, podemos vernos hay cuando te desocupes en la tarde…

Sarah sintió por un momento que el alma le volvió al cuerpo, estaba ya pensando que su viaje para Valencia seria una pérdida de tiempo si no podía conocer a Nora, por primera vez, no le importaba su trabajo, solo quería conocerla…. –Bella, estoy feliz, gracias por contestar, voy a desocuparme a punta de 6pm podemos cenar a esa hora y luego tomarnos algo, estamos en contacto…

Todo el viernes tanto Sarah como Nora estaban desconcentradas, nerviosas y sobre todo expectantes, querían conocerse y se morían por verse, Sarah había mentido, en realidad se desocuparía a las 4pm, pero quería tiempo para ir al hotel y refrescarse, no permitiría que la primera vez que la viera Nora fuera toda desarreglada, eso en el fondo la sorprendió, ella desde hace tiempo sabía que era bisexual, pero prefería mirar que hacer, y las cosas que pasaban por su mente no tenían nada que ver con mirar…

Nora tampoco se quedaba atrás, empezó a sentir lo que varias veces Sarah le explicaba, la expectación, en cada centímetro de su piel sentía nerviosismo, transpiraba, y llego al centro comercial a las 5 de la tarde para no llegar tarde, ella nunca había tenido alguna fantasía siquiera con una mujer, a pesar de tener amigas lesbianas, se consideraba 100% heterosexual…

Hacia tiempo desde que los gustos oscuros de Sarah no salían a flote, su necesidad de ser dominada, habían sido sustituida por la necesidad de que le contestaran un correo y hacer feliz a una persona con sus palabras, ella practicaba algo con mucho tabú en su país, el BDSM, y tenía 7 años practicándolo siendo la sumisa de quien para ella era el amor de su vida pero por giros de su vida esa persona no era para ella y cada día que pasaba se daba más y más cuenta de eso. Una fuerza estremecía a Sarah, sabia en todo su ser que ver la visita a Nora no sería del todo inocente, miles de veces repaso en su mente como seria tocarla, no solo de forma sexual, estar con ella sabía que seria intoxicante.

Si Nora antes tenía miedo de que Sarah no fuera a su cita, a minutos de verla estaba aterrada, su mente repasaba a cada segundo de que forma la iba a saludar, donde iban a comer, incluso que quería hablar con ella, pero no se atrevía a imaginar que sucedería ya entrada la noche, ella no era tan inocente, sabía que la visita de Sarah no sería solo de una amiga, los cientos de correos que se mandaban compartiendo tantas cosas la hacían sentirse ligada a ella, pero de todas las cosas lo que más le daba miedo a Nora era no conocer de propia mano el mundo que a Sarah le gustaba, el BDSM, era algo que a ella le llamaba mucho la atención, había leído sobre él en sus innumerables libros, pero nunca lo había experimentado.

Sarah había llegado a la 4pm al hotel, cada segundo que pasaba sentía que su cuerpo iba teniendo vida propia, le dio tiempo perfecto de darse una buena ducha y batallar con su mayor enemigo, su cabello, odiaba llevarlo suelto, pero sabía que a Nora le gustaba de esa forma así que se tomo su tiempo para intentar dominarlo, llego justo a las 6 a la cafetería del centro comercial donde se habían citado, parecía un lugar popular por que estaba lleno de personas, sobre todo mujeres, así que conseguir a Nora pensó que estaría difícil, pero nada más entro sintió su mirada, se había sentado en la mesa más lejana de la puerta, su rostro la lleno de ternura, su belleza estaba de la mano de la inocencia que reflejaba, tenía un lindo suéter blanco, a juego con una bella blusa negra, no logro ver bien sus pantalones eran unos jean oscuros y unas sandalias cerradas.

Nora ya llevaba dos cafés, la estaba esperando en la cafetería del centro comercial, estaba muy nerviosa como nunca lo había estado, a pesar del aire acondicionado estaba transpirando, ya eran las 6 de la tarde y cada mujer que entraba en la cafetería era un pequeño infarto que sufría su corazón, en un momento la vio llegar, estaba preciosa, llevaba una blusa blanca con un agradable escote, unos jean un poco sueltos y unas zapatillas con tacón, su pelo estaba suelto, como a ella le gustaba, estaba con un maquillaje natural, solo un poco de rubor y brillo en los labios, pero de todo el cuerpo de Sarah lo que hizo que se derrumbara fue ver por primera vez en persona sus ojos verdes.

Muchos hablan de un chispazo, un vinculo que pocas personas son capaces de sentir solo con la primera mirada, ambas lo sintieron casi de forma inmediata, Sarah saludo a Nora con una familiaridad y seguridad que la sorprendió, un gran beso en la mejilla y un abrazo que se sostuvo en el tiempo un poco más tiempo de lo normal hicieron que Nora se le entrecortar la voz, -bienvenida a Valencia linda, espero que te este gustando la visita. Sarah con una sonrisa picara que derritió la barrera que prometió tener en todo momento le respondió –Bella, lo único que hace que me este viaje me este gustando y para ser sincera encantando es verte a ti.

Para Sarah conocer en persona a Nora fue casi como ir a visitar a una persona que había conocido durante toda la vida, casi sin presentaciones ni más comentarios de bienvenidas se pusieron a hablar como si estuvieran haciéndolo por correo, hablaron del trabajo que tenía que hacer en Valencia y de lo cansado del viaje, en un abrir y cerrar de ojos pasaron casi hora y media en la cafetería, Sarah buscaba cada pretexto que podía para tocar la mano de Nora y sentir su piel, rozar su mejilla con sus dedos y acomodar un mechón de su cabello, como se temió en el profundo de su ser, estar con ella era intoxicante. – Bella, cuéntame, ¿dónde podemos tomarnos unos tragos? Hoy es viernes de copas mi niña, no sé como estas de tiempo para mí, pero quiero disfrutar este viernes al máximo.

Nora a pesar de haber sabido que Sarah iba a querer beber no dejo de sorprenderse por sus palabras, no era una mujer muy social en el sentido de salidas a locales nocturnos y no conocía muy bien los gustos de su amiga, pero casualmente estaban cerca de un local tranquilo que a ella le gustaba. –Linda no sé cuáles son tus gustos, pero conozco un sitio cerca de acá, incluso podemos ir caminando, es un lugar tranquilo, y venden la botella de ron que tanto te gusta a buen precio. Nora no estaba preparada para ver la sonrisa de Sarah, la combinación con sus ojos verdes sencillamente la mato el sitio, -Bella, diste con las palabras mágicas, es un sueño una botella de buen ron y tu compañía,

Llegaron al local muy rápido, realmente estaba cerca del hotel de Sarah, conversaron de todo un poco, pero el alto volumen de la música hicieron que tuvieran que estar casi pegadas, a Sarah le gusto el ambiente del local, era muy intimo, cada mesa estaba en su propio mundo y nadie miraba a nadie, Nora, apoyada por los tragos y por la picardía que contagiaba su amiga, apoyo la mano en su muslo, lo hizo de forma casual, pero ese movimiento hizo que Sarah dejara de hablar y le dedicara una mirada llena de deseo, Nora se sorprendió por su mirada, pero la sostuvo, parecía que se estuvieran mirando por horas, hasta que Sarah hablo –Mi bella, si no lo digo yo, sé que no lo harás tu, vámonos…

Ambas llegaron al hotel, casi no hablaron por el camino, a Sarah la comía por dentro las ganas de tocar a Nora, pero sabía que un mal movimiento suyo podía acabar la noche, entraron a la habitación y le pregunto a su amiga- Bella, estaba pensando que era mejor que te quedaras esta noche conmigo, no me sentirá cómoda que te fueras sola tan tarde. Nora le dedico una mirada muy tierna y le contesto. –Linda, lo que tú quieras…

Hablaron un rato más y pidieron un par de cervezas a la habitación, y se sentaron en la cama, Sarah se había quitado los jean y se había puesto unos pantalones cortos de tela suave para dormir y una franelilla, y le había prestado otro juego a Nora, que a pesar de no ser de la misma talla le quedaron perfectos, Nora no pudo dejar de ver las piernas de Sarah, y más específicamente la cicatriz que tenía en el muslo, era en forma de luna, pero tenía la sospecha de lo que era y le daba una pena horrible mirarla, tal vez por el efecto del los tragos o la curiosidad que sentía, le pregunto, -Linda, esa cicatriz que tienes en el muslo, ¿es lo que creo que es?. Sarah se ruborizo, pero con mucha seguridad y una naturalidad sorprendente se subió un poco más la prenda para mostrar mejor la cicatriz. –Si bella, es la marca dejada por el azote de una fusta, mi piel tarda mucho en cicatrizar, casi tiene 2 meses. Nora no dejaba de mirar la cicatriz además de la piel blanca del muslo de Sarah, no entendía porque la excitaba tanto estar a solas con ella, pero lo que si sabía es que era primera vez que una mujer tenia ese efecto en ella.

A pesar de ser sumisa dentro del BDSM, Sarah tenia dentro de ella sus raíces dominantes que la propia Nora había descubierto con ella en sus continuas conversaciones, armándose de valor y provocada por la forma de ser tan dulce de Nora, solo tomo su mano y la llevo junto a si, miro los ojos color miel que tanto le gustaban y le dijo. –No sé que sientes tú, pero yo solo sé que esta noche tú serás mía y yo tuya. Sin más palabras tomo su rostro con sus manos y le planto un beso suave en sus labios, como si quisiera que sus labios se conociesen, se separo un poco de ella y busco sus ojos, cuando se encontraron sabia que ambas querían lo que sucedería, y la volvió a besar mucho más profundamente, se animo a tocar su piel, a sentir el calor de su abrazo, sin darse cuenta ambas estaban acostadas, besándose como si quisieran gastar sus labios.

Nora sentía que iba explotar, las palabras de Sarah la habían hecho desfallecer y su beso fue sencillamente perfecto, su excitación era tal que su sexo estaba ardiendo como nunca lo había estado, no podía pensar en otra cosa que en el toque de Sarah y sus besos, con movimientos que denotaban experiencia Sarah quito su camisa y desabrocho su brasier, por un momento contemplo sus provocadores senos, bajo hacia ellos y la sorprendió el dulce dolor que sintió al ser mordida delicadamente en la punta de su pezón, ese dolor a pesar de sorprenderla llego hasta su vientre con puro placer luego le dedico un tiempo la lamer su aureola como si quisiera resarcirse por haberla mordido, Nora no opuso resistencia, nunca había sentido esa clase de placer, y lo estaba disfrutando al máximo, Sarah sin dejar de lamer sus pezones bajo su mano hasta los muslos de Nora, acariciando los pliegues con sus dedos y bajando delicadamente sus prendas para dejándola a merced de ella, Nora por un momento sintió miedo de estar en las manos de Sarah, pero se dio cuenta que confiaba en ella y que necesitaba de eso.

Sarah uso sus dedos para tocar el sexo de Nora, estaba caliente y húmedo completamente deseoso del encuentro, con un suave movimiento toco su clítoris y comenzó un suave masaje, le fascinaba el sabor de los pechos de Nora y su propio sexo estaba al límite solo escuchándola gemir de placer, podía decir que nunca había estado tan excitada sin que siquiera la hubieran tocado, solo dándole placer y llevando las riendas del encuentro, subió de nuevo al rostro de Nora y la beso profundamente, sin dejar de masajear su clítoris, en un movimiento volteo el cuerpo de Nora para así dejarla boca abajo con el rostro en su almohada, Sarah se incorporo sobre la cama ver el cuerpo de Nora a su merced de esa forma despertó un deseo en ella que nunca había sentido, su cuerpo estaba al borde del clímax, paso su lengua por toda la línea de la espalda de Nora sintiendo su estremecimiento, con sus dedos separo un poco sus glúteos y llego de nuevo hasta el sexo húmedo para esta vez penetrarlo con un dedo mientras besaba con pasión la espalda hasta subir hasta el cuello de Nora y besar de nuevo sus labios al voltear su rostro, no paso mucho tiempo en esta posición hasta que sintió el cuerpo de Nora seguir el ritmo de la penetración de Sarah, casi jadeando su cuerpo pedía mas velocidad en la penetración, su humedad permitió que pudiera penetrarla con un segundo dedo y mucho más rápido hasta que con un grito Nora llego al orgasmo en el nombre de Sarah en el.

Nora estaba agotada, ese orgasmo había sido por mucho el más fuerte en más de 4 años, quería tocar a Sarah, quería probar su cuerpo y darle placer así como ella se lo había ofrecido, pero cuando intento estirar su mano para tocarla Sarah subió ambas muñecas contra su cabeza apretándolas con una fuerza que no pensaba que tenia. –Eres mía bella, tú me tocaras cuando yo quiera que me toques. Nora no estaba preparada para esas palabras, pero el orgasmo que había sentido hace segundos y la nueva excitación por estar sometida por Sarah de esa manera hicieron que dejara cualquier prejuicio a un lado y se entregar al completo, volteada como estaba Sarah estaba masajeando los tersos glúteos de Nora, justo cuando pensaba que la volvería a penetrar con sus dedos levanto la mano de ellos y sonó un fuerte azote con su mano desnuda, la sorpresa y el ardor de Nora no tardaron en llegar, su reacción primaria fue un ligero grito, pero cuando Sarah sonó un segundo azote un poco mas fuerte quiso zafarse del agarre y voltearse, en ese momento el apriete de Sarah era más fuerte y no dejo que se soltara, aplicando un tercer azote. –Mi bella, confían en mí, porque estos glúteos serán solo míos toda la noche. Esas palabras crudas de Sarah hicieron a Nora para su sorpresa excitarse, sentirse dominada de esa forma por una mujer era algo que nunca pensó o imagino hacer, pero era por mucho el momento más excitante de su vida, Sarah siguió con sus azotes, haciendo que Nora mordiera sus almohadas para poder tapar sus gritos, en un momento que parecieron siglos Sarah soltó a Nora que ya tenía lagrimas en sus ojos por la mezcla de dolor y placer primitivo, Sarah volteo el cuerpo de Nora para besarla dulcemente, felicitándola por ser tan fuerte.

Sarah nunca había azotado a nadie pero sentir el ardor de su mano provocado por los azotes a los glúteos de Nora habían sido lo más excitante que había hecho en años, en el fondo estaba aterrorizada, no sabía si Nora se había roto en su ser por la experiencia y no iba a querer estar más con ella, pero cuando acepto su beso con pasión supo que por lo menos por hoy sería completamente suya, Se coloco sobre ella y hizo algo que se moría por hacer desde que sus dedos probaron la húmeda de Nora, lamer y succionar hasta el desmayo su clítoris, bajo muy lentamente, mordiendo ambos pezones para seguir besando poco a poco hasta llegar al monte de Venus, en ese momento subió su mirada para ver el rostro de Nora complemente desorbitado, con los ojos cerrado y apretando con sus manos las sabanas, -Fascinante. Fue lo único que logro decir Sarah antes de besar y lamer el clítoris de Nora.

Ya le habían hecho sexo oral a Nora, pero la pasión con la que se lo estaba haciendo Sarah no se comparaba con nada, cada movimiento de su lengua era una corriente eléctrica que iba desde la punta de sus pies hasta la punta de su cabello, se atrevió a tocar a Sarah y acariciar su cabeza y sus hombres, no supo en qué momento paso, pero estaba completamente desnuda, verla así termino de desatar el que hasta hoy había sido el orgasmo más fuerte de toda su vida, todo su cuerpo se tenso, cada centímetro de cuerpo despertó al unisonó, luego de jadear por unos minutos Nora no pudo evitar volver intentar tocar a Sarah, quería tocarla y estaba desesperada por hacerlo, Sarah, como si supiera las intenciones que por la cabeza de Nora pasaban, se incorporo y con el cuerpo de Nora boca arriba dejo caer su sexo sobre su cara, le sorprendió mucho lo húmedo y caliente que estaba, los gemidos de Sarah estaban siendo mayores a los que ella había hecho y a pesar de su inexperiencia intento imitar al más posible a Sarah, lamer su clítoris fue algo que nunca podría explicar fácilmente, sus jugos tenían un sabor exquisito, nunca había hecho algo así, pero se pregunto como había podido perderse esta experiencia por tanto tiempo, el cuerpo de Sarah temblaba, sus caderas se movían al ritmo de su lengua y por primera vez sintió el poder del dominio, Sarah termino de tumbar sobre Nora para sorprenderla con un 69, ambas se dieron placer mutuamente hasta explotaron en un orgasmo compartido que hizo que Sarah de desfalleciera sobre Nora, duraron así varios minutos hasta que poco a poco Nora busco el hombro de Sarah para quedarse dormida profundamente.

Sarah despertó desorientada con algo de resaca por la noche anterior, sintiendo el respirar en sus pechos de Nora que había dormido sobre ella toda la noche, verla así despertó un sentimiento que no entendió, pero que disfruto, sabía que esta historia podría durar solo este fin de semana, pero nada de eso importaba porque Nora… era suya

Tio Cesar

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Me quede dormida en sus brazos y dos horas después desperté en la misma postura, el tío Cesar dormía plácidamente cuando deje sus brazos, su cama y su habitación.

Sin hacer ruido vuelvo a mi cuarto, me doy una ducha y no sé qué ponerme, debería competir con las lobas de las amigas de mi madre, alguna está de buen ver y todas se lanzaran a por el tío Cesar que a sus cincuenta y seis años estaba de muy buen ver, sin contar que para ellas la buena posición social de este seria carnaza para ellas, al final pienso en algo que ellas no tenían y yo sí, mi edad. Me decido por explotar eso.

Elijo un pantaloncito de dibujos étnicos en negro y marrón estrecho y cortito, una camiseta estrecha negra con toda la espalda al aire y unas plataformas atadas al tobillo, me maquille muy poco y deje suelto mi pelo.

Al bajar Miguel silva y mi madre me dice que estoy guapa, en ese momento el sale del baño y me mira, sus ojos me dicen que le gustaba lo que ve.

-Estas guapísima Marina, acompáñame a por hielo al bar quieres? Así no voy solo

-vale, mama voy con el tío, ahora volvemos

Salimos de la casa, el me abre la puerta del copiloto y subo, salimos del camino de la casa y pone su mano en mi muslo.

-te duele el culito, Marina?

-un poco solo. Me ha gustado mucho

-que golfa eres sobrina, no pongas esa cara de viciosa aun me escuece la polla de lo cerrada que estabas.

Se para un momento y se inclina, me besa la boca, hunde su lengua y yo la enrosco con la mía, se la chupo y muerdo sus labios después, tiro flojo y el suspira. Oímos un coche a lo lejos y nos ponemos en marcha de nuevo. Entramos en el bar y pedimos dos refrescos, unos chicos me miran, deben tener mi edad. Cuando él se va un momento al baño uno se me acerca

-hola guapa eres de por aquí

-no estoy en casa de unos familiares unos días

-tenemos una fiesta esta noche, te vienes?

-no puedo

Regresa Cesar y le mira con cara de pocos amigos, este se aleja disculpándose, pero antes me guiña un ojo y me da una dirección.

-ese quiere follarte

-anda que perspicaz, no te enfades, no me gusta es apenas un chaval

-tendrá tu edad

-a mí me gustan los de la tuya

-golfa

Me dice mientras sin que nadie más que los chicos le vean me agarra el culo, cuando nota que estos miran, mete la mano dentro por la cinturilla y me acaricia

-no llevas bragas

-no, quería ponértelo fácil

-vámonos de aquí o esos dos no llegaran a la fiesta sin para en el baño

Llegamos a casa y ayudo a mi madre, todos echamos una mano, me choco con él y hacemos bromas, solo nosotros sabemos que hay más detrás, nadie notaria nada. Miguel se alegra de que su hermano me cayera bien, como a mi madre.

Cuando llegan todos, las lobas van vestidas para matar, nada que ver con mi juvenil vestuario. Hablan con el tío, intentando captar su atención. Hay una que lo arrincona más y sin pensarlo me acerco y les digo.

-hola María, tío podrías ayudarme a subir del sótano mas bebida por fa?

-claro Marina vamos

Entra en el garaje y yo detrás cierro la puerta, le he dicho a mi madre que yo me encargaba de rellenar las neveras que ellos se encargaran de los invitados.

-que hay que subir?

-esa cerveza para ti, lo demás ya lo he subido antes

-que quieres pues golfilla?

Me arrincona contra la pared, tira de mi pantalón dejando en los tobillos

-abre todo lo que puedas las piernas, todo lo que del pantalón

Coger de la nevera una botella de refresco helada y la pone entre mis piernas, con la otra mano sube mi camiseta y mis tetas quedan libres

-sabía que tampoco llevabas sujetador golfa, quítatela rápido antes de que se den cuenta que tardamos mucho.

Mientras me habla mete la botella lentamente en mi coño, el cuello es estrecho, pero a medida que entra va abriéndome, con la mano libre pellizca mis pezones y una vez que ha metido más de media, mi coño esta súper dilatado y empieza a entrar y salir con la botella.

-venga golfa enséñale a tu tío como te corres sobrinita.

Dos minutos después jadeo y me corro como una loca, el besa entonces mis tetitas y saca la botella despacio de mi coño, coge la cerveza y tras besar mis labios sube, abre la puerta y me deja allí.

Yo me coloco todo y subo, casi me caigo de culo cuando le veo de nuevo hablando con María pero no es por eso, es porque veo que está bebiendo el refresco de la botella, me mira y sonríe mientras se pone la botella en los labios, es la misma que metió hace cinco minutos en mi coño, tengo que apretar las piernas allí en medio.

Él se ríe y cuando pasa por mi lado un rato después me dice:

-que bien sabes sobrinita, estoy enganchado al sabor de tu coñito. Esa tía está intentando quedar conmigo

-y tú?

-yo solo quiero follarte hasta que te corras mil veces, de momento no puedo pensar en nada más.

Como una tonta regreso entre la gente y en diferentes momentos le miro y él siempre me mira, me relajo le sonrió.

En un momento dado coincidimos en un grupito con Miguel y mama los dos y él dice:

-tu hija a ligado en el bar la han invitado a una fiesta

-y vas a ir cariño? –Dice Miguel-

-no, estoy cansada, me iré en un rato a dormir.

Una hora después, me despido y subo a mi cuarto, veo por la ventana como todos hablan y el de vez en cuando mira hacia mi ventana, luego hacia la piscina y su mirada se pierde hacia donde desaparecimos el primer día.

No quiero presionarlo esa tarde lo hemos hecho y no creo que él pueda volver a repetir tan pronto, me meto en la cama y me duermo oyendo las voces abajo.

Al rato me despierto y noto que alguien me mira de pie al lado de la cama.

-me he escapado, fingiendo dolor de cabeza, que bueno que se comuniquen nuestras habitaciones por el balcón.

Con la luz apagada y el balcón sé que desde abajo no se ve nada, el abre las cortinas y se oyen perfectamente a los de abajo, eso nos excita a ambos. Me siento en la cama y él se arrodilla ante mí, abre mis piernas y baja su boca a mi rajita.

-estas más rica en directo, más que de la botella.

Abajo se ríen Miguel y María sin sospechar que tío Cesar lame expertamente mi conejito hambriento. Él también los oye aunque no deja la tarea en la que se vuelca en cuerpo y alma.

Pasa mucho rato así, lamiendo sin prisas, acariciando, pellizcando, veo como su polla crece entre sus piernas, se endurece con cada lamida a mi coñito.

Me retiro y decido ser más osada, me levanto y el me mira con reproche como un niño al que le acaban de quitar la piruleta. Yo me rio flojito y tiro del colchón, le hago subir un poco la cortina y lo dejo en el suelo del balcón, los dos nos tumbamos pasando bajo la cortina sin moverla demasiado. Le miro tumbado, su polla apunta al cielo, me tumbo a su lado y se gira, me besa.

-eres muy golfa pequeña bruja, te pone saber que están tan cerca

-a ti no

-muchísimo, me encanta que a dos pasos de ellos este gozando en tu cuerpo sin que nadie sospeche siquiera nada.

Mete su mano entre mis piernas y acaricia mi rajita ya súper mojada mete sus dedos en mi vagina, que los engulle presiona las paredes de está abriendo los dedos dentro, no deja de besar mi boca, de chuparla.

Vuelvo a volar en sus manos, nunca mejor dicho. El orgasmo me deja jadeante aunque debo controlarme o me oirán.

Me pone como a una perrita y pegándose a mí me la mete desde atrás, noto su polla llenar mi sexo, lo abre, lo dilata al máximo

-no te corras hasta que te lo pida sobrina

Me folla sin piedad, mientras abajo juegan a las cartas, hablan de mí y mis estudios, hablan de Cesar y su trabajo en el banco y hablan de su divorcio, de lo mal que esta con las mujeres, mientras el empuja dentro de mí, sin piedad, con rabia, con ansia. De nuevo me lleva al paraíso, nunca me había corrido más de dos veces como mucho, pero él lo conseguía al menos tres veces por sesión. Este serio, se sienta apoyándose en la barandilla de piedra del balcón.

-te he hecho daño? Contigo olvido que es un poco grande

-no me has hecho daño, no eran de dolor mis gemidos hace unos segundos y por cierto a mí no me sobra ni un centímetro de tu polla.

-que cachonda eres sobrina

Me pongo entre sus piernas y se las flexiono, apoyo la planta de los pies en el colchón y bajo a los lados sus rodillas, me pongo en medio y me tumbo, agarro su polla y empiezo a masturbarlo, despacio, dejando fuera su rojo glande el cual devoro, lamida tras lamida hasta que unas gotas perlan la cabeza, como la primera vez y las chupo, dejo la cabeza para pasar toda la lengua por cada centímetro de su dura y caliente carne, bajo a sus testículos y los meto en mi boca, les doy pequeños golpes con mi lengua, hasta que noto como mueve las caderas, se muerde una mano para no jadear.

No me amilano sigo hacia abajo lamiendo dejo sus huevos para lamer esa sensible zona, me dirijo a su culo, Cesar se tensa pero no se mueve, bajo mi lengua y hago círculos alrededor del agujero, pongo la lengua dura y lo penetro, se le escapa un jadeo, mi mano no deja de masturbarle y mi lengua entra y sale penetrándolo.

Hasta que lo relaja, lo lleno de saliva y dejo su polla, le doy la espada y me pongo como una perrita ante él, que sentado tira de mí, el mira mi culito aun dolorido de la tarde, baja la cabeza lo besa y lo lame, pero tira más de mí y me la mete en la vagina, yo me apoyo en las muñecas y muevo mi culo, mis caderas y empujo hacia atrás, él se levanta también un poco, penetrándome tan adentro que siento que me parte en dos.

Sigo como una perrita sentada en su polla, me apoyo en sus rodillas y sigo moviéndome, el me pelliza el culo, se acerca y muerde mi espalda y yo no paro, me echo un poco más hacia adelante y busco la entrada de su culo que deje mojada de saliva y empujo un poco un dedito, el de nuevo se tensa, pero poco a poco con mis movimientos en su polla se destensa aprovecho para meterle el dedo del todo, se relaja aún más y abre más las piernas para facilitarme la penetración, ahora entro y salgo de su culo al ritmo que me muevo sobre su polla y en dos minutos noto que está al borde, saco el dedo, junto otro y lo penetro de un solo golpe, los chorros de semen inundan mi coñito que se tensa en otro glorioso orgasmo.

Se acerca a mi oído aun jadeando:

-maravilloso, extraordinario, irreal, fantástico, genial Si todo lo pasado me lleva a esto bienvenido sea, jamás volveré a quejarme.

-gracias

Amanecimos, desnudos, abrazados y en el balcón, el sol calentaba mi piel y yo era feliz, bajamos a desayunar y todos fuimos a la playa, en el agua le dije a Cesar que me iba en el tren de la tarde.

-así sin más?

-que quieres Cesar?

-a ti

Casi salto de alegría, quería continuar con esto, creía que solo sería un par de polvos de fin de semana.

-vivo por lo que se a menos de una hora de tu piso y de tu trabajo, podríamos vernos muy, muy a menudo.

-sería perfecto

-aunque yo preferiría que directamente lo mandaras todo a la mierda y te mudaras a mi casa, te amaría cada noche y te llevaría a clase cada mañana antes de irme a trabajar porque supongo que después volverás a los estudios no?.

-que excitante, si claro este trabajo solo era de verano termino el mes que viene y retomo los estudios.

-piénsalo, cualquiera de las dos opciones es válida no quiero abrumarte, te recojo a las cinco en la estación, fingiremos que cada uno se va por su parte y cuando nos veamos me dices que has decidido.

Me recoge a las cinco en punto, subo a su coche y nos alejamos de la playa, la zona se vuelve más verde y el estaciona en un aparcamiento, bajamos del coche y nos adentramos en un bosquecillo, me sienta en una piedra y me pregunta.

-sobrina donde te llevo?

-a casa de mi tío, me mudo allí, me ha hecho promesas muy buenas.

Me abraza, me besa, me coge de la mano, lo decidí nada mas proponérmelo quería vivir con el, quería seguir compartiendo esos momentos con el, cada día, elegi mudarme porque era demasiado lejos y no íbamos a podernos ver a diario.

Me sube al coche y nos vamos a su casa, de camino hago una llamada a Jaime.

-Jaime no vayas no puedo ir

No le doy más explicaciones, Cesar me mira, su mirada quiere saber, pero su boca me sonríe, me da la mano y me ayuda a salir.

-cielo es tu pasado, cuando quieras me lo cuentas y si no puedes lo entenderé, el pasado no me importa, tu presente es mío y tu futuro espero conseguirlo también.

-gracias

-venga sobrinita voy a enseñarte cada rincón de mi casa donde voy a follarte, es todo nuevo aun. acabo de mudarme

-por donde y cuando empezamos?

-aquí

Me saca del ascensor, me apoya en la pared y en el mismo rellano mete su mano dentro de mi pantaloncito, dentro de mi braga y dentro de mi coñito, entra y sale, mientras me besa la boca

-empezare por hacer que te corras en el portal, luego ya veremos que más te hago

Me dice mientras me corro en su mano, que luego saca y lame cada uno de sus dedos

-que bien sabes sobrinita eres adictiva. No sé qué hare contigo con lo golfa que eres. Cada día descubro algo nuevo cuando hacemos el amor y cada vez me gusta y disfruto mas con lo que descubro. Ya veremos donde nos lleva este maravilloso sexo.

- me encanta descubrir cosas nuevas contigo tío

-pues anda que a mí, me tienes loco, he disfrutado y sentido más placer contigo en un fin de semana que casi juntando todo lo anterior sobrinita.

Si quereis continuara

La doma

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Paseándote por el campo desnuda con una corbata y botas por vestimenta…

Que exquisitez en tan bonito paraje de la naturaleza.

Yo quitaría todo lo demás y te pasearía cogida de esa corbata para el deleite del sol los animalilos y de todo el que pasara por allí.

Lo atravesamos mientras el sol te disfruta pero yo busco algo mas y tu lo sabes…

De repente se cruza en nuestro camino un hombre a caballo que se deleita mirando tu delicioso cuerpo y sobre todo tu coño que esta ya húmedo y brillante por la excitación.

Nos escuchas hablar y a mi pedirle que te deje montar pues estaras cansada y entre el y yo te subimos al caballo y lo cojemos de las riendas…

Estas bellísima sobre el desnuda y el trote te hace rozarte sobre la silla que va dejando una vistosa mancha de tus mieles…

No dirigimos a su cabaña mientras hablamos de sus dos compañeros y de lo que disfrutaremos contigo en esa cabaña perdida en el campo…

Tu nos escuchas y ya jadeas de antelación y no dejas de sentir la mirada de lobo del que te presto el caballo sobre ti…

La mancha se hace mas y mas grande y ambos podemos olerte y embriagarnos de tu fragancia de puta cachonda y caliente muy caliente…

Llegamos a la cabaña mientras el hombre nos explica que muchas zorras se pierden en el bosque y van a parar allí donde sus Amos las buscan y ellos les ofrecen “las comodidades” del lugar para que estos las disfruten y domen a sus putas a su antojo.

Yo sonrio pensando en todo lo que este lugar te reserva y ayudado por ese hombre te bajo del caballo y antes de entrar saco un pañuelo de seda y te vendo los ojos tomandote de la corbata.

Abro la puerta y me encuentro con una muy confortable y enorme sala que no esperaba en esa cabaña. El suelo esta enmoquetado, hay varios sofás amplios y otros individuales, hay ganchos colgados del techo con diferentes columpios sexuales, hay una cruz de San andres al fondo, un potro y también unas sillas de montar a caballo separadas algo del suelo para que cuelgen los pies y con grandes vibradores incorporados a ellos. De las paredes cuelgan todo tipo de látigos, fustas y jugetes sexuales de todas las utilidades, tamaños y colores. Por algo me habían recomendado este lugar …

Te ordeno ponerte a cuatro patas y con una fusta que cojo te doy fuerte en el culo- ZAS Camina puta y mueve bien el culo no me dejes mal- Sentados en los sofás están tres caballeros ya entrados en años y otra zorra vendada y desnuda como tu de rodillas y expuesta ante ellos.Caminas a cuatro patas yo dirigiéndote de la corbata y exibiendote y dando vueltas y vueltas delante de ellos que no dejan de aplaudir y comentar lo buena y deliciosa que esta mi puta y lo afortunado que soy.

Yo, halagado y sonriente, pido que te cojan en brazos elevada y con las piernas completamente abiertas exponiendo tus sabrosos orificios ante su mirada hambrienta.

Se levantan y les digo que prueben tu coño y tu culo ya que están muy sabrosos y se van a deleitar como nunca.

Y asi lo hacen por turnos mientras los dos que te elevan lamen tus tetas y muerden suavemente tus pezones mientras yo me limito a besarte los labios con pasión devorándote la boca y sintiendo como tus gemidos y gritos de placer se ahogan en mi boca.

Después de un rato en esa posición ya te has corrido y gritado al menos tres veces y tus mieles resbalan hasta tu culo y de hay al suelo.El rostro de los que te han saboreado esta empapado de tus jugos y sus rostros enrojecidos de la embriaguez de tu maravilloso olor.

Les digo a los que te sujetan que te lleven a una de las sillas de montar y despacio muy despacio te sientan metiéndote en tu palpitante y chorreante coño el vibrador incorporado de buen tamaño que allí se encuentra.Desaparece en tu coño con un ruido de succion y un grito de enorme placer de tu garganta.Mientras te ato los antebrazos uno contra el otro por detrás observo como sientan a la otra zorra en la silla de al lado produciéndole el mismo efecto que a ti y estando también atada.Sin que los pies os llegen al suelo solo podeis moveros en círculos y de atrás adelante mientras competís en expresar vuestro placer a gritos entre los aplausos y animos de los presentes. Los que os sujetaban se han quedado con ganas de saborearos y echándoos hacia delante hacen que vuestros rostros se junten y os beséis con lujuria desenfrenada mientras ellos por detrás os lamen el culo con desenfrenada pasión gimiendo ante vuestro sabor tan delicioso.

La escena es tan sumamente erotica que no puedo dejar de ponerle un toque personal mas picante y de un estante de la pared cojo dos juegos de pinzas y ante una exclamación de dolor y excitación os lo pongo en los pezones a cada una.

Os moveis y os moveis sin dejar de besaros y de gritar en extasis total,se has olvidado todo,donde estais, vuestra situación y hasta vuestros nombres,solo existe el nirvana del placer mas profundo y sentís galaxias explotando a vuestro alrededor.

Os correis y os correis una vez y otra y otra y otra y creeis desmayaros cuando a cada una os ponemos un grueso plug anal.

Os bajamos a mi orden de las sillas de montar con los plugs puestos y los vibradores chorreando de vuestras sabrosas mieles blanquecinas. Yo dirijo todo. Os ponemos a cuatro patas en el suelo de espaldas una a la otra y os atamos las pantorrillas juntas para que vuestros culos queden casi pegados. Cojo un consolador doble largo y grueso y lo introduzco en vuestros coños mientras gritáis de placer. Asi os ordeno que os mováis una contra la otra follandoos a la vez.Mientras una se la clava hace que la otra se la clave también.Cogeis enseguida un ritmo muy rápido y vuestros gritos llenan la sala.Son música para mis oídos.Dos hombres excitados sacan sus enormes pollas y las colocan ante cada una de vosotras para que las mameis lo que haceis con ansia,no os las coméis las devorais. Yo cojo un gato de 8 colas y comienzo a azotaros el culo alternativamente a las dos. Hace que os mováis aun mas rápido y se oigan los gritos de placer aun con las bocas llenas de polla. Es evidente las veces que os correis pero quereis mas y mas y mas y con los alaridos de placer los machos que os follan la boca no aguantan mas y se corren muy abundantemente.Algo de semen se escurre por vuestros labios pero les dejais las pollas limpias mientras gritáis corriéndoos y follandoos y con el culo rojo rojo pasión de mi latigo.

Os desatan aun vendadas y atadas cuando yo lo ordeno. Necesitais una pequeña pausa pero se que estais cachondas, las zorras siempre lo estais, os llevamos a un sofá y te colocamos a ti debajo y a la otra encima en un perfecto 69. Lentamente comenzáis a besaros los muslos casi tímidamente,has estado alguna vez con una mujer? Reconocéis el fuerte y delicioso olor que os caracteriza y que también os vuelve locas. Tu encuentras un hilillo de sus jugos en sus muslos y con la boca haciéndosete agua y la lengua llena de saliva lo recoges lentamente sabiendo hasta donde te llevara.

Ella ya ha encontrado el camino hasta tu coño y con un ansia indescriptible empieza a comértelo desde el culo hasta el clítoris mientras gimes fuertemente,es casi un grito que es aplaudido por los presentes que graban la escena en video y hacen fotos muchas fotos.No te esta comiendo el coño eso es canibalismo puro y te enciende tanto que cuando llegas a su coño te alimentas de su sabor y su olor de igual manera . Los gritos de las dos Zorras encendidas de excitación y placer se oyen hasta fuera de la cabaña y excitan hasta el extremo a los machos alli presentes.Observo con atención como gimes y gritas mientras mueves las caderas y de tu boca caen babas y tu rostro esta lleno de mieles de zorra. Es superexcitante verte asi de excitada pero quiero mas mucho mas. Os quito los plugs anales que hacen un dulce plop al salir y pregunto a los presentes cual es el mejor lubricante que tienen y me responden que es uno que ejerce un efecto calentador en el conducto anal que es maravilloso para las putas y que casi las hace correrse sin nada dentro. Les ordeno que os lo apliquen mientras digo a los mas dotados que se preparen para montaros pues para mis putas siempre lo mejor de lo mejor.Tu casi no oyes nada pues estas en otro mundo deleitándote y siendo deleitada por otra zorra como tu pero sientes como te echan algo en el culo cuyo efecto es inmediato y lo mueves cual posesa pidiendo mas y mas.

Los folladores ya están preparados y también se lubrican las enormes pollas,les pido un momento y con mis manos grandes y fuertes os azoto el culo,sobre todo a ti hasta dejarlo de un rojo intenso intenso y después digo-adelante caballeros montad a las putas- y sientes como un glande enorme hace fuerza en tu ano y penetra con facilidad gracias a tu dilatación a la crema y a tu fuertísima excitación. En ese momento te corres de nuevo entre aullidos de placer extremo y delirante. Sueltas tantas mieles que no sabes si te estas meando en la boca de la otra zorra o no.

Después de un rato largo oyéndote aullar de placer decido cambiar,soy asi de caprichoso jajajajajajajajaj, ordeno que os lleven a los columpios sexuales y escojo para ti el mejor. En el quedas totalmente abierta y expuesta ligeramente tumbada y muy comoda y a la altura perfecta para que te penetren pero no será como imaginas. Llena de sudor y muy sofocada y cansada de tantísimos orgasmos,aun te reservo algo que no esperas y con lo que enloqueceras literalmente del placer. Un follador te la mete de nuevo por el culo llenándote completamente y haciéndote gemir muy muy fuerte. Yo te quito las pinzas de los pezones y al hacerlo la sangre vuelve a ellos y te produce una mueca de dolor. Te los masajeo ahora que están muy sensibles hasta que el dolor desaparece y sientes muchísimo placer y sensibilidad en ellos. Sonriendo cojo de unos estantes algo que me ha llamado la atención y me dirijo a tu coño chorreante y expuesto ante mi agachándome un poco. Te coloco unas pinzas de plástico en los labios vaginales que van unidas a unas tiras de goma que sujetas a la cintura dejan tu coño abierto y expuesto completamente y sobre todo tu clítoris que es mi objetivo.Las pinzas son completamente indoloras y solo te sientes aun mas expuesta de lo habitual. Tienes el clítoris hinchadísimo y palpitante y estas tan cansada que crees que no podras correrte mas pero yo se que si puta pues guardo un as en la manga que enloque a las zorras hasta el desmayo. -Nota:a mi sumisa la he visto correrse con ello 20 veces seguidas ya que tengo uno- Saco un enorme aparato que solo suele verse en las películas BDSM y con el cual hasta las actrices se corren de verdad. No es un consolador para introducir es un masajeador de clítoris que hace locuras en las putas como tu. Lo enciendo a velocidad lenta y lo paso por tu cuello por tus hombros por el canal entre tus tetas y por tus pezones mientras no dejan de follarte el culo.No sabes lo que es pues sigues vendada y das pequeños respingos de placer al sentirlo en tu piel.Lo paso por tus muslos y por tus ingles y cada vez estas mas y mas deseosa pues adivinas donde terminara y cuando esta empapado lo pongo en tu clítoris y arqueas tu espalda lanzando un chillido de enorme placer.Lo tengo hay un rato a esa velocidad mientras gritas gritas y gritas ya palabras incoherentes intentando cerrar las piernas pues el placer es tan inmenso que no lo puedes soportar y a la vez no quieres que termine jamas.Estas llorando de placer enloquecida del todo sin ni siquiera ya saber donde estas y yo subo la potencia al máximo con lo que respingas y te pones totalmente en tensión aullando aun mas.Si te quitásemos la venda veriamos tus ojos en blanco además de como tus babas caen sin control sobre tus tetas.

Te corres te corres y te corres y te sigues corriendo hasta que te sientes mareada de placer y caes desvanecida corriéndote aun.

Cuando te despiertas estas sobre una mullida cama arropada en mi abrazo y mi sonrisa protectoras mientras te susurro lo superorgulloso que estoy de ti y ves la sinceridad en mi mirada.

Oyes a alguien decir-La puta esta domada-Y como se cierra la puerta de la habitación mientras te acaricio el rostro y el cabello tiernamente sin dejar de mirarte y expresarte lo que siento con mi mirada.

FIN

Comentarios y sugerencias a elroy_36@hotmail.com

El abuelo y su hermano por el mismo sitio

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Regresaba de dejar el coche en el taller para una revisión y como estaba cerca de casa, decidí caminar y no llamar a Paul para que me recogiera, al hacer mucho calor, entre a tomar un refresco en una cafetería de la esquina, con la grata sorpresa de que allí estaba el abuelo del súper, tomando una cerveza junto a otro que se parecía bastante a él en edad y aspecto.

Al verme entrar sonrió rápidamente llamándome para que me acercara y presentarme a su hermano, me dijo se llamaba José y estaba unos días por allí de vacaciones con su mujer , y como eran fanáticas de las compras las habían dejado irse y esa tarde estaban solos los dos de cervezas y cafés..

A su hermano le dijo, mira esta es Tere una amiga muy especial que conocí el otro día casualmente y bueno le eche una mano en un problema que tenía y la cosa fue bien y ahora somos buenos amigos…

Bueno bueno le dije que estamos casada y casado y tu hermano va a pensar mal,,, el me corto rápidamente y dijo, tranquila cielo que nosotros somos uña y carne y estas cosas nos las contamos en la intimidad pues aquí donde lo tienes también tiene su amiga allá donde vive, lo nuestro es genético, riéndose seguidamente.-

Seguimos hablando un rato y tomando un refresco cuando a media conversación Pedro, el abuelo del super me dijo, Tere llevas bragas? Me estoy poniendo caliente solo de pensar que tienes el coñito mojado apoyado en el taburete sin nada de abajo..….déjame tocar? .. y acercando con disimulo su mano la metió bajo la falda antes que yo dijera nada aprovechando estaba tapada por el hermano y nadie podía vernos y dijo… ufffff lo que yo me imaginaba…. ¨mojado y listo para la guerra…..¨

Yo le dije, mira me está esperando mi marido en casa y aunque no le dije llego tarde, no quisiera tardar mucho…el con tono picante y cortante me dijo,, tranquila no vas a llegar tarde, solo quiero que nos dejes follarte , vas a ver lo que dan de sí dos abuelos hermanos, además tengo mi casa aun paso ya lo sabes y estas se fueron con el coche y tenemos luego que vernos con ellas para cenar, pero no en casa..

Yo le replique que era un lanzado, y que iba a pensar su hermano era yo una mujer facil .. El rápidamente dijo, no por favor todo lo contrario eres una señora esplendida, lo que pasa te gusta follar como nos gusta a nosotros y pocas mujeres son tan trasparentes como tú y además con esa relación tan especial con tu marido.

José entrando en el juego, dijo aquí un amigo respetuoso y discreto pero si no quieres con los dos déjame por lo menos que os vea echar ese polvo, que este dice follas como los ángeles y tienes un coñito divino.

Bueno bueno volví a repetir, que yo solo pase a tomar un refresco….y Pedro cortándome rápidamente dijo….. y te lo vas a tomar pero te vas a llevar un completo de premio…te vamos a dilatar esos agujeros para que luego tu marido no tenga problemas y lo tenga lubrificado..

Saco la cartera, pago y dijo vamos que no perdamos tiempo que me estoy empalmando y aquí no voy a ir con el pantalón marcando…yo lo mire y lo cierto es que comenzaba a ponerse aquello duro y no sé como pero ese abuelo me calentaba con sus palabras y pensar en verlos a los dos desnudos me había encendido, pues su hermano no estaba nada mal..

Ya en su casa no tardo Pedro en mostrar mi conejo a su hermano que piropeándome dijo, mejor que lo que había descrito sin lugar a duda¨¨ y de sabor no te cuento pues lo vas a probar y veras que ricura de gazapo, agachándose rápidamente a darme las primeras lengüetadas.. Comencé a gemir y levantándome una pierna sobre su hombre se arrodillo del todo y metió la cabeza comenzando a comer… me iba a caer hacia atrás pero el hermano me sujeto y termine apoyada en su pecho a la vez que mis manos se agarraron a sus caderas.

Pedro miro a su hermano y dijo sujétala, tomando la otra pierna sobre su otro hombro y ahora mi conejo quedo ensartado junto a su cara, estando en el aire y sujeta por los dos abuelos..

Me sentí usada como una pelele, ¡pero dios¡…aquel abuelo comía como un ángel..y el lo sabía pues yo estaba gimiendo como una loca, mientras su hermano comenzó a besarme por el cuello a la vez que con sus manos sujetándome por mis sobacos ya agarraban mis pechos…

Les pedí ponernos más cómodos y en unos segundos ya estaba desnuda sobre la cama chupando aquellos dos viejos rabos que parecían clones uno del otro por su tamaño y grosor , solo diferenciando la textura del de Pedro que era más rugoso que el de su hermano, que parecía engrasado por el tacto tan suave que tenía.

Como no podía con los dos a la vez, Pedro le dijo a su hermano.. Come un poco de conejo antes lo riegue que esta, está deseando se la clavemos ya., Y yo tengo los huevos repletos que mi mujer anoche no me dejo follar..y os escuche a vosotros como follabais y me puse malo…

José se reía pero rápidamente comenzó a comerme mi conejo abierto como una flor allí sobre la cama mientras el de rodillas degustaba con gran maestría aquel plato .. Me corrí y cuando gemía mas metía su dura polla Pedro en mi boca diciendo “come, come, come “, mientras el hermano saboreaba mis juegos en su boca.

Pense iba a ser Pedro el primero en penetrarme pero anti mi sorpresa fue su hermano el que me tomo allí poniéndose de rodillas y tras abrir mis piernas y levantar mi cadera, tomo su rabo y de una certera estocada me penetro….pegue un grito sordo pues con aquello en la boca apenas podía soltar un sonido, comenzando aquel a moverse divinamente haciendo que con los impulsos de cadera me tragara más dentro lo que tenía degustando.

Me dieron unas arcadas al entrar muy adentro, y José le dijo a su hermano, joder sácasela que la ahogas…yo ya le había agarrado lo huevos fuertemente para que no se fuere lejos pues me encantaba chupar aquello, pero de forma más suave.

Así como estaba clavada me levanto y echándose hacia atrás quede ensartada en aquel viejo mástil pero sentada sobre el..Me agarro de los hombros y me atrajo pegándome sobre su matorral que poblaba en cantidad aquel viejo pecho.-

Sentí acomodarse a su hermano detrás y mis augurios fueron ciertos al ver que iba a ser penetrada por atrás por aquella vieja escopeta.

Primero fue un par de dedos dilatando y al final aquella rugosa cabeza la que hizo acopio de mi agujero trasero mientras José con un ritmo pausado iba penetrándome cuidadosamente..

Cuando ya se posiciono bien y la tenía bien dentro, comenzaron los dos con un ritmo más rápido a meter y sacar, haciendo del cuarto una jaula de aullidos y alaridos de placer, pues aunque yo gemía como loca, ellos no paraban de gruñir gimiendo mientras seguían acompasando las embestidas.

Uno me besaba en la boca y el otro me mordisqueaba y besaba el cuello, a la vez que decía… ¿ te gusta cariño, te gusta así como te follamos… ummmm que rica eres.. Eres un encanto? Me gustaría te viera tu marido así clavada como te follan dos abuelos.. Seguro aprendía algo de nosotros…el próximo día te lo traes y que se pajee delante de nosotros mientras te follamos..

Eso me encendía y me corrí como una jovial mozuela, celebrándolo ambos con unos mmmmmm que rica es esta mujer…

Pensé se iban a correr ya, pero no…se desengancharon y cambiando de postura se puso Pedro debajo pasa sentarme yo sobre él, pero con mi espalda en su pecho, dejando mi conejo al frente…cuando me imaginaban iban a intercambiar posición, sentí como este, abriendo mis piernas guio su duro rabo a mi conejo introduciendo parte de el ayudado con su mano, mientras su hermano se arrodillo al frente con cuidado de no hacernos daño y acercando su duras escopeta bien lubrificada la guio también a mi conejo ya copado con una dentro.

Fui a decir las dos por ahí no que son muy gordas… pero antes de poder decir nada más, se dejó caer José metiéndola junto a la de su hermano……Di un grito por aquella tremenda dilatación pero este me beso rápidamente amortiguando con su boca y sus besos mis alaridos de placer..

Pedro decía… como se tu marido la tiene bien gorda esta penetración te lo va a relajar para que luego te folle bien…además vas a catar dos leches a la vez y eso pocas veces lo vas a poder hacer. Riendo mientras gemía como un poseso.

No tarde en regalarles mis ráfagas orgásmicas y tras unos cinco minutos gloriosos e inigualables, aquellas dos viejas armas pero duras como rocas, comenzaron a vomitar pastosa y abundante crema que junto a mis abundantes jugos hicieron un lubrificante maravilloso.

Aflojaron los dos al unísono, aunque sus respiraciones eran jadeosas y fuertes, quedando aun yo ensartada por aquellos dos morcillones rabos que se resistían a salir de mi cueva.

Emparedada como estaba me quede unos minutos relajada y con los ojos cerrados, mientras José volvía a besarme dulcemente, rompiendo aquel armonioso momento su hermano cuando dijo, joder que estoy yo abajo y los pesan un huevo..

Me soltaron y quede tumbada sobre la cama con los brazos y piernas abiertas, supurando mi conejo los restos de aquella invasión de líquidos que había tenido, a la vez era observada por los dos que con unas suaves caricias sobre mis pechos y pezones, hacían de mi un cuerpo inerte pero lleno de placer.

Acerco Pedro su boca a mi oído y dijo.. ¿ Te gusto el polvo cariño…? Ves lo que dos viejas glorias aún pueden hacer con una mujer… el próximo quiero que tu marido vea como te follo…eso me enciende, y te puedo echar dos sin sacarla como lo vea a el mirando….

Yo le dije, me encanto… me dejaron rendida, y el próximo no creo que Paul se quede mirando, a él le gusta follar más que a ninguno y vas a ver qué bien lo hace… os quiero a los dos y si puede tu hermano los tres…..quiero perder la conciencia con tres hombres así…

Los dos resoplaron ante mi propuesta y sus castigados rabos parecían volver a tomar forma con aquel comentario, pero la cosa ya no llego a mas esta tarde, y tras asearme regrese a casa…

Juegos de matrimonio – Después del trabajo

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Allí estaba esperando en el portal de casa, fumando un cigarro. Estaba nervioso, una vez más iba a poder disfrutar de mi sumisa y eso como siempre hacia que mi cabeza se abarrotara de mil pensamientos y diabluras. Estaba concentrado mirando cómo la gente pasaba por la calle cuando oí el sonido de la puerta del portal. Me gire y la vi de pie frente al portal con su abrigo marrón y unos zapatos de tacón que hacía que alcanzara el 1.70. Tenía el abrigo abrochado y solo se veían sus piernas desde donde acababa el abrigo hasta los zapatos de tacón.

- Hola, estas muy guapa. ¿Estás preparada?

- Si. ¿Dónde vamos?

- Ya lo veremos. Ven acércate, quiero asegurarme que vas como te había ordenado.

Abrí levemente el abrigo y pude ver como llevaba un traje de enfermera porno sin sujetador y sin bragas.

- Bien, veo que estas cumpliendo mis órdenes.

- Siempre lo hago mi amo.

Mi polla ya estaba como un resorte, de tener a mi mujer tan dispuesta para mí. Así que decidí añadir un poco mas de morbo. Y nos dirigimos a un bar frecuentado por yupis de esos que trabajan en grandes consultoras, que se encontraba cerca de casa.

Llegamos al bar y para nuestra sorpresa había mucha más gente de lo que esperábamos. Nos acercamos a la barra Virgi iba agarrada a mí con su abrigo marrón y pude ver como varios de los chicos del bar se giraban para observarla. Pedimos una cerveza y un vaso de vino tinto y buscamos un sitio donde poder sentarnos tranquilamente y disfrutar.

- Ven, vamos a sentarnos en esos sofás.

- Donde tú quieras. ¿Cómo quieres que me ponga?

- Ponte de espaldas a la barra y sentada con las piernas abiertas hacia mí.

Con esa posición podía ver todo el bar y podía disfrutar del coño de mi mujer a mi antojo. La aparte un poco el abrigo y empecé a juguetear con mis dedos por su piernas, Notaba como iba excitándose por flujo que emanaba de su coño.

- ¿Qué le pasa a mi putita? Estas cachonda?

- Mucho. Mira como me chorrea el coño

Aproxime mis dedos a su coño y empecé a jugar con él. Su boca se entreabría y ponía una cara de salida y putona, que mi polla empezaba a soltar el líquido pre seminal. La gente nos miraba extrañados porque a pesar del calor del bar, Virgi no se había quitado el abrigo y seguramente mi cara y la de mi mujer les hacia imaginar que algo raro estaba sucediendo.

Seguí masajeando un rato más el clítoris de Virgi, mientras me acercaba a besarla.

- Me encanta, que estés así de cachonda para mí. Te voy a follar por todos los sitios. ¿lo sabes verdad?

- Soy toda tuya. Ya lo sabes, puedes hacer conmigo lo que quieras.

- Eso me gusta, creo que deberíamos irnos a casa. Parece que tu coño está deseando sentir mi polla.

Nos levantamos y pasamos a través de un grupo de chicos que miraron descaradamente a Virgi, seguramente porque sus flujos se habían resbalado por las piernas y llevaba una cara de zorra que era imposible que pasara desapercibida.

Afortunadamente nuestra casa quedaba a menos de 5 minutos de aquel bar, así que enseguida llegamos. Nada más abrir la puerta de casa, la quite el abrigo y la empecé a besar con fuerza. Mientras mis manos recorrían sus tetas y su culo. Su respiración estaba acelerada y podía notar su deseo por cómo me besaba.

- Virgi, te estás portando muy bien. Si sigues así no voy a castigarte más de la cuenta. Ahora voy a quitarme el traje. Sabes lo que tienes que hacer verdad?

- Si mi amo, quiere que me ponga aquí en posición de espera.

- Si, no tardare.

Según iba andando por el pasillo, eche la vista atrás y pude ver como se quedaba de rodillas mirando hacia la puerta con los tacones puestos y la cabeza sobre sus manos. El traje de enfermera en esa postura dejaba su precioso coño totalmente expuesto a mí.

Me quite el traje y salí de la habitación con mis calzoncillos negros y la polla dura como una piedra, y fui aproximándome a ella, que seguía en posición de espera. Acerque mis dedos por detrás acariciando su coño desde el clítoris hasta el culo.

- Mmm, veo que te ha puesto cachonda estar así en la calle. Y que te tocase el coño delante de todo el bar

- Si amo, me he puesto muy cachonda.

- Bien, ven hasta el salón. Creo que quieres comerte esta polla verdad?

- Amo, yo hago lo que tú quieras.

- Claro que si por eso eres mi putita. Así que ven aquí que vas a comerte un poco esta polla.

Me senté en el sofá y me quite los calzoncillos, saltando mi polla como si tuviera un muelle dentro. Mientras Virgi estaba de rodillas sobre la alfombra mirándome con esos ojos de lujuria. (Hubiese jurado que estaba hasta salivando de pensar que iba a meterse mi polla en la boca.)

La agarre de la cabeza y la acerque hacia mí. Ahora ya puedes comerte tu polla. Que se que estabas deseándolo.

Empezó a comerme la polla suavemente, veía su lengua recorrer toda su base desde los huevos hasta que terminaba engulléndola entera. Su boca desprendía tanta saliva que estaba mi polla empapada (me encanta cuando lo hace), mis manos empezaron a pellizcar sus pezones mientras ella incrementaba el ritmo de su mamada.

- Te gusta comerme la polla, verdad mi putita

- Me encanta señor. Puede apretarme un poco más los pezones.

Mis dedos intentaban juntarse apretando con tanta fuerza que pensé que iba a reventarla el pezón. Pero comprobé con mi otra mano que lo único que estaba reventándola era el coño de lo cachonda que se estaba poniendo. Tenía el clítoris hinchado y mi mano estaba empapada de sus flujos.

- Bueno creo que voy a tener que follar a esta putita, porque tiene el coño muy cachondo.

- Si por favor, follame. Necesito que me folles.

Oír eso mientras tiene su boca llena con tu polla hace que no te retrases ni un segundo. Así que la incorpore de la alfombra y poniéndola a cuatro patas sobre el sofá, comencé a meter mi polla con fuerza en su coño. Sus gemidos se mezclaban con el retumbar de mis huevos en su culo. Y con los azotes que la propinaba con cada nueva embestida. Agarrándola fuerte del cuello desde atrás sentí como comenzó mi orgasmo y se fundía con el suyo. Quedando ambos exhaustos sobre el sofá.

- Me ha encantado, vida.

- A mí también.

- Aunque sabes una cosa

- Que

- Aun sigues siendo mi putita y creo que te dije que iba a follarte por todos los sitios

Fin de semana cachondo (1)

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Iba a ser nuestro fin de semana , y ya tenia ganas , ya que últimamente mi novia no paraba de trabajar los fines de semana , ya que trabajaba de seguridad privada , y encima por las noches , cosa que no me gustaba nada , por lo peligroso que podía ser , pero bueno…

Ana , mi novia , me llama por el móvil… -Hola cariño…

-Hola amor…

-Siento decirte que esta noche también trabajo , ha sido a ultima hora , ya sabes como es mi jefe…

-Joder!!! , iba a ser nuestro fin de semana !!!

-Lo siento amor!! , pero mañana domingo y el lunes me ha dado fiesta…

-Joder!!! , y sobre que hora estarás en casa?

-Sobre las 12 de la noche

-Esta bien , intentare estar despierta…

-Vale amor , te quiero…

-Y yo a ti cariño…

Eran sobre las 12:15 y Ana aun no había llegado , y estaba ya bastante ansiosa , quería ver a mi novia , besarla y hacerle el amor…

Oigo las llaves como se introducen en la puerta , y al abrir veo la carita de mi niña y me levanto del sofá…

-Cariño!!! –Y nos comemos las bocas – Te he echado de menos… -Y nos volvemos a besar , mientras vamos caminando ciegamente al sofá , que lo tenemos justo al lado , me siento yo primera y mi novia encima de mi , teniendo sus suaves piernas , ya que llevaba falda , una a cada lado de mi cuerpo…

Apago la tele mientras nos besamos , notando su juguetona lengua por mi boca , notando su saliva como se mezclaba con la mía , intentando llegar nuestras lenguas mas allá de la garganta…

-Tenia ganas de llegar a casa… – Nos miramos mientras nuestras frentes se juntan y jugamos con nuestras lenguas … -Tenia ganas de llegar a casa y follar…

Mientras nos volvemos a besar , empiezo a masajear sus tetas por encima de su camiseta , pequeñas y puntiagudas , como a mi me gustan , y empiezo a oír como gime de placer , se aparta de mi boca , y se quita la camiseta…

-Quítame el sujetador mientras me comes la boca…

Nos besamos mientras le quito el sujetador , y enseguida juego con sus tetas , las manoseo , las pellizco y las bofeteo , seguido siempre de sus gemidos

Enseguida me voy a una de sus tetas para saborearlas , la succiono como si un polo fuera , mientras con las otra teta , le cojo del pezón y la sacudo hacia arriba

-Mmmm!!!, amor!!! , me pones cachonda!!!…pégame en las tetas…

Nos besamos y empiezo a bofetear las tetas y a manosearlas , pero una de mis manos va acariciando su trasero hasta llegar a la entrada de su chochito , y me sorprendió el notar que no llevaba bragas …

-No llevas bragas…

-Para que … si me vas a follar

Me agarra la mano , y me la pone delante de su clítoris , y empieza a frotarse con mis dedos…

-No muevas la mano…

Mientras jugamos con nuestras lenguas , noto como su pelvis se va moviendo hacia adelante y hacia atrás frotando su clítoris en mis dedos…

-Me pones cachonda amor…, quiero masturbarme en tus dedos… , me quiero correr en tus dedos… -Veo como cierra sus ojos inclinando su cabeza hacia atrás , sus va y vienes se aceleran , notando como se va endureciendo su clítoris …

-Me corro , mmm!! , me voy a correr…- Agarra con fuerza mi mano y me lo aplasta a su clítoris , notando sus jugos de su corrida den mis dedos

Saco mis dedos de su chochito recién corrida , y se los acerco a su boca , y con cara de viciosa , me los lame…

-Mmm!! ,que rico , quieres probar? …-Me acerca los dedos , y los pruebo , mmm , que maravilla de sabor , me encanta sus jugos…

-Ahora te toca a ti…

Me quita la camiseta , y nos besamos , y al no llevar sujetador , me manosea las tetas , llegando a bofetearlas mas fuertes todavía , y al tenerlas mas grande que mi niña , botan mas , y eso le pone cachonda . Me va desabrochando los pantalones , y poco a poco me los va quitando …

-Ábrete de piernas cariño… -Y se sienta de nuevo encima de mi , poniendo sus dedos por encima de mi bragas , húmedas ya , y me va masturbando

-Mmmm!!! ,que placer cariño…

-Te gusta?

-Sabes que si…

-Tienes el clítoris durito , lo notas?…-Y me lo aprieta…

-Mmmm!! Amor si!!!

Acelera sus frotamientos en mi coño , y yo me derrito mas , con ganas de correrme en mis bragas humedecidas , nos miramos y nos comemos las bocas , notando la llegada de mi corrida , agarro con fuerza su mano para que valla mas deprisa…

-Dale caña cariño , frótame el coño que me corro!!!

Y allí estaba mi niña , frotando con frenesí mi coño , hasta que no puedo mas y me corro en mis bragas , acto seguido , se levanta y me las quita , me vuelve abrirme las piernas de par en par , e introduce su cabeza dirección mi coño , abre mis labios vaginales , e introduce por completo su lengua y noto como juguetea por dentro , de un lado a otro , intentando llegar mas arriba , acaricio su cabeza , e intentando hundir mas su cara a mi coño , después saca su rica lengua y con sus labios aprieta mi clítoris ,llevando por completo a mi éxtasis de cachondez , golpea con sus dedos mi clítoris…

-Mmmm!! , como me gusta

-Que clítoris mas duro tienes , déjame saborearla…

-Sigue , sigue comiéndola , es tuya…mmm!!! , no pares amor

Aprieto mas su cabeza hacia mi coño ,porque estoy apunto de correrme en su boca…

-Amor!! , me corro … , joder!!! Ahí va , ahí va!!!

Veo como mi novia va succionando y limpiando el coño mientras me va mirando …

-Sabroso… -Se me acerca y nos besamos , notando mis jugos.. –Ahora vengo , hazte una paja mientras tanto…

Mientras me voy acariciando el coño , mi niña se va yendo a nuestra habitación , no sin antes , se gira dándome la espalda , y se va bajando la falda , poniendo su lindo culo en pompa , mi coño vuelve ha estar empapada , y ver ese culo me pone a cien , y con ello , me introduzco mis dedos en mi chochito ,y empiezo a follarme…

-No tardes… , me correré sin ti….

Se mete en la habitación , mientras yo no paro de follarme , cierro los ojos y me imagino que mi niña me folla como una loca…

-Mira que traigo…

Allí estaba ella , con un arnés que colgaba en ella una gran polla de color carne , como le gustaba a ella , le gustaba follarme , y yo estaba dispuesta , se me acerca y coge su polla de plástico y empieza a dar golpecitos a mi clítoris hinchado y humedecido de nuevo…

-Ábrete cariño , que te voy a follar…- Con sus dedos abre mis labios vaginales , y de un golpe me introduce su polla hasta el fondo , empieza a follarme agarrándome de las tetas ,yo mientras tanto agarro de su culo intentando introducir un dedo en su ano…

-Mmm!!! , que gusto!!! , mmm!!! , oyes como chapotea tu chochito con mi polla amor… , que húmeda estas…

-No pares cariño , mmmm!!! , follame ,córrete con migo…

-Me pones el clítoris duro con tan solo pensarte , me pones a cien , te follaria y te comería el coño las 24 horas…

Nos comemos las bocas mientras sigue follando y me va estrujando las tetas , y voy notando como va aumentando sus folladas…

-Amor ,no pares , me corro en tu polla , no pares , no pares….

-Toma , toma!! , amor , córrete , córrete!!!

Agarro con fuerza su culo y la empujo hacia a mi y allí me corro…

-Mmmm!!! , que follada mas buena

Me saca la polla de mi coño , y enseguida me lame mi chocho , y con ello hace que me vuelva a correr en su cara

Nos levantamos del sofá , y nos volvemos a besar , mientras yo le voy sacando el arnés , después la voy guiando al sofá donde finalmente se sienta…

-Hazme un favor , y ábrete de piernas…

-Así?…-Y me enseña todo su chocho empapadisimo de las veces que se ha tenido que correr y yo sin poder saborearlo…

Abro sus labios vaginales , e introduzco toda mi lengua dentro de ella , saboreando todos sus jugos , jugando con su vagina , succionando su clítoris que esta durísima

-Que gusto , que placer… , sigue , sigue , mmmm!! , que lengua , saboréala , estoy muy cachonda , mmm… , sigue… -Me agarra con fuerza mi cabeza introduciendo mas a su coño…-Espera , me quiero masturbar en tu boca…

Mientras inmoviliza mi cabeza pegada a su chocho húmedo , su pelvis se va moviendo arriba y abajo mientras mi lengua va restregando su chocho

-Como me gusta , me corro , me corro…mmm!!!

Sus jugos eran como la miel , deliciosa y jugosa…

-Amor , no te dejes nada , bébetela entera…

Repaso de nuevo con mi lengua su clítoris y el entorno , para dejarla bien limpita…


Leyendas del Reino de Grendopolán (I)

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La reina Iselain se agitó en sueños, en su lujosa cama con dosel, en la habitación del palacio de Amaniel, la orgullosa capital del Reino de Grendopolán.

Dormida, murmuraba y se debatía, intranquila, su frente perlada de sudor, su respiración entrecortada. El sueño ¿o era una pesadilla? era demasiado real. Sus imágenes emponzoñaban su mente como malignos agüeros que presagiaban desgracias sin nombre.

Una torre negra, que flotaba en la nada del fin del tiempo. Dentro vivía una mujer, un misterio de ojos de anciana que han visto demasiadas cosas, con el cuerpo voluptuoso de una mujer madura y la sonrisa inocente de una niña risueña. Iselain, desconociendo cómo, supo que aquella mujer era el Destino. Los pies descalzos de la mujer se deslizaron por la fría piedra hasta llegar a su objetivo: una sencilla habitación con un enorme telar de cristal y un taburete. Vacilante, se sentó.

La mujer eligió con pesar un ovillo de lana gris y, como en trance, lo tramó en el telar y escogió otro ovillo de lana. Éste era negro y la mujer frunció más el ceño. Una lágrima le asomó en el ojo a medida que también lo tramaba en el telar. Después escogió otros colores, azul, rojo, verde.

Luego sus manos se pusieron a trabajar con furia, pasando una y otra vez el hilo, y empezó a tejer un tapiz. Iselain intentó verlo desesperadamente, pero sólo pudo distinguir que se trataba de un mapa. ¿Grendopolán? Sí… La reina distinguió el lago Pentegarn, y las montañas del sur…

Pero algo iba mal… terriblemente mal. En el norte, en el Reino de Drakenwald, el Destino tejía una mancha negra, presagios de maldad y muerte que, a gran velocidad cada vez iba haciéndose más y más grande, oscureciendo y devorando los otros colores.

Iselain miró asustada al rostro de la mujer. La lágrima solitaria se había convertido en muchas, que caían desconsoladamente por su rostro. El Destino no quería tejer ese motivo, pero pese a todo, continuó. Era su misión, su propósito.

La mancha negra llegó hasta el centro de Grendopolán, su capital.

La reina gritó. El sueño se quebró en mil pedazos.

La figura en el suelo intentó dejar de temblar. Era una hermosa mujer de largo pelo castaño manchado de plata, en la cuarentena. Su vestido había sido bastante lujoso, pero se hallaba salpicado de sangre y varios desgarrones lo afeaban. Sólo varias antorchas arrojaban algo de titilante luz en la fría mazmorra en la que se hallaba.

Ella era Reesnia, la Oráculo, sacerdotisa de la Sagrada Orden de la Llama Eterna. Era la representante de los dioses en el Reino de Grendopolán, una de las máximas autoridades espirituales. No podía dejar que aquellos bárbaros paganos la amedrentasen. Pero esos salvajes habían asediado las Fortalezas del Norte y las habían conquistado a sangre y fuego, asesinando a sus hermanas, profanando las sagradas imágenes y reliquias, saqueando todo el oro y plata que habían encontrado.

No podía ver el rostro de los dos hombres que la custodiaban. Un yelmo negro como el color de su coraza, ocultaba sus facciones. Puede que la contemplasen con burla, puede que con odio asesino, puede que con aburrimiento. Reesnia acarició la daga bajo sus ropajes. La había podido ocultar antes de que la hubieran confinado en aquella celda de su propio Templo. Puede que ya no fuese una joven luchadora, como sus hermanas guerreras, pero todavía tenía dientes con los que defenderse. Su mandíbula se cerró con furia. Malditos bastardos. Pagarían… Pagarían muy caro aquella profanación…

Reesnia se sobresaltó cuando los dos guardias se cuadraron al entrar en la celda una mujer joven y alta, ataviada con una armadura como la de aquellos bárbaros. Su enguantada mano sostenía su oscuro yelmo y su cabeza, descubierta, revelaba unas duras y despiadadas facciones. Su largo pelo negro, que contrastaba con su pálida piel, estaba recogido en una cola de caballo y sus ojos, de un extraño color violeta, la miraban con malicia y sorna. Con un gesto seco, hizo una señal a los dos guardias para que abandonaran la estancia.

Al lado de ella, quedó una figura encapuchada. Reesnia dedujo que también era una mujer por las formas de su contorno. La voz de la mujer morena con la armadura la sobresaltó.

-Saludos, Reesnia. No sé si sabréis quién soy. Mi nombre es…

-La Perra Negra. Vuestra fama os precede. Disculpad que no pueda atenderos como es debido. Si hubierais avisado de vuestra llegada, habría preparado té y unas pastas.

Un murmullo ahogado -¿una risa?- surgió de la figura encapuchada, que cesó en seco ante una mirada furibunda de la mujer morena. Ésta respiró antes de hablar, como si dominase su furia.

-No me gusta el apodo que me dan en Grendopolán. Mi nombre es Mordekai.

-Perra Negra… Un apodo adecuado para una vulgar mercenaria al servicio del corrompido reino de Drakenwald.

La mujer morena dio un paso hacia ella, sonriente. Reesnia, a su pesar, retrocedió un paso hasta chocar con el duro muro de piedra a su espalda.

-Tenéis agallas, no se puede negar. Como las sacerdotisas-guerreras que han defendido el templo. Han causado grandes pérdidas entre los hombres y mujeres a mi servicio. Fuertes y valerosas hasta extremos… fútiles. Estúpidas fanáticas… Muy pocas se han rendido. Una verdadera lástima, el mercado de esclavos es bastante lucrativo.

Un escalofrío recorrió la espina dorsal de Reesnia al contemplar la sonrisa de tiburón de Mordekai. Cuando habló, intentó que su voz no se quebrara en sollozos.

-Los dioses… os castigarán…

La mujer morena izó su mirada hacia arriba, como si pudiera ver el cielo a través del techo de la celda. A continuación propinó una bofetada con su mano enguantada a la sacerdotisa. El golpe no fue muy fuerte, pero derribó al suelo a la mujer. Mordekai miró a su alrededor, como si esperase algo y volvió a fijar su vista en la sacerdotisa.

-Observad. Nada. Ningún rayo me ha fulminado. Extraño, ¿verdad? Los dioses… Os contaré un pequeño secreto. A los dioses no les importamos. Nada en absoluto. Si estuvierais en las alturas, ¿sabéis que escucharíais, mi querida Reesnia? Las carcajadas de deidades crueles e insaciables, riéndose de nuestras desgracias.

-Men… mentís. Vos… no sois más que una pagana descreída que…

-Yo soy una semidiosa, mi querida Reesnia.

El rostro de la sacerdotisa pasó de la incredulidad a la duda, como si no hubiera escuchado bien las palabras que había oído. Luego se tornó en una mueca y comenzó a reírse. Pero la risa se congeló en sus labios cuando Mordekai se desanudó las cintas y ataduras de la parte inferior de su armadura, cayendo ésta al suelo con un fuerte golpe metálico. A continuación se bajó unos calzones de lino y contempló a la sacerdotisa. Su maligna sonrisa parecía a punto de salirse de su rostro.

-¿Lo veis, mi querida Reesnia?

La sacerdotisa permaneció con la boca abierta, incapaz de decir una palabra. En la desnuda entrepierna de la mercenaria, nacía una imponente verga que comenzaba a crecer por momentos. Y bajo ella podía distinguirse una vagina.

Una hermafrodita.

Las leyendas hablaban de cómo la deidad Hermas Frodeit, dios para unos y diosa para otros, había recorrido el mundo, haciendo el amor con humanos mortales y engendrando a seres nacidos con ambos órganos sexuales, a los que se llamaba hermafroditas.

-Vos… sois… una semidiosa… -La sacerdotisa permanecía demasiado anonadada para hablar con claridad. A pesar de ello, logró encontrar las fuerzas para seguir hablando. –Vuestro padre fue un dios, habéis nacido con una señal divina, un regalo de los dioses… y vos habéis elegido servir al maligno nigromante Lord Onsnorth, el Enemigo de Toda Vida. ¡So… sois una traidora!

Los ojos de Mordekai se entrecerraron amenazadoramente mientras avanzaba lentamente hacia Reesnia.

-Desconozco quién fue mi padre. El muy bastardo violó y dejó abandonada a mi madre, una simple campesina que murió al darme a luz. ¿Un dios? Un bastardo hijo de una perra sarnosa…

La sacerdotisa hizo un signo sagrado con los dedos para protegerse de la blasfemia, pero su mano tembló al contemplar el rostro de la mujer morena.

-¿Un regalo de los dioses? Muy bien, zorra, vais a disfrutar de este… regalo de los dioses. Vais a gozar de él como la perra que sois.

Mordekai rio cruelmente mientras arrancaba la falda de la oráculo, descubriendo el sexo de la mujer. Con rudeza, la tumbó sobre el frío suelo de la mazmorra mientras su falo pulsante crecía hasta alcanzar su máxima plenitud.

Reesnia intentó no suplicar, que ninguna palabra surgiera de sus labios, pero no pudo evitar gemir asustada cuando la verga se posó sobre los labios de su sexo. Y gritó de dolor cuando, de dos empellones, la mujer la incrustó casi hasta el fondo.

-¿Gozáis, puta de los dioses? Suplicadme por vuestra vida y sólo quizás me apiade de vos.

Las rudas manos de la guerrera sobaron y retorcieron los generosos pechos de la sacerdotisa, humillándola, pellizcando despiadadamente los pezones. Las embestidas se aceleraron, ferozmente.

-Vos eráis el Oráculo de los Dioses de Grendopolán, ¿verdad? ¡Mmmpphhh! Vamos, gran sacerdotisa, –Mordekai aceleró el ritmo, entre jadeos –reveladme el futuro, unnnfff… haced una predicción sobre mi destino…

De repente, los ojos de Reesnia quedaron en blanco, y sus ahogados gemidos parecieron detenerse hasta desaparecer y quedar totalmente en silencio. Incluso la mujer morena detuvo momentáneamente su cabalgada y pareció mirar con miedo reverencial a la sacerdotisa.

-Una mujer te derrotará, Mordekai. Su nombre es Eressia, princesa de Grendopolán. Ella despertará al Ejército Durmiente. Ella acabará con vos y con el poder del reino de Drakenwald.

A una velocidad pasmosa, la sacerdotisa sacó la daga que ocultaba en sus desgarrados ropajes y apuñaló a la líder de los mercenarios. Sólo el instinto nacido de múltiples combates salvó la vida de la mujer. Levantando instintivamente la mano derecha, desvió el filo mortal que se clavó en su hombro. Reesnia no tuvo una segunda oportunidad. Mordekai gruñó mientras cerraba su garra sobre la garganta de la oráculo.

La guerrera contempló su hombro herido. La visión de la sangre pareció desatar la lujuria asesina de la mujer, que miró con una mueca demoníaca a su oponente.

-Maldita zorra…

Implacablemente, la guerrera cerró su presa más y más, mientras continuaba penetrándola. Las venas se marcaron en la garganta y sienes de Reesnia y su rostro se amorató mientras era estrangulada. Los ojos parecieron salirse de las órbitas mientras la espuma se escapaba de sus labios. La mazmorra se vio inundada de los húmedos sonidos del golpeteo de la carne contra la carne y de los jadeos agónicos de la sacerdotisa mientras la vida escapaba de su cuerpo. Los postreros estertores y la asfixia la provocaron un último orgasmo, causando que sus músculos púbicos se contrajeran y dilataran sobre el falo de Mordekai que gimió ante la presencia del clímax, antes de tensarse mientras eyaculaba en las entrañas de la agonizante mujer, rugiendo sordamente su placer.

Se levantó trabajosamente, saliendo viscosamente del interior del cuerpo de la sacerdotisa, mientras su jadeante respiración se normalizaba. Durante unos segundos, un hilillo de semen unió la húmeda verga y el sexo de Reesnia. Mordekai miró con desprecio el cadáver de su enemiga y se limpió la saliva que caía desde sus labios antes de hablar.

-¿Qué opinas, Lygya?

La figura encapuchada habló con voz suave.

-¿La predicción? Mentía, mi señora. Si de verdad hubiera creído que vos vais a ser derrotada por esa tal Eressia, no os hubiera intentado asesinar con el puñal. Hubiera sido un esfuerzo inútil.

Mordekai pareció meditar las palabras de la mujer.

-¿Sabes, Lygya? Eres la única de todo mi ejército con algo de sesera. Por eso me gustas.

-Vivo para serviros, mi señora. No obstante, será mejor no dejar cabos sueltos. Me encargaré personalmente de esa Eressia.

La flácida verga de la guerrera había vuelto a crecer considerablemente mientras se acercaba como un felino ronroneante a la mujer encapuchada. Con rudeza, Mordekai la sujetó contra el muro, mientras sus labios se cerraban sobre los de la mujer.

-Sois insaciable, mi señora. –Logró jadear Lygya.

La lengua de la guerrera recorrió su boca, su cuello, sus oídos, y sólo se detuvo para morder su guante y, tirando de él, desnudar su mano. Acto seguido, ésta buscó el sexo de la mujer, apretándolo para aumentar su excitación. Un dedo se deslizó por la encharcada gruta, palpando la humedad y el calor de su vagina.

Por fin, como si no pudieran resistirse más, ambas mujeres se tumbaron sobre el frío suelo y Mordekai tendió sobre él a Lygya. Su mano continuó explorando como una culebra inquieta el esponjoso interior de la mujer y, cuando el cuerpo de ella se tensó y su espalda se arqueó, aprovechó ese momento para meterle su verga hasta el fondo. Lygya abrió los ojos desorbitados, su boca abierta en un silencioso grito. La guerrera dio nuevas embestidas, manteniendo su pedazo de carne lo más dentro que podía, abrazadas, intentando que ningún hueco quedara entre sus cuerpos, entrelazados como si fueran uno solo hasta que ambas llegaron al orgasmo.

Lejos, muy lejos de allí, las noticias se extendían por el Reino de Grendopolán. Un vasto ejército del norteño Reino de Drakenwald se dirigía hacia la capital, devastándolo todo a su paso.

Ariana´s Diary

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Ariana’s Diary

First Days.

Siempre he creído que al escribir mi alma se libera. Actualmente hay cosas muy fuertes que no puedo decir, por eso comenzaré con este diario, tengo 15 años estoy estudiando el ultimo año de colegio, yo… soy gay hasta hace poco me creía la única, y que jamás conocería a alguien igual a mi, pero conocí a un chico él se llama Alex, él también es gay tiene 17 años, vive cerca de mi casa, y él era el único que sabia sobre mi orientación sexual, me acerque a él porque pensé que siendo igual a mi, me entendería y sabría como me siento, pero puff, no fue así, a la semana que se lo confesé, de camino a casa un chico me hablo, era un conocido le había hablado un par de veces, su nombre es Lucas se acerco y me dijo mira yo soy gay, ya no le cuentes nada a Alex, y le dije por qué? Él me dijo que ya Alex se había encargarlo de divulgarlo por todos lados, temo que llegue a oídos de mi familia, odio a ese chico, la primera persona gay que conozco y me hace esto, ahora quisiera asesinarlo pufffffff T.T, desde ese entonces comencé a hablarle a Lucas él tiene mi edad, y la verdad es un gran amigo últimamente la pasamos juntos y hablamos de muchas cosas, quedamos de ir a un lugar donde según se reúnen chicos igual a nosotros, hasta hoy no he tenido la oportunidad de conocer a una chica que se sea lesbiana T.T así que espero hacerme de algunas amigas allí.

Fuimos a ese lugar, había demasiadas personas, parejas y grupos de amigos, había muchísimos mas chicos que chicas, y buuu las chicas que había estaban con su pareja, buuu, a excepción de una, se veía como de mi edad, a mi amigo le hablaron y me quede sola, me anime y fui a hablarle, comencé con un hola, la chica me sonrió y comenzamos a hablar, se llama Isabella, me encanto su forma de ser, creo que nos haremos buenas amigas me dio su numero de teléfono, así que espere unos días y luego le marque, jiji no quiero que piense que soy una fácil, quedamos de salir sé poco sobre ella, tiene 16 años, es un año mayor que yo… mmm estudia en una escuela muy prestigiosa de la zona, es muy bonita, es delgada tiene el cabello castaño muy claro, piel blanca, mide como 1,60 yo soy un poco mas alta que ella, lo cual le molesta dice que ella es mayor y está mas bajita, sus ojos me encantan son muy claros, la verdad no espero conquistarla y que se convierta en mi novia, pues yo solo quería conocer amigas a las cuales también les gustaran las chicas, bueno comencé a salir con ella, pero como amigas poco a poco descubrimos que teníamos muchas cosas en común, a las dos nos encantaban las pelis de terror, así que frecuentemente quedábamos de vernos para verlas, teníamos gustos similares en música, cuando creí que la música que me gustaba era rara, ella conocía muchas de las bandas que a mi me encantaban y que cuando a otras personas les hablaba de ellas decían ¿Qué diablos es eso? Ella era perfecta, yo continúe frecuentando a Lucas y a Isabella, cada vez me hacia mas y mas cercana a ellos, me sentía muy muy feliz, Isabella y yo nos hicimos inseparables, íbamos a todos lados juntas y siempre me divertía con ella, siempre buscábamos algo que hacer, comencé a tener fuertes sentimientos por Isabella, pero sabía que lo nuestro no se daría, poco tiempo antes de que ella me conociera, termino con su novia ella la trato muy mal pero aun no puede olvidarla y dice que no esta lista para volver a amar, no lo sé la verdad, siento que si algún día me le llego a declarar, ella me dirá que no me puede corresponder y buuuuu se arruinará la amistad, me llevo bastante bien con ella no quisiera perderla, yo la quiero demasiado, ella es demasiado importante para mi.

Un día como cualquier otro, ella llego a mi casa después de la escuela, habíamos quedado de que haríamos la tarea juntas, mis padres no estaban en casa, así que teníamos la casa para nosotras solas, podíamos bailar, reir, jugar sería una tarde genial, sé que Isabella me quiere mucho, pero siento que me ve como si fuera de su familia, y eso me entristece un poco, aunque sé que soy única para ella, y sé que siempre estaría dispuesta a dar todo por mi, es la persona más maravillosa que conozco, nos pusimos a hacer la tarea, pero ella estaba muy rara a penas y me hablaba, parecía muy triste, le pregunte varias veces que pasaba, y me dijo que nada, buuuu era incomodo estar así con ese silencio y yo sin saber que hacer o decir, deje mi cuaderno y me sente a un lado de ella, la abrace y le dije que podía confiar en mi, ella también me abrazo y comenzó a llorar, jum sabía que tenia algo ¬¬, me dijo que estaba llorando por Brenda, Brenda es su ex, yo solo deje que se tranquilizará para que ya mas calmada me contara que ocurría, termino de llorar y ya me comenzó a contar, que no podía superarlo que había visto a Brenda ya con otra persona que a penas hacia 3 meses que habían terminado después de un año de relación y ella ya estaba con otra persona, que como podía ser cierto, yo no sabía que decirle pero le dije que todo estaría bien y lo típico que nadie merecía que ella llorará y que esa chica no la merecía, quería que de mi boca salieran palabras que en realidad la hicieran sentir bien pero no sabia que hacer, ella se acerco a mí su mirada cambió totalmente parecía perdida, se puso muy muy cerca de mi, y me dijo que si que había de malo con ella, le acaricie su rostro y le dije que nada, que era hermosa y que cualquier chica querria andar con ella para ese entonces yo tenia 2 meses de conocerla y ella me beso, mi primer beso con una chica, la sensación mas maravillosa que un ser humano pudo haber experimentado, sentí un millón de cosas, en un segundo me quede paralizada, solo sentía como mi corazón latía, sabía que estaba mega roja de la cara pero no me importo y cerré los ojos ella dejo sus labios junto a los míos por un tiempo, luego tuvieron que venir esos pensamientos de que solo me estaba utilizando por despecho que sabia que no me quería y que estaba dolida, que saldríamos lastimadas ambas, ella comenzó a mover sus labios y yo no pude decirle que se alejará me continuo besando y besando tomo mi cintura y me recostó en el sofá, me seguía besando, sus labios se sentían tan bien, su sabor, toda ella, sabía que no era correcto pero se sentía tan bien, poco después ella se levanto y me dijo debo irme, yo le dije que si que después nos veríamos. Dejamos de hablarnos y vernos por unos días, ambas sabíamos que eso no estaba bien, después de una semana recibí un mensaje de ella, donde decía si podíamos vernos le conteste que si que fuera a mi casa, ella fue y me dijo que lo que había ocurrido era un error, que ella no quería jugar conmigo y que la disculpara que no volvería a ocurrir, yo la abrace y le dije que no se preocupará que todo estaba bien, yo te quiero, le dije y siempre estaré contigo. Seguimos siendo las mejores amigas, y siguió todo normal, sabía que solo lo había hecho por despecho por quererse desquitar de Brenda y yo ¿Cómo me debería sentir? ¿Mal? ¿Dolida? ¿Utilizada? ¿O debería sentirme bien? Por qué no sé si me siento mal o me siento bien, cuando pienso en el beso me siento feliz, cuando pienso en porque me beso me pongo triste, bueno ya dejare eso por la paz nuestra amistad no se ha arruinado y sé que ella está arrepentida, al otro día llego con un regalo, creo que si se siente muy culpable, debería saber que todo esta bien, jijiji porque bueno la conozco de hace poco pero sé que ella es una buena persona, lo sé jeje, mi corazón me lo dice, mi obsequio era un gatito de llavero muy bonito a ella y a mi nos encantan los gatitos :33 estaba hermoso, lo puse en mis llaves jiji… y de ahora en adelante todo cambió… o..o

Estábamos en su casa sus padres viajan mucho pues trabajan en la industria turística son dueños de importantes hoteles y restaurantes a nivel nacional ella casi siempre pasa sola, ese día no era la exepción, hasta ese entonces pensé que lo conocía todo de ella, todos sus gustos sus temores, pero llamo mi atención un lápiz muy bonito en su escritorio, este se me cayo debajo de su cama, y buuuu para mi sorpresa lo que me encontré, eran cientos de revistas y videos porno o……o WTF!????? Yo no sabia que ella era una pervertida, eso jamás me lo había dicho, quizá pensó que me espantaría y ya no le hablaría… jijiji yo de curiosa no pude resistir y abrí las revistas, había posiciones, juguetes, juegos, decoración de habitaciones, ropa, y toda clase de cosas inimaginables, ahora me pregunto ¿De donde demonios saca todo este tipo de cosas? ¿Se venderán en los puestos de revistas? ¿O las ordenara por internet? ¿O se las comprara a traficantes de revistas porno? Waaaaaaa… yo no sabía que esto existía, pero juju que rico *-* levante la mirada y allí estaba ella, estaba roja roja roja, y cuando yo la vi también me puse rojísima T.T y le dije mmmm mmmm…. Eh se me cayo tu pluma esa, la rosita, la ves?? Y y y y me encontré esto, no tienes que sentir pena, es normal, y me dijo ella, soy una pervertida T.T, y yo le dije es otra cosa que tenemos en común, después de allí comenzamos a hablar de sexo, ella me dijo que jamás había estado con alguien que con brenda solo eran mensajes y llamadas “Calientes” pero jamás habían tenido sexo en realidad, y puff yo le dije yo menos no he tenido novia, mucho menos sexo, aunque me gusta ver chicas desnudas en internet, era noche y yo tenia que regresar a casa, me despedí de ella tome mis cosas y me fui…

Llegue a mi casa y me conecte al internet estaba ella también conectada, le dije que ya había llegado a casa y me dijo que se alegraba, me empezó a molestar diciéndome que si vería chicas desnudas en internet y yo le dije y tu comenzarás a ver tus videos porno? Estábamos riéndonos y jugando, le mande una foto de una chica que me gustaba mucho, todo se volvió confuso, cuando Ariana se excita Ari no piensa T.T y le comencé a decir cosas a Isa de las cuales al día siguiente me arrepentí, después de que le mostré la foto me dijo que se iría a dar una ducha rápida, y le dije que me gustaría ducharme con ella, y ella me dijo ¿A sí? ¿ Y por qué? Y le dije, seguro que tu tienes un cuerpo hermoso, y me dijo no creo, y le dije bueno no lo he visto, si me lo enseñas te aseguro que te diré que lo tienes, le propuse que hiciéramos video llamada y que me dejará verla, puso la video llamada, pero me decía que no me quería enseñar, seguí y seguí insistiendo hasta que dijo ¿Y tú también me enseñaras? A lo que le conteste si.

Se puso frente a la cam y comenzó a quitarse la blusa, traía un bra con encaje me empezaba a excitar, allí paro – no me quitaré el bra – me dijo y le conteste ¿Por qué no? Vamos solo déjame ver rapidito lo que hay debajo, ella comenzó a quitarse el bra lentamente me hacia sufrir y allí estaban sus pechos no eran enormes pero eran los más hermosos que había visto, ella era la chica que yo amaba y estaba viendo su hermoso cuerpo yo solo sentía como mi vagina se humedecía, jamás había sentido tanta excitación, – ahora tú, me prometiste que también me dejarías ver – me dijo y comencé igual que ella a quitarme la blusa, y luego el bra lentamente, los pechos de ella eran mas grandes que los mios, pero me dijo que le habían encantado me dijo que si no le enseñaría mis panties, – nooo!! – Le dije, – me da pena – pero ella siguió insistiéndome hasta que me baje mis shorts y le modele luego ella hizo lo mismo le propuse que me enseñará su vagina pero me dijo que no que porque no se había depilado le dije que que tenia pero no hubo manera de convencerla asi que hasta allí quedamos. Ella se fue a duchar y yo le dije que ya me iría a descansar apague la compu y me recosté en mi cama, pensaba en su cuerpo, estaba muy excitada, meti la mano por debajo de mis panties y mi vagina estaba muy humeda habían mojado mis braga mi clítoris estaba erecto no me quería masturbar pero quería sentir esa sensación culminante, comencé a masajearme el clítoris suavemente se sentía tan bien, pensaba en su cuerpo y me excitaba más y más y más, mis dedos se mojaban con el jugo de mi vagina me penetre y llego el orgasmo, el mejor que había sentido. Después de eso me quede dormida…

Continuará…

Dormido

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He aqui mi incursion a la literatura en el rol de escritor. Espero sea de su agrado.

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Escuchó el típico sonido de llaves colisionando entre si mientras eran retiradas de la cerradura de la puerta principal del departamento.

Enrique intenta tranquilizarse, es sumamente difícil. Quiere sonreír, presa de la emoción. También hay temor, mismo que le dificulta la erección que segundos atrás era firme. Aun intranquilo logra evitar esa sonrisa que amenazaba con echar a perder su improvisado plan. Lleva su mano a su miembro y lo acaricia suavemente, no desea correrse, solo mantener la erección.

Sofía, un tanto acalorada tras haber caminado desde la facultad que se encontraba a escasas cinco cuadras de su departamento, reposa unos momentos. Piensa en aligerar su carga de prendas, como suele hacerlo cuando esta sola; pero al no saber si su primo, que a diferencia de ella acude a la facultad por las tardes, ya se ha ido o sigue durmiendo opta por no hacerlo.

Los minutos le parecen eternos mientras continúa con sus fallidos intentos por tranquilizarse. Sigue con el suave masaje, procura contenerse cuando su cuerpo le exige movimientos frenéticos. Difícil, pero lo logra. Escucha a su prima ir y venir, le resulta desesperante. Han pasado solo un par de minutos.

Considera tomar una ducha, pero no hay tiempo. La tarde es corta y hay mucho por hacer. Es casi final de semestre y necesita terminar la redacción del informe final para una de sus materias entre otras cosas más. Al pensar en que la computadora se encuentra en la habitación de su primo, nuevamente se pregunta si él se encuentra dormido o ya se ha ido.

La erección pierde fuerza y Enrique empieza a sentirte algo molesto. Escucha el llamado a la puerta de su habitación.

- ¡Enrique!- Lo llama su prima desde afuera.

Su corazón se acelera y su falo se irgue entre sus manos como nunca. Rápidamente adopta su posición.

Ante la nula respuesta, Sofía continúa con la misma interrogante. Decide entrar en la habitación. Abre la puerta lentamente y tras un par de pasos al interior se detiene abruptamente.

Su primo sigue durmiendo, no es raro. Lo que llama su atención es ver su pene totalmente erecto y al aire tras haber escapado por la abertura frontal del bóxer. No es muy grande, pero capta su atención al tenerlo frente a ella, expuesto de esa forma. Sintió calor, sintió curiosidad. No era el primer miembro que veía, pero si era la primera vez que veía el de su primo. Una sensación extraña subió desde su pubis hasta su vientre; el saber que su primo, aun dormido, ignoraba lo que pasaba la hacia sentirse así.

Sus pies desobedecieron a la razón, era como si escucharan al instinto, pues dio un par de pasos mas, acercándose a la cama de su primo. Su vista se mantenía fija en el rosado y erecto pene, giraba un poco la cabeza intentando verlo desde un ángulo distinto.

Escucha gemir suavemente a su primo. Siente nuevamente ese hormigueo, pero esta vez no solo va de su pubis hacia su vientre, sino que se dispersa incluso hasta sus piernas. Regresa en sus pasos hasta la puerta, sale de la habitación y cierra la puerta tal como la abrió mientras sus ojos siguen clavados ahí.

Tras haber sentido como se alejaba su prima y la puerta cerrarse, Enrique abre los ojos y permite aparecer esa sonrisa reprimida segundos atrás. Quiere masturbarse, no aguanta más, pero es cauto. No escucha a su prima, intuye que se encuentra parada afuera de su habitación. No quisiera que su prima volviera a abrir y lo encontrara masturbándose frenéticamente, como necesitaba hacerlo en ese momento. Su pene empieza a doler.

Sofía permanece ahí, desconcertada, acalorada y, para su sorpresa, algo excitada. En ese momento la ducha que pensaba no permitirse se vuelve una excelente opción.

Al fin la escucha, escucha como se abre y cierra una puerta, por el eco intuye que se trata de la puerta del cuarto de baño.

Ya en el cuarto de baño y habiéndose desnudado, Sofía se miraba al espejo mientras la tina se llenaba de agua. Quizá era por la excitación, pero en ese momento se vio a si misma mas bella que de costumbre. Tal como lo hizo en la habitación de su primo, giraba la cabeza buscando ángulos distintos, pero ahora de su propio cuerpo. Usando sus manos recogió su dorada melena ondulada, dejando sus finos hombros descubiertos. Libero una de sus manos y la bajo acariciando su mejilla, mientras cerraba los ojos. No pudo evitar estremecerse. Su mano siguió su camino hasta rodear uno de sus senos. Estaban sensibles. Con el dorso de su mano rodeó el contorno hasta llegar al otro seno; después, con la yema de su dedo índice acarició uno de sus pequeños pezones rosados. Estaba muy excitada. Dejo caer su melena, liberando su otra mano que empezó a bajar buscando a su compañera. Sofía inclino su cabeza hacia atrás cuando cada una de sus manos tomó cada uno de sus senos. Disfrutaba estrujándolos, podía hacerlo fácilmente aunque sus manos eran pequeñas, pues estos también lo eran. Cada vez sentía más húmeda su entrepierna. Sus manos soltaron sus senos y acariciaron su vientre, una caricia que las llevo hasta su pubis, donde se separaron para ir a la parte interna de sus muslos. Sus piernas falsearon y abrió los ojos. La tina estaba casi lista y decidió dejar su juego por un momento, hasta que estuviera sumergida.

Enrique pensó que era buen momento para despertar, por lo que aseguró la puerta de su habitación e hizo sonar algo de música a un volumen suficientemente alto para que su prima lo notara.

No hizo falta reproducir algún video pornográfico o recurrir a alguna revista de esas que guarda bajo el colchón. Sentado al borde de su cama, le bastó con imaginar, aunque le hubiera encantado poder recordar. Imaginaba a su prima en el umbral de su puerta viendo el mástil que ahora frotaba su mano. El lubricante ayudó mucho, pudo imprimir el ritmo que quería. No se trataba de satisfacer a nadie más, solo a si mismo, quiso disfrutar a su manera y en ese momento lo único que deseaba era correrse, librarse de la enorme excitación que tenia desde hacia ya algunos minutos, desde que empezó a maquilar la situación. Sintió esa peculiar punzada en la base del pene cuando su orgasmo estaba próximo, contuvo su respiración un momento mientras aceleraba el movimiento de su mano, hasta que su pene hizo erupción. Siguió frotándolo hasta donde la enorme sensibilidad después de la eyaculación se lo permitió. No tuvo fuerza para ponerse de pie. Había disfrutado de una paja como hacia mucho tiempo no lo hacia. Se recostó mientras esperaba a que su prima saliera del cuarto de baño.

Sofía, sumergida hasta el cuello en la tina, retomaba el juego que había dejado pendiente cuando escuchó la música proveniente de la habitación de su primo. Se mordió el labio, la imagen de su primo momentos atrás volvió a su mente. En ese momento cerro los ojos y volvió a acariciar brevemente sus senos. Siguió el mismo camino de momentos antes, pero ya no tenia paciencia. Después de acariciar la parte interna de sus muslos su mano izquierda regreso a su pecho mientras la otra exploraba su entrepierna. Jugó un poco con su bello púbico. Sus dedos empezaron a ir mas allá, su dedo medio empezó a recorrer la entrada de su vagina mientras sus dedos índice y anular le ayudaban separando los labios. Su piel se erizó cuando, al fin, su dedo medio toco su clítoris. No pudo evitar escapar un gemido, estaba agitada. Mientras tanto su dedo empezó a frotar su clítoris, lentamente al principio y subiendo el ritmo de a poco. Conforme subía el ritmo y su excitación crecía, las caricias que su propia mano daba a su pecho se volvían un tanto bruscas, así le gustaba a ella. Mantenía sus ojos cerrados, venían a su mente una serie de imágenes, pero siempre terminaba regresando a esa imagen, la que la tenía excitada. Cerró sus piernas, aprisionando su mano. Luchó, le fue muy difícil, pero al final logró mantenerse en silencio mientras el orgasmo llegaba.

Enrique sintió las gotas de semen que escurrían por su flácido miembro y decidió limpiar, a si mismo y el piso donde yacían los restos de su corrida. Terminaba cuando escuchó ruido en el cuarto de baño, su prima estaba por salir.

Tras una rápida inspección a la escena y a su apariencia, tomó una toalla y salio de su habitación. Se postro afuera del baño, esperando la salida de su prima. Necesitaba verla, necesitaba enfrentar su mirada, ver su reacción al tenerlo frente a ella.

Sofía escuchó a su primo salir de su habitación. Estaba nerviosa, quisiera no encontrarlo camino a la suya. Ya seca, envuelta en su toalla y parada frente a la puerta hizo silencio, intentando escuchar algo que le indicara el paradero de su primo, pero el silencio no solo existía en el interior del cuarto de baño. Decidió salir.

- Pensé que no tendría tiempo de bañarme- Dijo Enrique al verla abrir la puerta, intentando mostrarse lo más natural posible.

Sofía se detuvo sin terminar de salir del cuarto de baño. Su rostro estaba tenso, ella estaba nerviosa y su corazón palpitaba fuerte, muy rápido. No atinaba a decir algo. Sus ojos intentaban no cruzarse con la mirada de su primo y en su intento desviaba su mirada, que inevitablemente buscaba el bóxer del joven parado frente a ella.

- Perdón Enrique, llegué muy acalorada y no sabia que seguías en casa.- Mintiendo se excusó mientras caminaba rápidamente a su habitación.

Enrique disfrutaba la situación, notó como su prima veía disimuladamente su bóxer y como evito verlo a los ojos. Sintió como llegaba una nueva erección y se apresuro a encerrarse en el baño.

Mi bella profesora. Cap 1

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Un dia como cualquiera a las 7:00 am llegaba al instituto mas temprano para tontear con Jhon mi mejor amigo, en fin, estaba preparada para otro aburrido dia de clases. Me encontraba con Jhon en el patio:

Jhon: Gaby, y que me dices, que tal vas con Martin?

Yo: Muy bien, estoy muy feliz la proxima semana cumplimos 2 años.

Jhon: Bien por ti! Yo si sigo soltero y drisfrutando mi vida a mil!

Yo: algun dia vas a consegir a alguien que te haga cambiar de parecer.

Jhon: Jajaja, pero hasta que dicha persona llege tratare de cojer con todas las que pueda! Ademas apenas tenemos 17.

Yo: Sí claro, alardea de lo que quieras! Ya vere yo cuando estes enamorado!

Jhon: Vale Gaby, vamonos a clases.

Yo: Bueno, apurate que no quiero llegar tarde!

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Al entrar a clases me encuentro con que la maestra se habia cambiado de seccion porque ” Somos unos adolecentes con las hormonas a millon “, No me importo mucho que se cambiara total, no me caia bien.

Estaba hablando con Jhon a lo que me percato que por la puerta estaba entrando la chica mas SEXY que hubiera visto nunca! Era alta, delgada, piel blanca, una hermosa melena castaño claro, parecia una chica muy sofisticada, aparentaba unos 27 años, era una BOMBA SEXY! Solo habia un problema era mi profesora!

Fernanda: Buenos dias chicos, soy su nueva profesora de Castellano, espero que podamos llevarnos bien. Comenzemos a presentarnos.

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Asi transcurrio toda la clase, platicamos sobre que queriamos hacer en el año, etc. Me parecia algo tipico de una nueva. Pero por alguna razon no podia parar de mirar lo sexy que era, pero no entendia porque estaba sintiendo eso hacia ella. Nunca me habia gustado una mujer ni podria.

Fernanda: Bueno chicos, queria decirles que si tienen alguna duda, pasen por mi oficina les aclaro soy su guia y estoy aqui para ayudarlos!

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Habia decidido ir a su oficina para hablar con ella, no lo se, pero algo me decia que debia ir y hablarle y eso hice.

Yo: Hola profe, como esta?

Fernanda: Hola Gabriela, no esperaba tu visita.

Yo: Sí, lo se, pero quise hablar contigo, ya sabes, tratar de conocerte.

Fernanda: Ok, es raro que un alumno quiera conocer a su maestro.

Yo: Jajajajaja, sí lo se, pero no se, me pareces…..como decirlo…Interesante?

Fernanda: Jejejejeje. Bueno espero que de una buena manera.

Yo: Jejeje. De las mejores (Le guiño el ojo, a lo que ella me contesta con una linda sonrisa)

Yo: Entonces…………….Cuentame acerca de ti!

Fernanda: Bueno, enrealidad no soy muy interesante que digamos, me mude a Bogota a estudiar, al terminar mis estudios me llamaron a esta institucion a trabajar, supongo que eso es lo unico interesante en mi vida.

Yo: Y dime, como te fue en tu primer dia de enseñar a niños ricos, y antipaticos?

Fernanda: Supongo que bien, aunque hubo uno que otro comentario tonto, burlas, lo tipico.

Yo: Ok. (No podia dejar de mirarle a los ojos esos ojos cafes que por alguna razon me exitaban tanto)

Fernanda: Y ahora tu, cuentame de ti de tu vida.

Yo: Nada interesante, lo normal en un adolescente.

Fernanda: Ok, y cuentame, tienes novio?

Yo: Sí, se llama Matias, pero no estudia aqui. (Dije con cara triste) y tu?

Fernanda: Tambien, se llama Andres.

Yo: Supongo que debe ser muy atractivo ya que logro salir con alguien como tu (Lo dije en tono muy picaro, para mis gustos)

Fernanda: A sí, y como es alguien como yo.

Quede como paralizada, no pense que ella me preguntaria eso, ¿mierda ahora que le digo?

Yo: Ok, vamos a describirte: Eres muy linda, tus ojos son hermosos, tu forma de ser tan espontanea, tu voz tan sensual, tus bella…(No me deja terminar a lo que me dice)

Fernanda: ¿Te gusto?

Yo: No! (Puta mierda! se dio de cuenta! Vamos Gabriela responde) No, es que me pedistes que te describiera…….Y eso es lo que estaba haciendo.

Fernanda: Es que lo hicistes de una manera extraña.

Yo: Para nada, ya te dije solo te estaba describiendo. (Comienza a sonar mi celular, es mi novio Martin)

Yo: Aló?

Martin: Aló bebe, como estas?

Yo: Bien, y tu?

Martin: Bien, te llamaba para decirte si quieres venir a mi casa esta noche a cenar, mis padres salieron de vieje. (Lo dice en un tono muy provocativo)

Yo: Vale amor, nos vemos.

Fernanda: ¿Con quien hablabas? (Con un tono algo molesta)

Yo: Con mi novio, ¿porque?

Fernanda: Nada (Su voz suena al mismo tiempo que la campana que me avisaba que debia entrar a la siguiente clase)

Yo: Nos vemos, profe.

Fernanda: Bueno, Adios.

***********************************

Sali de la oficina pensativa. ¿Por que carajos se puso molesta porque Martin me llamo, el es mi novio tiene derecho? ¿Sera que le gusto? No entiendo una mierda de ella es muy confusa! Pero……Me gusta y mucho……Pero que te pasa Grabiela, es una mujer y es tu profesora! Solo olvidala y continua con tu vida. Pero como si cada vez que habla suspiro, verla hablarme me exita mucho! Como coño mi profesora me puede generar deseos sexuales, es su forma de ser, de hablar, de mirarme, de sonreir. No lo se, pero me encanta!

***********************************

En casa de Martin, llege en taxi ya que mi coche estaba en el mecanico.

Procedo a tocar la puerta pero antes de hacerlo abre Martin.

Martin: Hola, mi bebe.

Yo: Hola corazoncito, como estas?

Martin: Bien amor, pasa.

Yo: Ok.

Yo: Amor, y esas velas?

Martin: Es para que el ambiente se torne mejor, preciosa. (Al terminar el de decir eso, me percate que deseaba tener sexo conmigo y obvio lo iba a obtener)

Yo: Aw, te amo bebe.

Martin: Y yo a ti mi princesa.

Terminamos de comer, pero por alguna razon no dejaba de pensar en Fernanda, en su sonrisa, su cabello en todo, esa mujer de verdad me exitaba.

Yo: Amor, besame.

Martin comenzo a besarme lentamente, muy sexy empeze a sentir que se comenzaba a exitar comenze a tocarle la entrepierna lo tenia duro, me empezo a besar el cuello, solo habia un problema, estaba empezando a coger con mi novio pensando en mi profesora! Que clase de locura era esa?

Martin seguia besandome el cuella, procedi a bajar a su entrepierna y bajarle el pantalon al hacerlo salio a la luz un pene muy erecto, comenze a chuparselo el me tomaba de ka cabeza y me presionaba hacia abajo.

Martin: Amor, ponte en cuatro.

Yo: Ok, bebe.

Comenzo a penetrarme muy lento, me exite mucho, pero volvieron los pensamientos acerca de Fernanda en verla desnuda, hacerlo con ella, en ese mismo instante explote en mi primer orgasmo seguido a eso Martin tambien, nos acostamos en el mueble rendidos, al otro dia Martin se ofrece a llevarme al instituto, a lo que yo obviamente acepto. Al llegar me encuentro con la sorpresa de que Fernanda tambien esta llegando.

Martin: Adios amor.

Yo: Adios bebe, besos!

En eso martin me jala del brazo y me da un apasionado beso con lengua, a lo que Fernanda algo molesta se acerca y nos dice

Fernanda: Chicos! Eviten demostrar todo su amor aqui! (Lo dice con el tono mas ironico que pueda existir) y a ti Gabriela, te espero en mi oficina a las 10.

Yo: Ok, profe solo relajese no paso nada.

Fernanda: Bueno, bueno. (Lo dice al mismo tiempo que se va alejando)

***********************************

Martin: Y esa que?

Yo: Es mi nueva profesora de Castellano.

Martin: No te puedo negar que es bonita, pero su actitud lo daña todo.

Yo: Es acaso mas linda que yo?

Martin: Eso nunca bebe, ya me tengo que ir, nos vemos.

Yo: Bueno eso espero bebe, adios.

Martin: Adios.

***********************************

Al entrar al instituto me encuentro a Jhon ligando (Como siempre)

Yo: Jhon, ven vamos, tenemos ingles!

Jhon: Ok, ok, como no podemos llegar tarde!

Yo: Si quieres te quedas aqui y perdes tu tiempo!

Jhon: Vale, vale, no te me alteres, bien?

Yo: Vamos que llegamos tarde!

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Al terminar la clase, me percato de que son las 10:10 Mierda tenia que ir a la oficina de Fernanda a las 10

Me dirijo hacia la oficina de Fernanda algo molesta, ya que no sabia porque me habia pedido que fuera

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La puerta estaba entre abierta asi que entro, Saludo a Fernanda y cierro la puerta

Fernanda: Sientate, Grabiela.

Yo: Profe, no entiendo para que me cito.

Fernanda: Es por la escenita de esta mañana de tu y tu novio (Lo dice muy molesta)

Yo: Lo entiendo, pero no era necesario llamarme a su oficina, con el aviso de esta mañana le juro que no vuelve a pasar (Estara celosa)

Fernanda: Bueno eso espero!

Yo: Profe, le puedo decir algo?

Fernanda: Si, dime.

Yo: Usted me gusta. (Lo digo con un tono algo nervioso al pensar en cual prodria ser su reaccion)

Fernanda: Ah, woow Gabriela, no esperaba esto. (Lo dice en un tono muy nervioso)

Yo: Lo siento si la moleste no era mi intencion, lo juro!

Fernanda: No, ese no es el problema……El problema es que tu tambien me gustas……..

Quede impactada, palida, no puede ser! las dos estamos sintiendo lo mismo pero ella no se va a fijar en mi…..Soy su alumna!

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Amigos soy nueva :D Este es mi primer relato espero les haya gustado :D Comenten que les gustaria que sucediera en el proximo capitulo! :)

Camp Rock, lo nunca contado

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Hola, mi nombre es Mitchie torres, una chica que lleva 2 años con Shane Gray, un famoso artista del Pop.

Empezamos a salir hace dos años en un campamento musical llamado Camp rock.

Y este año, me dirijo alli otra vez, y esta vez, pienso estar con el y, si surge, hacerlo con el. He soñado varias veces como seria: Yo cabalgando su enorme pene con mis tetas botando. Solo de pensar, me dan ganas de masturbarme.

Me describo, mido 1.65, 18 años, y con una 100 de sujetador. Grandes eh?

Pero bueno, empezemos con la historia:

-Despierta Mitchie! a desayunar! ¿No querrás llegar tarde a Camp Rock?- Dijo mi madre

-Voy Mama!- Me desperté y me vestí rapido.

Desayuné lo más rápido que pude y nos metimos en el coche.

-Mitchie, ¿estás tan nerviosa como el primer dia?-Preguntó mi madre.

-Pues claro mamá, podré volver a ver a shane…-Contesté yo mordiendome el labio.

Una vez allí, saqué mis maletas del coche, y fuí a la cabaña donde siempre estabamos mis amigas y yo.

Entré y allí estaba Peggy, corrí hacia ella y la abracé.

-PEGGY!! ¿como estás?

-MITCHIE!! Muy bien un pco liada con las canciones y tal…¿Y tu y Shane?

-Pues…espero verle hoy aqui, le echo de menos.

-Pues yo lo ví cerca del embarcadero.

Dejé mis maletas y fuí corriendo al embarcadero, y allí estaba, en bañador, con todo su pene que se notaba…

-¿Shane?

-¡Mitchie!

Nos fundimos en un apasionado beso, mientras el me apretaba las nalgas.

Seguimos besandonos y acariciandonos.

Acto seguido, le empecé a tocar el pene por encima del bañador, estaba super dura, se me caia la baba, asi que desabroché el bañador y lo bajé dejando ese pene enorme salir.

Sin decir nada, me agacheé y me lo metí entero en la boca, jugando con mi lengua y su glande.

Mientras tanto, me desabroché el sujetador y me quité la camiseta, dejando mis tetas al aire, las cuales Shane no dejó solas, las amasaba con sus manos, me apretaba los pezones y yo aumentaba mi ritmo de mamada.

-Mitchie…me corro…

Dicho esto, se corrió llenandome la cara entera de leche, que caía tambien sobre mis tetas.

-Shane, quiero que me folles ya..

-Ahora mismo, Mitchie, quiero verte gritar.

Me cojió de las caderas, se tumbó e hizo que me sentara sobre su polla, empecé a moverme rápido.

-AAAAH SHANE, MI AMOR, QUE GRANDE ES…

-MITCHIE, ME ENCANTA COMO BOTAN TUS TETAS…

Cogió mis tetas y las empezó a chupar, besar y a lamerme los pezones.

Yo seguía saltando, me iba a correr.

-Shane, que me corro, QUE ME CORROOOOOOOO!!!!

Mis fluidos salieron a presión. Pero el aun no estaba satisfecho, así que me metí su polla entre las tetas y empecé una cubana.

Shane gemia de placer, y yo restregaba mis tetas en el tronco de su polla.

Se corrió salpicandome la cara, la boca y las tetas de semen, el cual me limpie a lamidas.

Nos vestimos y nos fuimos cogidos de la mano a pasear.

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